martes, 29 de marzo de 2011

BookCrossing marzo

Lunes 28 de febrero, 19:00 hora zulú, establecimiento McDonalds de la Estación de Sants de Barcelona.

Entro en el local en el día y la hora anunciados, y serpenteo entre mesas, mochilas y maletas hasta el vértice de la L y giro a la derecha hacia el lado largo. Donde siempre. Esta vez hay más gente y movimiento y tengo que seguir hacia la pared del fondo.

En la última mesa, esquina junto al ventanal, hay una chica sola, pelo negro, rizado, con gafas, lee un libro técnico mientras bebe tragos cortos de una botella pequeña de agua. Aparenta concentración.

En la esquina opuesta un hombre devora, más que come, una hamburguesa de la que caen pedacitos de lechuga mientras su camisa a cuadros me encañona desde la barriga.

Dejo el libro con la cubierta cara arriba, dos asientos anteriores al de la chica. Y me siento desde donde pueda ver.

No pasan ni dos minutos de reloj cuando llega una pareja adolescente. Cada cual carga su mochila. Ven el libro y se sientan, pero la elección más parece cita habitual en banco habitual que no por el libro.

El es delgado. Ella no. El, sudadera a cuadros rojos y negros que le queda holgada, tejanos cagados y deportivas negras con cordones que va pisando. Ella pelo largo castaño y ondulado natural, sudadera negra más ancha que larga sobre leggins negros y deportivas a juego.

Cogen el libro y leen la presentación BookCrossing, hojean su interior deteniéndose en cada nueva referencia a la condición de libro libre que se repite varias veces.

Comentan y ríen por lo bajo, flequillo contra flequillo. Siempre es la misma reacción pero nunca es igual.

Creo que les divierte el tema BookCrossing, no parece que lo conocieran, pero no les interesa el libro. Tienen entre 15 y 17 y para esta edad o eres ávido lector o este libro te viene grande.

De las profundidades de las mochilas extraen apuntes, lo que parecen exámenes corregidos y cuaderno de deberes tipo test. El libro queda sobre la mesa y ha pasado a segundo plano.

Se centran en sus papeles y sus lápices, que no boligrafos, corren sobre el papel; su conversación es sobre lo que tienen delante. No comen ni beben nada, lo que me reafirma en creer que es su lugar, cubierto, de encuentro y que el libro no ha sido más que una intrusión en su rutina habitual.

Me retiro lamentando la liberación pues la asocio a pérdida.

Y efectivamente un mes después ninguna anotación en el cuaderno de bitácora del libro desmiente mi vaticinio. Confiemos.

Cuando les expliqué de que iba esto de liberar libros (vean este post) no les conté que aparte de dejarlos por ahí o de entregarlos en mano a alguien, conocido o no, está también la opción de liberarlo en una zona BookCrossing.

Las zonas BookCrossing tienen un cartel identificativo por la conocida imagen del libro andante y las hay preferentemente en universidades, colegios, bares (sobre todo los que disponen de conexión internet), bibliotecas e incluso tiendas de inclinación ecológica o dietética.

La zona BookCrossing tiene el valor añadido de que se convierte en una zona de intercambio, ya que al ir a dejar el libro puede encontrarse otro o más que interesen y se pueden capturar al instante, igual que si se encontraran en un banco del parque.

Si aún no lo han probado ¿a que esperan?: http://www.bookcrossing.com/

Mi próxima liberación será en la Zona BookCrossing de la Biblioteca de Sant Quirze del Vallès y corresponde a una novela de espías:


La Clave Pinner
Andrés Pérez Domínguez

" En la primavera de 1943, el MI6 abandona frente a las costas de Huelva el cadáver de un supuesto piloto de la RAF con falsa información sobre el desembarco aliado en Normandía a fin de despistar al ejercito nazi. Poco después el MI6 obliga al ex-agente Gordon Pinner para que viaje hasta Sevilla en busca de un viejo amigo, Miguel Carmona, a quien creía muerto".

miércoles, 23 de marzo de 2011

Gastronomía negra 2011

La semana negra 2011 de Barcelona nos trajo como novedad la incorporación de una oferta gastronómica vinculada a la novela negra. Nos pareció excelente la combinación de buenas conferencias, buenas lecturas y buena mesa.

Y hemos encargado a un profesional, al menos así se anuncia, que investigue para saber más de aquel plan y de su realización. Transcribimos la declaración de alguien que sabe más de lo que dice pero que ha cantado lo suficiente como para poder tener una idea clara de su participación e intencionalidad.


¿Cómo empieza todo?
- Los propietarios de Negra y Criminal nos proponen participar y aceptamos.

¿Así, sin más?
- Nos gustó la idea. Nos pareció novedosa y retadora. Algo distinto a lo habitual.

¿Que parte del botín os han prometido?
- No han tenido que convencernos ni darnos nada. Nos lo proponen y aceptamos; sin dudarlo, con ilusión participativa.

¿Pretendes que creamos que habéis actuado por amor al arte?
- Pues es así, lo crean o no. Lo hemos hecho por amor al arte culinario, amor a nuestra tierra, nuestro mar y a la novela negra.

¿Habéis oído hablar de Interrobang?
- Nunca he oído hablar de Interrobang.

Estás mintiendo.
- Tal vez haya oído algo pero no me acuerdo. No debe ser importante.

Volvamos al tema ¿cuantos sois en la banda?
- Somos seis...

¡Seis!, ¿seis criminales profesionales como en Reservoir Dogs?.
- No. Seis restaurantes. Todos de Barceloneta Cuina.


¿Que es Barceloneta Cuina?
- Es una asociación gastronómica. Un colectivo de restaurantes de la Barceloneta. El antiguo barrio de pescadores de Barcelona.


¡Colectivo!. Lo llamaran como quieran pero no dejáis de ser una banda. Cuéntame más.
- Somos restaurantes con ganas de hacer buena comida al precio justo. No tenemos ánimo de lucro. Queremos preservar nuestras costumbres, nuestros productos del mar y la forma de cocinar de nuestro barrio que es el pueblo marinero de Barcelona.

Vale, vale, no me sueltes discursitos independentistas. Vayamos al tema que se me estás yendo por las ramas. ¿Cual era vuestro papel en la BCNegra?
 - Teníamos un estimulador reto creativo: preparar menús acorde con la temática de la serie negra y en concreto con la persona y la obra de Manuel Vázquez Montalbán.

Menos diseño al hablar y más ir al grano.
- Bueno, no era fácil, y estuvimos dándole vueltas de como hacer para que fuera fácilmente identificable. Nos preocupaba darle contenido literario a los diferentes menús.

Que te he pedido menos literatura y más letra. ¿Quien os ayudó?
- Por suerte los de la Librería Negra y Criminal nos prestaron el recetario, de hecho su propio ejemplar (al parecer es un rara avis no reeditado y más preciado que la trufa blanca) de Manuel Vázquez Montalbán y de su personaje, Pepe Carvalho y del prólogo sacamos la idea de darle un enfoque distinguiendo entre dos tipos de cocina distintas.
Una al gusto del escritor, de Don Manuel, ya que dos restaurantes del colectivo (Can Solé y Can Ramonet) tuvieron la suerte de tenerlo como cliente y conocer sus gustos de primera mano; además Marc Singla, chef de La Mar Salada tuvo también el placer de cocinar para él, en un restaurante anterior.

No me líes con tantos nombres y ve al grano. Luego ya los escribirás todos, sin dejarte ni uno. Sigue.
- Como le decía estos tres se encargaron de crear unos menús de acuerdo al gusto del escritor. Y los otros tres: Lluçanès, Kaiku y Somorrostro, se centraron en trabajar los gustos del personaje, de Pepe Carvalho. Así predominaron los escabeches, los guisos de cuchara de sabor contundente y manteniendo como una imposición la naranja como postre.

O sea que si he entendido bien unos iban a encargarse de ese Don Manuel, supongo que era el capo, y los otros del sicario Carvalho, ¿gallego no?. Allí los ahogan en la playa. Conozco a un buen policía gallego, Caldas, que los pesca.
- Si que nos dividimos el trabajo pero no como usted piensa. No se confunda, Don Manuel no era ningún capo. Era alguien a quien hemos querido homenajear con aquello que sabemos hacer mejor y con aquello con lo que él disfrutaba más y de lo que era un verdadero entendido: la buena cocina y la buena comida. Además de ser ALGUIEN en el mundo de la novela negra.

¿Ibais armados, Berettas, Glocks? ¿Qué armas empleasteis?
- Las habituales de toda cocina: cuchillos. Ya sabe.

Si ya se. Pero no tengo bastante. Quiero más detalles. Dame los nombres de cada miembro de la banda, por cierto tu eres como un encargado, un secretario, ¿no?
- Si. Rafa, para servirle.

Pues sírveme Rafa, que me han dicho que hacéis un arroz ahumado que está de muerte.

Hasta aquí la trascripción. Rafa ha cantado y tenemos los datos de los otros cómplices. Los interrogaremos uno a uno y veremos cuanto hay de verdad y cuales fueron exactamente los platos de los menús que acabaron ofreciendo y si lo conseguimos les presentaremos sus confesiones.
 
Esperemos que su lectura les estimule el apetito y si les caen cerca, no duden en ir a conocerlos. Siempre hemos aplaudido este tipo de iniciativas y puestos a darles vidilla ¿que mejor que a los que apoyan nuestros crímenes de papel?

No se pierdan las próximas entregas, sabemos que ustedes también comen, ahora solo falta que comen - ten.

El triángulo que forma La Barceloneta visto desde el mar



viernes, 18 de marzo de 2011

La playa de los ahogados

Lo empecé hace once meses y no pude pasar del primer capítulo. Lo que en el se narra es tan vivido que me retrotrajo al ingreso hospitalario de mi padre. Y eso que, está descrito de forma tan entrañable y cariñosa que resulta divertido pero mis emociones aún estaban demasiado a flor de piel como para soportarlo.

Ahora he vuelto a el y una vez empezado ya no he podido evitar sustraerme a su lectura y he aparcado otras para dedicarle exclusividad y tiempo pausado que es lo que pide este libro.
Hay libros fast food de trago rápido. Otros, como este, son largos en boca, como una copa de oporto o de orujo, como ejemplo de proximidad geográfica.

Es una  historia que cala y deja poso. Domingo Villar es autor de sentimientos que no sentimental; al leerlo se entra en otra dimensión en la que nos movemos al ritmo cadencioso de sus protagonistas de tal modo que vivimos sus emociones y dejamos de ser espectadores para pasar a ser actores. Es así como nos gana.

Panxón, su puerto y su lonja y su letrero de prohibido escupir, y también Monteferro ya no son lugares geográficos de dudosa ubicación, son sitios donde hemos andado y que ya no olvidaremos. Son fotos en el álbum de los recuerdos.

Villar dirige a su comisario Leo Caldas y a su segundo, Rafa Estévez sin cortapisar sus iniciativas de ahí que no estén rígidos en su papel y lo desempeñen de forma harto natural.

Los secundarios están mimados para que encuentren su sitio y se sientan cómodos y transmitan credibilidad. Los paisajes y los lugares se funden con los protagonistas y nunca son simple atrezzo añadido sino que los vemos y andamos en ellos y los conocemos casi mejor que si estuviéramos de veras. Ya somos uno más en el grupo de los catedráticos, Carlos nos pone su vino y nos saluda con la complicidad de los habituales, tenemos ganas de ayudar en la poda de la viña y estamos ansiosos por ver el resultado de la nueva plantación. Extrañamos a Alba.

Salivamos cuando describe la comida, la nariz se expande y huele los aromas que emergen de los guisos y el estomago ronronea con la esperanza de que lo llenen. Y mientras esperamos, no falta ese sorbo de vino blanco fresco. No falta nunca.

¿Que estamos bebiendo, Caldas? Por Vigo se diría que albariño, pero quien sabe, igual estamos degustando alguna de esas variedades minifundistas de rico aroma y sabor, solo disponibles para vecinos privilegiados.

Hacia tiempo que una novela interrobang no me atrapaba tanto y me dejaba al acabar tan buen sabor de boca. Como un buen blanco; gallego, eso si.

Si duda alguna Domingo Villar ha pasado a ocupar su merecido espacio en la libreta de los autores refugio. Los que nunca fallan. Nada que ver con La libreta de los idiotas.

El blog amigo de Mis detectives favoritos tiene un magnífico regalo: nos explica porque un joven Leo Caldas decidió hacerse policia. Disfrutenlo aquí: El último verano de Paula Ris



viernes, 11 de marzo de 2011

¡Cómics a la vista!

Y un mar azul Mediterráneo con olas tapizadas de viñetas provenientes de los cinco continentes fondea en las playas de Barcelona a nuestros pies.

Luego, montados en ellas, cual alfombras mágicas podremos descubrir nuevos mundos que igual no están ni en este.

Muy buen cartel el de Ruben Pellejero.

Y buena ocasión para, además de novedades, encontrar ejemplares de cosecha limitada, para conseguir ejemplares firmados y para encontrar descatalogados y del género interrobang de cuando no estaba de moda y las historietas eran de tebeo.

Anótenlo en la agenda no sea que la memoria les juegue una mala pasada y codéense con frikis de todos los colores, sexos y edades.

Este año va de zombies. No se lo pierdan, se lo pasarán de miedo.

domingo, 6 de marzo de 2011

Los cuatro ríos

Fred Vargas, para quien aún no la conozca, es una escritora interrobang francesa, y desde sus inicios está empezando a aunar legión. Su particularísimo estilo está calando entre los seguidores necesitados de otro aire que no sea el frío nórdico.

Claro que, es especial. Se aleja de lo que últimamente estamos acostumbrados. Se aleja de más de lo mismo. Y a su vez le da un aire menos helado, más próximo y más humano.

No todo lector que llama a su puerta acaba entrando y si lo hace puede no acabar quedándose. Y no es que sea difícil, solo es peculiar. Distinta. Y es que nos gusta alguien capaz de enfrentarse a esquemas y replantear el género. Alguien valiente. Para lo demás ya tenemos los clásicos.

Pero hoy no vamos a hablar de sus novelas. Sino de su cómic.

Los cuatro ríos” es un cómic premiado y reconocido, escrito por ella, Fred Vargas, y dibujado por Edmon Baudoin.

Es un guión original lo que se le agradece enormemente (aunque con el habitual Adamsberg). Otros novelistas autorizan la adaptación a cómic de una novela ya publicada con lo que el resultado es incierto, mientras que cuando se escribe un guión se trabaja pensando en como será dibujado y visto, y, así, el maridaje es siempre bueno. Luego gustará o no, pero eso ya pertenece al decir de cada cual.

En sus textos en off y en sus diálogos se notan su innegable estilo narrativo y sus tics tan peculiares (por ejemplo sus colecciones de objetos sin relación aparente o aparentemente impropia).

El dibujo de Badudoin también es sui generis a medio camino entre esbozo y bosquejo que le da ese aire roto o a medio acabar, según como se mire el vaso medio vacío o medio lleno, que tienen sus emotivos y cercanos personajes, con sus vidas lanzadas como un tren en marcha.

El cómic es retazado en blanco y negro, pero aun así, con líneas que casi desdibujan más que delimitan, destila ternura y poesía. Porque Vargas es capaz de entrelazar emociones y prosa y porque Baudoin las sabe atrapar con la tinta y fijarlas en papel.

Si Fred Vargas no es fácil, tampoco lo es Edmon Baudoin y si su dibujo aparece de repente como basto y rudo, no hay más que entrar y mirar viñeta a viñeta lentamente para darnos cuenta con cuanto cariño trata a los personajes, como acaricia los rostros y como la mirada cobra vida en los ojos dibujados.

El también pertenece a este exquisito elenco de artistas capaces de innovar y es que los distintos pueden tardar en ser entendidos y aceptados.

Si antes decía que solo unos pocos comulgan con sus argumentos interrobang, también he de advertirles que no todos los anteriores comulgan con este cómic. Y es que el dibujo tal vez presente demasiadas aristas para cogerlo sin pincharse.

Pero también los erizos de mar tienen pinchos y su carne es deliciosa.

No les cuento de que va la historia, ya saben que no es estilo de este blog el informar de argumentos, solo de despertar la curiosidad para que ustedes investiguen y valoren si vale la pena explorar este territorio.

Si lo leen, lo han leído o lo piensan leer, cuéntennoslo; sus opiniones seguro que dan servicio a muchos otros. Ya saben, en comentarios.