domingo, 1 de septiembre de 2013

Castle 5ª temporada y Loft de Richard Castle

Castle es la serie televisiva que empareja un escritor de novela policíaca con el equipo de la 12ª comisaría de New York en la investigación de casos delictivos. La fértil imaginación de un escritor y el sistemático procedimiento policial unidos en la lucha contra el crimen.

En esta quinta temporada y después de como acabó la temporada anterior, se había generado mucha expectación sobre que iban a girar los nuevos episodios y ya desde el primero es evidente que hay dudas en los guionistas.

La serie empieza no respondiendo ni en un sentido ni en otro, y lo de nadar y guardar la ropa no es de recibo en una serie que ya no puede tratar las relaciones entre padre e hija (por edad y emancipación) y padre y novia (por evidencia) y escritor e inspectora de policía (porque la vida privada no puede desligarse de la pública) de igual forma que antes, pues lo acaecido en el último episodio de la cuarta temporada condiciona inevitablemente el futuro de la serie y marca claramente un antes y un después.

Entre dudas anda el juego, si se acercan en demasía hacia la parte amorosa la serie pasa al rosa descafeinado, si se minimiza el asunto ¿para qué rayos se destapó?

Se echa en falta la subtrama lineal del asesinato de Kate Beckett por la función de hilo conductor realizada; también se nota la casi total ausencia de una universitaria y emancipada Alexis, que hace poco fuera una adorable adolescente; y son insuficientes también los escasos y agudos sarcasmos de Martha, la madre de Castle, en una sombra del papel emprendedor que ha jugado en las primeras temporadas. 

Incluso los socorridos Javier Espósito y Kevin Ryan parecen fuera de juego. Javier sin relación estable, aunque alguien piense que lo suyo con Lanie Parish, la forense, aún no ha terminado y Kevin a la búsqueda planificada de un hijo en su matrimonio, con la tensión que supone fichar a horas convenidas según el reloj biológico.

Y por no olvidar que hasta el magnífico loft duplex de Richard Castle, refugio de innumerables episodios y torridas escenas, queda un poco sobreseído. Loft que en su fachada exterior es el edificio real que se encuentra en el 425 de Broome Street esquina con Crosby Street en el Soho neoyorkino. Y cuyo interior si que es puro decorado y que responde a la siguiente distribución en planta






En estas imágenes pueden recrear las escenas de cama entre los dos protagonistas (armario donde esconderse incluido), la cocina comedor y como no la obra fotográfica titulada “París Staircase, Down View” de William Curtis Rolf (para ver la web de este artista, pinchen aquí) que luce en la pared del estudio.


Pero fuera del paréntesis friki del loft y volviendo a la serie, aún navegando entre aguas y casi a contracorriente, episodio a episodio vuelve a coger ritmo de crucero y consigue remontar y no defraudar la confianza de seguidores.

A destacar especialmente el arco argumental que enlaza los episodios 15 y 16, guiño a Liam Neeson y a su particular Venganza, y que da pie a una situación de tensión máxima y a la aparición de un personaje inesperado que finalmente despeja una gran incógnita que se arrastra desde el principio de la serie.

Y ya no paran las sorpresas y los episodios al límite, miren sino aquel en que Ryan nos muestra una faceta de su personalidad y su profesionalidad completamente desconocida; y el 19 donde con motivo de los 100 capítulos emitidos se marcan un intenso y entrañable homenaje a La ventana indiscreta de Alfred Hitchock. Un capítulo cargado de suspense para conservar de por vida en la videoteca.

La temporada termina en el episodio 24 y como no podía ser de otra manera con un gigantesco interrogante: la inspectora Kate Beckett debe enfrentarse a dos situaciones dispares y decidirse en ambas, con la particularidad que supone que una no parece casar con la otra.

Castle es una serie para pasar el rato como la mayoría de este tipo. Pero a diferencia de las otras sigue siendo, no obstante su punto de humor que parece no tomarse nada en serio y precisamente por esto, una serie policial seria en sus planteamientos; y que además de ser entretenida, está bien interpretada, con los guiones policiales creíbles, bien realizada, bien fotografiada y muy bien iluminada. Y encontrar todo esto junto hoy en día en un producto de consumo es un lujo. Todo preparado para esperar con ansiedad el inicio de la próxima, la sexta ya.

Pinchen aquí para conocer más de las cuatro temporadas anteriores. 
Y pinchen aquí para saber más de las novelas de Richard Castle y el cómic.

Post scriptum: ya pueden leer la reseña de la 6ª temporada aquí.

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