jueves, 26 de febrero de 2015

La verdadera historia de la nariz de Pinocho de Leif GW Persson

¿Seguro que conoce la
verdadera historia de la
nariz de Pinocho?
Pinocho es un frágil y delicado muñeco de madera que tiene la enojosa facultad de hacer crecer su nariz si pronuncia mentiras. Algo tan evidente a los ojos de los demás como para mantener la boca cerrada y reflexionar muy mucho cualquier cosa que se quiera decir.

El comisario Evert Bäckström no es frágil ni delicado y no es de madera, es un humano que tiene la hipócrita facultad de empatizar con los demás a base de sarcasmos no descubiertos por su audiencia y de embutirse en una armadura de indiferencia a todo lo que no le importa. Debe ser de los pocos que por omisión consigue soliviantar a subordinados e interlocutores.

La verdadera historia de la nariz de Pinocho sin Evert Bäckström sería como un código binario sin unos.

La verdadera historia de la nariz de Pinocho es una novela negra que alberga en su interior, entre violencias descarnadas pasadas y presentes que hoy forman parte de la Historia Universal, la emotiva y sensible explicación del porqué del crecimiento del apéndice nasal de Pinocho.

Y todo ello configurando un caso de asesinato cuya aparente simpleza esconde una gran complejidad.

Bäckströn debe enfrentarse al asesinato de un abogado, Thomas Eriksson; uno de esos que resultan más peligrosos que los propios delincuentes a los que defienden. Uno de esos cuya muerte alegra a la sociedad aunque no esté bien ni pensarlo ni decirlo.

Caja de música de Fabergé
Y su alegría por ello es doble: tiene ante sí un apasionante caso de asesinato, que a cada nuevo descubrimiento tiene la habilidad de enredarse más y más, y tiene ante sí a alguien odiado, muerto a sus pies. La vida a veces tiene regalos inesperados.

La investigación se sucede en diversos frentes abiertos con tiempos solapados y es notoria la habilidad narrativa de Leif GW Persson para establecer conexiones y generar nuevos niveles de intriga manteniendo siempre acontecimientos históricos como telón de fondo, narrados de forma tal vez demasiado lenta, que realzan la trama inicial que casi resulta pueril ante la magnitud trascendente de hechos que cambiaron el mundo y cuyas consecuencias aún hoy no se han superado del todo.

El argumento, ricamente trufado de numerosos secundarios (lo mejor de la novela), sobre todo en la misma policía (hay cuatro personajes femeninos absolutamente impagables), que con su amplia y variopinta participación engrandecen el conjunto, es un inteligente enmarañado de tramas y subtramas con irritantes momentos estelares del comisario Bäckströn y su pasional entrega por las necesidades básicas: comida, bebida, sexo y dinero. Y ahí juega un papel destacado el supersalami y no precisamente para satisfacer la primera de las necesidades reseñadas.

Pez rojo, loro, conejo, perro, se diría que entramos en una tienda de mascotas pero no es así; que acompañamos a Alicia en su onírico periplo, tampoco.

Simplemente acabamos de entrar en el universo del comisario Bäckströn y prepárense para topar con un elemento tirando a bajo y tirando a obeso, con buen gusto para vestir y cuidadoso con su higiene además de glotón, alcohólico que controla, machista, homófobo y animalofobo, que hará las delicias de primarios (si leyeran) y despertará las iras del resto. Un primate inteligente.

Leif GW Persson escribe una novela en la que el contrapunto a la dejadez del comisario lo ofrece la implicación femenina en todos los frentes donde se mueven y que en la novela son mayoría. La mujer trabajadora siempre peor pagada y peor considerada que los hombres. La mujer como víctima silenciosa de un machismo que, visto lo visto, tiene más cuerda que la que mueve a Bäckströn.


Esta es la tercera entrega, la primera fue Linda, como en el asesinato de Linda, la segunda Quien mate al dragón.

2 comentarios:

  1. Me lo apunto. Tiene pinta de huir un poco de la novela negra nórdica al uso, ¿no?
    Un placer leerte como siempre, Jordi.

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    1. Tendrás que vértelas con alguien realmente distinto al prototipo de policía, alguien que no quisieras tener como amigo.
      Saludos

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