jueves, 28 de junio de 2018

El beso de Tosca de Nieves Abarca y Vicente Garrido

Tosca es al melodrama lo que
El beso de Tosca  al thriller.

Todo sucede ¡mamma mia que suceso! por algo; es la ley de la causalidad y si metes la mano en un avispero y la agitas no hay que ser adivino para saber lo que va a suceder.

Marc Roselló, un prometedor barítono que acaba de triunfar en Don Giovanni, y Miguel Sanchís, un tenor amigo de Marc desde la infancia, no solo han metido la mano en uno sino que se han sumergido enteros al ayudar a escapar a una joven de su proxeneta y salir indemnes es su deseo pero no parece que vaya a ser posible.

A todo esto, dentro de poco, Marc se va a estrenar en el teatro barcelonés El Liceu, una gran oportunidad, interpretando al pérfido jefe de policía Scarpia en la ópera de Puccini,Tosca, un papel especialmente codiciado.

Y mientras, en la misma ciudad, un comando de iluminados ha decidido castigar a la sociedad capitalista que ha dado la espalda a los principios universales de recogimiento y humildad mediante un atentado.

El proxeneta y hombre con intereses diversificados en varios negocios, Berto Areces, es alguien con mucho poder y mucho dinero y ambos muchos compran silencios, favores y sicarios y permiten proyectar una imagen de triunfador y generoso mecenas, fachada que esconde truculencia ambiciosa y despiadada.

Fuera del teatro la ficción ofrece realismo, dentro verosimilitud, como no podía ser de otra manera siendo escrita por un dueto.

Estructurada como una ópera, arte al que rinde entregada pleitesía, de cuatro actos, El beso de Tosca desarrolla una trama acorde donde el melodrama se vehicula a ritmo de thriller y sale del escenario para representarse en el mundo real y narrar ante todo y sobre todo una apasionada historia de amor.

Nieves Abarca y Vicente Garrido
Nieves Abarca y Vicente Garrido, una vez más y es así desde su inicio, no pueden resistirse a seguir provocando a los puristas del género. Y, honestos como pocos, otros se aferran a repetir clichés, salen de su zona de confort y buscan un giro en su producción que sorprende y satisface por igual: Tosca es al melodrama lo que El beso de Tosca al thriller.

Al grito de los estereotipos son para los otros, retuercen un argumento de planteamiento sencillo para dotarlo de inquietud manejando a la perfección el tempo narrativo y la dosificación de la acción. Pervierten la escritura para que deje de ser medio y se convierta en un fin por sí misma, al igual que un aria deja de ser canto para mutar en sentimiento.

La belleza estética de la opera convive con argumentos perversos, de ahí su grandeza. Del mismo modo que el binomio Nieves Abarca y Vicente Garrido aúna en sus argumentos veleidades estéticas con sordideces mundanas.

Así a las escenas sublimes del teatro donde el ruin se esconde en sus artimañas les siguen otras de igual calado pero que el escenario donde transcurren es un cuadrilátero donde dos contendientes se fajan hasta no poder más en combates igual de amañados, igual que en un despacho alguien despliega su poder sin miramientos ni remordimientos.

En el melodrama todo es intenso: vivir, amar, soñar e incluso morir. De hecho así debería ser la vida.

Como sucediera en la novela anterior Los muertos viajan deprisa hay también en ésta alusión al mundo literario noir, pero a diferencia de aquella donde se ajustaban cuentas con veleidades ahora en cambio se enaltecen figuras como Zanón, bendito taxista, y Hill, reseñados también en este blog. Dos de los grandes.

Cinco novelas indispensables para entender el thriller de este país. ¿Por qué será que da la impresión de que todo es un calentamiento y que aún no han escrito su gran obra?

Todas sus novelas han sido reseñadas en este blog y deberían leerlas por orden y sin más dilación:









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