miércoles, 5 de octubre de 2011

Chicago, el musical

En 1924 la periodista Maurine Dallas Watkins es designada por el periódico Chicago Tribune para cubrir los juicios de dos asesinas que despiertan interés popular.

Las columnas de la periodista resultan tan seguidas que, bien asesorada, decide transcribirlas en obra de teatro que antes de su estreno ya tiene el éxito asegurado.

En 1975 el melodrama se transforma en un musical que con distintas revisiones aún mantiene su éxito. En 2002 reconvertida en filme logra dos oscar, rejuvenece la obra y la populariza a todos los niveles sociales.

La historia ya la conocen: amantes aprovechados, mujeres despechadas, maridos cornudos, carceleras corruptas, abogados vanidosos, periodistas ansiosos y público veleta.

De lo más negro que se pueda esperar: asesinatos, chantajes, soplones, mentiras, falsedades, sexualidad, sensualidad a raudales y el jazz.



Femme fatale por convicción, por necesidad, por ignorancia, por arribismo, por venganza... tanto Velma Kelly como Roxie Hart se convierten por deseo y por voluntad propia en el epicentro del cotilleo social de la época.

Todo girando alrededor de ganarse la simpatía del poder mediático y la lástima del público, para cautivar al juez y al jurado y obtener la libertad y conseguir la fama.

"...ya se sabe que hay hombres que no toleran el ársenico..."

Blog Interrobang ha celebrado su primer aniversario viendo el musical en Barcelona, donde ahora se está representando, y aunque es mejorable en varios aspectos mantiene intacta la negra historia y la emoción que supone ver un esforzado grupo de profesionales tocando música, cantando y bailando en riguroso directo, con instrumentos afinados, voces esplendidas y unos cuerpazos de lujo. Si por proximidad geográfica tienen ocasión de verla, no se la pierdan. Tatarearán durante días sus canciones... "mister celofán, debí llamarme mister celofán..."


Y si no es así siempre pueden recurrir al DVD, magnífica adaptación, entendiéndola como tal, de Rob Marshall con actores de reconocida solvencia: Catherine Zeta-Jones, Renée Zellweger, Richard Gere, y una inconmensurable Queen Latifah, que resuelven el vodevil sobrados y que hacen corta la duración del filme.

Un Chicago en blanco y negro iluminado por bombillas de prisión y por bombillas de reclamos de cabaret, locos años veinte. ¿Quién dijo que el asesinato no puede ser un arte?

sábado, 1 de octubre de 2011

Blog Interrobang cumple 1 año

La ventaja (hay que buscarle alguna) de tener una edad, de que guste la lectura y de que se haya tenido posibles para comprar libros es que se llega a atesorar gran cantidad de ellos hasta configurar una biblioteca que se auto recicla simplemente por falta de espacio. Y así, hay libros que acaban en casa de amigos, liberados en bookcrossing o donados a los locos.

La biblioteca de casa supone varios miles de volúmenes, cómics aparte, de los que el género interrobang está representado a día de hoy (los acabo de contar) por 746 libros.

Novelas que leí hace décadas se postean ahora en blogs desde la sorpresa del descubrimiento que supone para el bloger y me parece tan fascinante ser espectador de ese momento que solo puedo recordar como me entusiasmaron también a mi y como fueron la causa de que leyera tanto. Y de que relea ahora alguno.

Es lo que tienen los libros: que para alguien siempre son una primera vez y esto es algo mágico que nunca desaparecerá.

Y ayudar a descubrir y compartir es el motivo de que naciera este blog interrobang (díficil fue la elección del nombre) y que hoy cumpla 1 año.

Les supongo conocedores de la tradición de felicitar los aniversarios e incluso hacer regalos, por eso, y en confianza, este blog interrobang hoy les va a pedir que le hagan un regalo.

Les pide a todos los seguidores identificados y a los que, sin estar dados de alta, también lo siguen habitualmente, que escriban un comentario, uno solo, sobre:

- el post que les gustaría leer y que todavía no han visto publicado
- el que les ha gustado más (sus motivos tendrán) de los ya leídos.

Como que tal vez alguno de ustedes sea reacio a comentar, he tomado un rehén prestado y no dudaré en cumplir la amenaza o sea que si no quieren cargar con un paticidio sobre su conciencia ya están empezando a escribir.

Es poco lo pedido por lo que no dudo que le harán este regalo al blog; a cambio el se compromete a seguir publicando, que aunque suene a amenaza no lo es.

Hasta el próximo post, que ustedes lo maten bien.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Manuel Vazquez Montalbán y Can Solé

Restaurant Can Solé
C/ de Sant Carles, 4, Barcelona. Tel. 932 215 012 http://www.cansole.cat/

Recuerde: clic en foto para ampliar

Manuel Vázquez Montalbán, Manel (como lo recuerda Josep María) era un asiduo de la cocina de Can Solé a donde iba siempre que podía, solo, con su familia o con amigos, pero nunca nada de trabajo ni de conversaciones serias: disfrutar de la comida, la bebida y pasárselo bien.

La estrecha relación con El maestro de la novela negra ha propiciado la implicación de este restaurante, y otros agrupados bajo el sello de Barceloneta Cuina,  en la Semana Negra de Barcelona 2011 (ver este post anterior).

Del restaurante Can Solé se lee en la red que ofrece el mejor arroz caldoso del Mediterráneo. Y no sabemos hasta que punto es cierto pero si sabemos que su arroz caldoso es para comérselo a cucharadas y nunca mejor dicho.

Los granos de arroz están en su justo punto y el suquet es néctar líquido; a partir de aquí acompáñenlo con lo que Josep María les sugiera: espardenyes, erizos, vieiras, almejas, bogavante... y empezarán comiendo en el plato y acabarán atacando directamente a la cazuela. Sin pudor.

Y así como el vino va ofreciéndonos nuevos matices a medida que se va abriendo, el sabor del plato, todo mar, va mejorando con el reposo, siendo el final un matrimonio de sabores y aromas que parece una fiesta.

De entre tanta oferta el escritor Manel tenía su favorito en el arròs amb espardenyes, arroz que esperaba degustar a su vuelta de Bangkok como así acordaron con Josep María el día antes que saliera su vuelo hacia oriente:

- “Ja em pots anar preparant un arròs amb espardenyes per quan torni”
- “Això està fet”


Manel no volvió para degustarlo en un triste suceso que hoy forma ya parte de la historia.

Ahora Josep María nos ofrece su receta original para que podamos hacerlo en casa y saborear esta exquisitez tan elogiada no solo por Manuel Vázquez Montalbán si no también por todos los que lo han probado.

Y si no se atreven a hacerlo, vayan al restaurante Can Solé y háganse el regalo de pedirlo. Y sabrán por que Can Solé lleva 108 años sirviendo comidas y porque sus paredes están llenas de amigos de sus amigos.

Arròs amb espardenyes

Ingredientes para 4 personas:

440 gr. de  arroz                            
600 gr. de espardenyes

Sofrito de tomate                          
Sal y Pimienta
Aceite de oliva virgen                     
Fumet de pescado





Preparación del Fumet:

- Pondremos al fuego una olla con agua y prepararemos la base para el fumet, una de las partes fundamentales de los arroces y fideuas. En  dicha olla cortamos y ponemos puerros, cebolla, tomate, pescado de roca, galeras, cabeza de rape y también le añadiremos, una vez sofrito aparte, el hígado de rape.
- Salpimentamos y dejamos reducir.

- Una vez ha reducido pasamos por el chino y rectificamos de sal al gusto.

Preparación del arroz:

- En una cazuela de hierro ponemos el sofrito, el fumet y el arroz, una vez empiece a hervir se le añaden las espardenyas, troceadas o enteras.
- Esperaremos unos 15 minutos y pasado este tiempo iremos probando el arroz para encontrar su punto justo de cocción.
- Rectificaremos de sal si hiciera falta y depositaremos la cazuela en la mesa y pondremos un cucharón colmado en un plato hondo dejando el resto para ir sirviendo a voluntad.


Tanto si se atreven a prepararlo como si deciden tomarlo en el restaurante ya nos comentarán la experiencia.

Este blog tiene más post de Gastronomía. Veánlos aquí.

viernes, 16 de septiembre de 2011

El vendedor de estropajos

Pi es su nombre, pero no es su nombre verdadero, es lo que le queda de el. Es un nombre roto como lo es su vida, la que arrastra, junto a su carrito de supermercado, llamado Martin, por las calles de París.

Pi se reconvierte en un vendedor de estropajos a domicilio desde el día en que encuentra 9.732 de ellos en una nave abandonada. Ahora tiene una misión concreta y no piensa parar hasta venderlos todos, uno a uno, a 1 euro la pieza.

Su vagabundeo ya no es vagancia, es consecución de su destino. Al acabar el día, antes de dormir echa cuentas de como va su bussines case, lleva vendidos 512: es bueno en números.

Pero el asesinato viene a turbar sus operaciones y su rol pasa de ser un sin techo a testigo protegido. Quien sabe, tal vez en la comisaria alguien necesite un estropajo.

Su habilidad matemática puede ser un buen aliado en la investigación, y el número que se llama igual que el y su relación con la circunferencia puede terminar de redondearla.

Edmond Baudoin se atreve de nuevo con un texto de Fred Vargas, en esta ocasión sus dibujos manchados, sus retazos desmadejados, como hechos con tiza sobre un encerado, ilustran el relato corto “Cinco francos la pieza”, bautizado para la ocasión como “El vendedor de estropajos” y al igual como hiciera con “Los cuatro ríos” (revísenlo en este enlace) hay que reconocer que entre dibujante y narradora hay muy buena química.

En este cómic la conocida introspección del comisario Adamsberg tiene correspondencia en la de Pi y entre ellos surge una relación con el inconfundible olor de la honestidad por encima de sus diferencias naturales.

De nuevo un cómic complejo, como no podía ser de otra manera siendo quienes son los padres de la criatura, y de nuevo un cómic agradecido. Un cómic que se disfruta mucho más en la relectura. Un gran cómic interrobang.

Tapa dura, formato intermedio, edición muy cuidada de Astiberri, 12€ PVP: una muy buena relación calidad precio.

En un apéndice al final del cómic, Baudoin reflexiona sobre la dificultad de plasmar con pincel y papel los requerimientos de Vargas y se pregunta: ¿cómo se pinta la soledad? Y alguien debería decirle que ya lo ha conseguido.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Un dedo con un anillo de cuero

Es una novela mesetaria, donde los caracteres de las personas van parejos con los caprichos de la naturaleza, donde en verano, con el sol, las temperaturas son extremas y la vida puede depender de estar a sol o a sombra. En verano, con el sol, se cuecen las pasiones de tal forma que se funden y mimetizan con los paisajes donde transcurren.

Los personajes de esta novela están cincelados por las inclemencias del tiempo y por la condición rural donde transcurren sus vidas: Renada es un pueblo amurallado, cuyas paredes más parecen construidas para encerrar a los de dentro que para no dejar entrar a los de fuera.

Y en esta atmósfera de provincias, donde las horas del reloj parecen no tener días y el calendario lo mueven los pájaros con sus vuelos migratorios, donde todo parece aletargado alrededor de partidas de mus y brasa de cigarrillos, entre tanto hombre a medio vivir, aparece Yedra.

Yedra es una hermosura. Yedra es una amapola en medio de un campo de trigo seco y quebradizo.

La atmósfera se va haciendo más y más inquietante a medida que van cayendo las páginas, a medida que vamos tomando conciencia de lo sucedido y de lo que sucederá, a medida que el temor se torna pavor y el miedo angustia, a medida que se acerca el desenlace y con un giro muy bien estudiado todavía nos sorprende con más dolor.

El escritor, José Ramón Fernández, sabe lo que se trae entre manos y nos mece en el columpio del tiempo, ahora detrás, pasado, ahora delante, presente, arriba, tocando el cielo, abajo, penetrando en el infierno, en incesante vaivén para ofrecernos un final muy digno, muy literario, muy negro.

Un dedo con un anillo de cuero es una crónica criminal que relata unos hechos y unas vidas que se entrecruzan para demostrar que el mal enraíza en cualquier lugar y que demuestra que uno no va nunca en busca de su destino sino que este le pilla a uno cuando menos se lo espera.

Eugenio Cano, el editor, debe sentirse muy orgulloso de tener esta novela en su catálogo, y por el mimo con el que la ha editado y por la original portada con la que la identifica no cabe duda que nos sorprenderá con más de esta calidad.

Habrá que seguir las novedades de esta editorial y si José Ramón Fernández, consigue deshacerse del abrazo al que lo tiene sujeto el teatro nos va a deparar muchas negras alegrías (resulta que este filólogo es un incansable y productivo dramaturgo multi premiado, multi estrenado, multi alabado).

Un dedo con un anillo de cuero es una novela corta, concisa y directa. Hacía tiempo que no topaba con algo tan distinto, tan digno, tan de aquí. Nada que ver con la low quality que nos tiene acostumbrados últimamente este mercado prêt a porter del género interrobang que tan de moda está y que aprovecha para dar gato por liebre.

Un dedo con un anillo de cuero aporta un nuevo sabor totalmente distinto. Pruébenla y se convencerán.

La gané, en un pack de 2, en un concurso de Calibre 38 (blog donde Noemí Pastor acaba de publicar su reseña sobre esta misma novela, leánla aquí, y vean otro punto de vista) y sin duda alguna es como me vaticinó Ricardo Bosque: “No solo te llevas dos libros, te llevas dos joyitas”. Cuanta razón tienes Ricardo.