jueves, 18 de diciembre de 2014

El sabor de Venecia de Donna Leon y Roberta Pianaro

A la mesa con Brunetti
El sabor de Venecia es un libro de recetas de cocina veneciana, que aunque esté en Italia no de se debe confundir con un libro de recetas de cocina italiana, elaboradas por Roberta Biba Pianaro (cocinera y joyera a partes iguales y mejor amiga de la escritora) acompañadas de los recuerdos y vivencias de la escritora Donna León por su Venecia y por los pasajes de las novelas protagonizadas por su comisario Guido Brunetti en donde aparecen algunos de los platos que tanto la autora como su personaje degustan habitualmente.

Donna Leon introduce cada capítulo dedicado a un tipo de comida con textos íntimos de su día a día por la ciudad aguada que dotan al libro de una particular forma de entender la comida y su elaboración como algo que ha de ser compartido y disfrutado desde el pensamiento del plato, a la compra de los ingredientes, a su elaboración y finalmente a su degustación.

Cocinar para comer es una forma de materializar cultura. Comer es un placer que no hay que enturbiar bajo ningún concepto. Como lo es también la lectura. De ahí que a cada cosa se le asigne un tiempo y un momento.

Biba e Donna
Donna Leon ha tomado prestado de Paola Brunetti, la mujer del comisario, las recetas que a lo largo de las novelas protagonizadas por su marido ha ido elaborando día a día tanto para la comida como para la cena y le ha pedido a su amiga Biba que las transcriba y complemente con otras de igual interés para que todos los lectores puedan disfrutarlas.

En este recetario, como todo libro de cocina que se precie de ser usable, encontramos los platos clasificados por categorías:
  • ·         Antipasti (Entremeses)
  • ·         Primi piatti (Primeros platos)
  • ·         Verdure (Verdura)
  • ·         Pesci e frutti di mare (Pescados y mariscos)
  • ·         Carni (Carnes)
  • ·         Dolci (Postres)

Y entre las recetas, como tropezones en una sopa, las referencias, si las hay, a las novelas en las que aparecen, con los párrafos enteros para rememorar la ocasión:
  • ·         Antipasto di mare (Muerte en la Fenice)
  • ·         Huevas de sepia (Un mar de problemas)
  • ·         Fusilli con aceitunas (La chica de sus sueños)
  • ·         Penne rigate (Vestido para la muerte) el plato preferido de Brunetti
  • ·    Tallarines con porcini (El peor remedio)
  • ·         Lasaña (Veneno de cristal) la receta de la madre de Brunetti
  • ·         Ravioli con funghi (Nobleza obliga) la receta de Chiara
  • ·         Rissotto de calabaza (Muerte en un país extraño)
  • ·         Risotto con apio y puerros (Líbranos del mal)
  • ·         Arroz con guisantes (Amigos en las altas esferas)
  • ·         Pasta con alubias (Muerte y juicio)
  • ·         Sopa de lentejas con panceta (Justicia uniforme)
  • ·         Calabacines condimentados (Amigos en las altas esferas)
  • ·         Alcachofas rellenas de jamón (Líbranos del mal)
  • ·         Radicchi ahogados (Piedras ensangrentadas)
  • ·         Rape con tomate (Veneno de cristal)
  • ·         Lenguados con alcachofa y rúcula (Piedras ensangrentadas)
  • ·         Lubina al horno (Malas artes)
  • ·         Calamares rellenos (La chica de sus sueños)
  • ·         Camarones con verduras (La chica de sus sueños)
  • ·         Chuletas de cordero (Piedras ensangrentadas)
  • ·         Filete de ternera con romero y panceta (Justicia uniforme)
  • ·         Higado con polenta (Muerte en un país extraño)
  • ·         Estofado de buey (Un mar de problemas)
  • ·         Cerdo con setas (Mientras dormían)
  • ·         Lomo de cerdo con champiñones (La chica de sus sueños)
  • ·         Conejo con aceitunas y nueces (Malas artes)
  • ·         Tarta de manzana (Un mar de problemas) la receta de Paola
  • ·         Pastel de peras con crema (Malas artes)
(Impriman y recorten este subíndice de recetas aparecidas en las novelas de la serie ya que en el libro no aparecen agrupadas)

Cocinen en Navidad la comida del comisario Brunetti y conviértanlo en un homenaje negrocriminal en la Venecia de su casa.

Y ya puestos haremos caso de las órdenes de la mamma que se nos hace la boca agua: "A tavola, tutti a tavola. Mangiamo"

domingo, 14 de diciembre de 2014

Piedras ensangrentadas de Donna Leon


La sangre de un vu' cumprà
también es roja
La Navidad llega inexorablemente cada año despertando sentimientos enfrentados pero generando siempre ilusión, aunque sea en algún lugar recondito del pensamiento. Una ilusión infantil, inquebrantable, y manifestada, quizás, a través de un imperceptible gesto.

Guido Brunetti se sorprendre a si mismo el enfrentarse al abismo que supone intentar comprender que a cada uno de nuestros gestos, de nuestros actos, a cada nanosegundo de nuestra existencia se producen igualmente más de dos mil millones de gestos y actos simultaneamente: uno por cada habitante del planeta.

Y que, logicamente, no todos responden al mismo estimulo: hay amargura, placer, dolor, hastío, ilusión, ensueño, placidez, desesperación...

En cada uno de nuestros momentos, hay otros momentos para otros. La Navidad de cada cual es distinta de la de los demás.

La Navidad supone también regalos. Darlos y recibirlos. Para unos, derroche de ostentación y riqueza añadida, para otros, un momento de ilusión robado a la realidad. Los regalos suelen ser materiales pero también los hay intangibles. No se tocan, pueden no verse,  pero se sienten.

Quien elige un regalo acude a tiendas físicas o virtuales para su adquisición. Pero los vu' cumprà también son una alternativa. Resultona y barata. Aúnque sea copia. Aunque sea ilegal. A los menos favorecidos no les importa el establecimiento donde se haya comprado.

Vu' cumprà en Venecia
Los vu' cumprà son a Italia lo que los top manta en España: vendedores ambulantes de origen africano. El neologismo proviene del sonido 'Vuoi comprare?' con que vocean su mercancia.

Los vu' cumprà extienden su manta y exhiben junto a su mercancia su soledad y su desdicha, bajo el orgullo de defender su condición de persona, de ser humano que demanda, suplica un trato igualitario.

Incluso en el acto de morir se puede ser igualitario. Como igualitaria ha de ser la investigación policial para esclarecerlo. Aunque el muerto sea un 'vu cumprà y precisamente por eso.

El comisario Brunetti deberá hacer frente a un caso de asesinato de un vu cumprà que le supone una constatación sociológica de lo que los inmigrantes, con o sin papeles, son personas que solo buscan sobrevivir un poco mejor de lo que lo harían en su entorno nativo, aunque el precio que deban pagar para ello solo lo conocen quienes lo padecen.

Y como marido y como padre también deberá hacer frente a un contraste de pareceres familiar fruto de prejuicios inducidos y asumidos sin recelar.

Piedras ensangrentadas narra la investigación de un asesinato que encierra una trama policial en una Venecia en la que los turistas disfrutan de su particular Navidad. Una Venecia llena de frío y humedad.

Donna Leon manda un mensaje navideño cargado de crítica social en una novela con distintos niveles de lectura: una apasionante novela policíaca; una interesante reflexión sobre el endogamico sentido de ser ciudadano de primera. 

miércoles, 10 de diciembre de 2014

El viaje del perdón a Glen Orchy de Anne Perry

Esta novela corta, El viaje del perdón a Glen Orchy, es la primera de la serie que bajo el nombre de 'Historias de Navidad' conforma un total de nueve novelas publicadas hasta ahora.

Anne Perry decide ofrecer su particular visión de las fiestas navideñas en las que, en abetos y estancias, lucen cadáveres además de ornamentaciones y (a menudo falsos) buenos deseos de hermandad.

En esta primera novela de la serie 'Historias de Navidad' aparece lady Vespasia Cumming-Gould (efectivamente la misma que encontramos en la saga Pitt) despierta un cierto instinto detectivesco y denota unas habilidades que, sin proponérselo, acaban teniendo resultado exitoso en destapar lo criminal.

En la mansión Applecross, en Berkshire, discurre una fiesta protagonizada por gente bien de la alta sociedad y durante su desarrollo se sucede un terrible suceso en la persona de Gwendolen Kilmuir que rompe el encanto al que se habían entregado los asistentes.

En su miopía aristocrática no atinan a ver más allá de lo que para ellos resulta ser un mero estorbo inconveniente a sus placeres.

El modo de afrontar del hecho se reduce a una especie de juego; los presentes se conjuran en un juramento medieval; la persona acusada de provocar el hecho luctuoso deberá acatar y cumplir con un encargo, so pena de ser repudiada e injuriada publicamente en caso de no satisfacerlo.

El desenlace es un imprescindible viaje, penoso y largo, al norte, a las tierras altas escocesas. Un viaje que debe emprender la responsable de lo sucedido. Un viaje redentor.

Un viaje en busca de un perdón.

Un viaje expiatorio.

Un viaje que discurre entre regiones poco habitadas, entre localidades mal comunicadas; un viaje que se inicia con una clara intención pero que adquirirá otra y es que a lo largo de las etapas se conoceran aspectos ocultos cuya trascendencia tendrá un efecto imprevisto.

Anne Perry sitúa la acción de la novela en la navidad de 1852 y presenta los banales aspectos por los que se mueven los miembros de la alta sociedad en la época victoriana, absolutamente egoístas, hipócritas y despiadados.

Una novela para leerla bien abrigado junto a una bebida caliente: el ambiente entre los protagonistas es gélido y los paisajes nevados acentúan la sensación.

Una novela para pasar un rato de recogimiento. Quizá para congratularse de pertenecer al mundo de los simples mortales sin los dolores de cabeza que los ricos sufren en silencio para no mostrarnos su debilidad. Una novela para celebrar lo que para ellos solo son miserias.

viernes, 5 de diciembre de 2014

Seis días de diciembre de Jordi Sierra i Fabra

Seis días de diciembre transcurre en Barcelona desde el domingo 4 al viernes 9 de ese frío mes del año de gracia de 1949.

El ex-inspector Mascarell coincide con un ratero menor al que otrora detenía y con el que ahora tiene una deuda de gratitud. Es por eso, por la ética, y porque tiene una especial inclinación por los perdedores, por lo que decide ayudarlo en algo que parece una nimiedad y que el destino juguetón, por decirlo de forma suave, envuelve en muertes, vigilancias, golpes y mucho suspense.

Agustino Ponce, alias Lenin, ladrón por vocación vivencial y hábil aprovechador del despiste, ha robado una maletín de un taxi abierto esperando encontrar un botín que le asegure la supervivencia de su familia, mujer y parejita de hijos, durante un buen periodo de tiempo pero, para su decepcionante sorpresa, el maletín solo contiene papeles cuya importancia, si la tienen, no logra identificar aunque la imagina.

Pero hay algo más en todo el asunto y cuando empieza a complicarse decide que Miquel Mascarell es la persona más adecuada para echarle una mano que le saque del embrollo y si de rebote agarra un dinerito no le va a hacer ascos.

En Barcelona siguen los días grises. La cacareada paz sigue siendo una mordaza de silencio. Las fotos que gritan en blanco y negro desde las portadas de La Vanguardia Española solo vitorean al régimen y al clero. El resto no existe, salvo que se salga de la línea trazada en cuyo caso despunta para desaparecer de la circulación. Dura menos que la luz de una cerilla.

Miquel Mascarell luciendo sentimientos que no cayendo en el sentimentalismo, en su faceta más humana que le conocemos de las anteriores entregas, se debe una vez más a su código de justicia para no dudar en iniciar una investigación aún sabiendo que sus enemigos son muy poderosos. Y que el peligro no juega con pistolas descargadas.

En Barcelona no solo los días son grises, también lo son las calles, las plazas y los semblantes de los transeuntes. Por eso es imposible resistirse a esa belleza pelirroja que vestida a la europea aparece de la nada con una decisión y determinación envidiables.
Imposible resistirse a no volver la cabeza para admirar a esa joven de piel blanca, a esa "...mata de pelo rojo. Un color maldito, casi prohibido en la nueva España" que desplaza su cuerpo como una llamarada de fuego y luz.

Seis días de diciembre es una historia potente, de las mejores de la serie.

Identificando el arte, como cultura que es, como una víctima más de las guerras y convirtiéndolo en objeto de tráfico ilegal descontextualizándolo para reducirlo a mero dinero.

La trama de esta quinta novela de la serie es más rica al reflejar las colateralidades existenciales que conviven con el nudo argumental policiaco. Un nuevo caso para un Miquel Mascarell completamente asentado en la historia negra de este país. En la novela negra de este país.

Jordi Sierra i Fabra vuelve con uno de sus personajes más logrado, más querido, más vital. Vuelve con su repaso a esa época turbia en la que nunca hubo paz real, solo represión, venganza, torturas, cárcel y muertes certificadas por tuberculosis o debidas a intentos de fuga. Y vuelve para que nadie olvide.

Ahora que ya sabemos que la trilogía inicial dió paso a una serie con solución de continuidad esperamos con ansiedad la próxima entrega.

Recuérden en este mismo blog las reseñas de cada una de las novelas que conforman la saga y que no deberían dejar de leer o regalar:


lunes, 1 de diciembre de 2014

Londres después de medianoche de Augusto Cruz Gacía-Mora

Es una novela que es una película 
La novela Londres después de medianoche es la historia de una búsqueda, donde es casi tan importante el viaje como el destino. El proceso como el desenlace.

Una búsqueda auspiciada por la ambición, por el afán de coleccionismo, donde los encuentros y las ausencias a los que las pistas y los datos conducen resultan tan estimulantes que el deseo es que se sigan sucediendo y no se acabe de buscar.

Toda la búsqueda está envuelta de brumas del pasado con personas rodeadas de un halo ectoplasmático que permite dudar de si son personas vivas o solo recuerdos encarnados en cuerpos de marioneta.

El misterio conduce la narración por recovecos de la memoria confusos y dubitativos y lo desconocido se apropia de la eventual realidad que supone el tiempo presente sumido en su máximo dramatismo.

El tiempo es el enemigo. El tiempo que destruye los materiales perecederos, ya sean substancias químicas por contacto con agentes incompatibles o células cerebrales acorraladas por asesinos invisibles y eliminadas una a una con el Alzheimer como arma.

A McKenzie, un exagente del FBI, le encargan la misión de recuperar una copia del film Londres después de medianoche.

Fotograma del film London after midnight

Una película real de cine mudo London after midnight (en España se tituló La casa del horror protagonizada por el mito Lon Chaney y dirigida por Tod Browning en 1927.

Algo aparentemente posible si no fuera porqué podría no existir ninguna, a tenor de los datos disponibles fruto de otras investigaciones anteriores que no dieron frutos.

Londres después de medianoche arrastra además la leyenda de ser un film maldito y aquellos que se le acercan sufren sus consecuencias. Cuando se busca una película, la atmósfera cinematográfica puede impregnar de tal modo que se corre el riesgo de confundir la realidad con un rodaje.

Forrest J. Ackermna y su casa museo
Forrest J. Ackerman es quien está detrás de la búsqueda, un Ackerman, cinéfilo y coleccionista, que efectúa un cameo de su verdadero yo (1916-2008), preciso y sentido, y que en las postrimerías de su vida necesita visionar el film como el coleccionista que necesita pegar el último cromo en el álbum.

Para completar la colección. Para justificar toda una vida.

La evolución lineal de la trama se rompe en determinados momentos en los que gira sobre si misma, como una peonza, frenando el avance, abriendo posibles subtramas a las que no da continuidad, sobre reflexiones y recuerdos de McKenzie, como cuando su familia, el asesinato de Kennedy, su anterior cargo en el FBI…

Y termina de romper su ortodoxo procedimiento de investigación policial, hacia la mitad más o menos de la obra, para que desde pasajes de razonamiento frío y lógico de la realidad se acceda a otros llenos de emotividad visceral de una ficción casi lisérgica.

Tal como es a veces la vida, pero tan poco habitual como alternar bocado de carne con otro de pescado.

Augusto Cruz García-Mora
Augusto Cruz García-Mora ha demostrado ambición y desparpajo para armar esta novela. Mezcla de novela policíaca y delirio cinematográfico. Con toques de aventura y salpimentada de fantasía onírica.

Resulta una lectura curiosa. Tal vez los amantes del cine mudo encuentren en sus páginas cierta complicidad emotiva y por ello la valoren más y mejor. Tal vez encuentren un objeto para su colección.