domingo, 8 de enero de 2017

Morir no es tan fácil de Belinda Bauer

Forense es alguien capaz de
escuchar a los muertos.
La proliferación de nuevas voces en la novela negra lleva apareada nuevos registros, lo que equivale a renovación. Las inquietudes por salir del mainstream las lleva a explorar, desde el respeto pero con osadía, nuevas vías de expresión argumental sumamente interesantes.

La novela negra, esa etiqueta cada vez más omnívora que amenaza con devorar sus propios hijos para que nadie pueda diferenciar los originales de las copias, está cada vez más llena de estereotipos y cualquier intento de rebelión debe agradecerse.

Morir no es tan fácil es una muestra de esa heterodoxia que se sale y a la que hay que prestar mucha atención ya que aporta uno de esos nuevos registros a los que aludía.

Su argumento es el resultado de injertar a un tronco de novela policiaca, unas yemas de novela negra y otras de novela social, dotándolo de unos personajes principales desarraigados y egoístas, por acción u omisión y surgidos de unas relaciones familiares difíciles y complejas.

Patrick Fort es un joven universitario gracias al cupo de plazas para discapacitados: Patrick presenta síndrome de Asperger, es hijo de una familia, de la que solo queda la madre, que lo sufre como si fuera una maldición y al que culpabiliza de todos los males y desgracias hasta el punto de que el crío crece no ya solo en su mundo, por su condición, sino como si habitara en el averno.

Su interés por estudiar radica en profundizar en la práctica forense con cadáveres para despejar dudas que lo atenazan desde que falleciera su padre, hace años, sobre el sentido y significado de la muerte.

Y cuando la muerte le habla, en la forma en que esta se comunica durante una autopsia, para decirle que el cuerpo que está diseccionando podría no haber fallecido de muerte natural, Patrick tiene que potenciar su sociabilidad, tarea harto difícil dada su condición, para intercambiar impresiones y recabar información..

Y he ahí el momento en que la novela social gira a policiaca y es también el momento en que descubrimos a un Patrick luchando por vencer su inercia natural en un magnífico intento por superar sus limitaciones. Son dos momentos estelares de una compleja e interesante trama que va creciendo en intensidad a la par que va involucrando cada vez más a todos los personajes; como si en una orquesta se fueran sumando instrumentos a la melodía y esta fuera subiendo de tono hasta un final demoledor.

Belinda Bauer la autora de
'Morir no es tan fácil'
Belinda Bauer crea una novela que en su capa externa es policiaca con un crimen a resolver y que en una capa más profunda es una novela negra con un crimen más espeluznante.

Es una trama que golpea siendo imposible mantenerse indiferente y cuyo desenlace colmará todas sus expectativas incluso las que no sospechaban.

miércoles, 4 de enero de 2017

Noir de Dani Nel·lo

Noir es a lectura de novela negra como la llama al cigarrillo
A Dani Nel·lo lo escuché por primera vez en directo en el anual Festival de Jazz de Terrassa hace ya muchos años. Recuerdo que lo primero que pensé al verlo fue que su blanca piel iba a sufrir bajo el sol implacable que aquella mañana deshacía cerebros desprotegidos. A Dani lo veía nocturno, vampírico y allí, bajo aquel sol, parecía fuera de lugar. Extraído de su ecosistema y abandonado a su suerte en un planeta hostil.

Luego, una vez empezó a tocar, de nuevo en su habitat, nada era capaz de enturbiar su energía sobre el escenario, su buen humor y su contagioso ritmo.

Lo reencontré al leer la serie de novelas de Andreu Martín genéricamente denominadas Asesinatos en clave de jazz donde el escritor dedica cada novela a un detective conocido y la acompaña con un CD con piezas adecuadas para oír leyendo la novela e interpretadas por Dani Nel•lo (la primera a Pepe Carvalho titulada El blues del detective inmortal aparece en 2006).

Este tandem noir musical tiene su climax con el espectáculo Negra y Criminal: la ciutat de les ombres. Un montaje con textos propios de Dani y otros externos con el que posibilita un paseo entre sombras, humo, niebla y jazz.

Una maravilla que ningún aficionado a la novela negra debería obviar. Es como asistir a una emisión radiofónica de la época con los músicos en el estudio tocando en directo. Sólo faltaban anuncios intercalados para recrearla a la perfección. Aquí el enlace para verlo y oírlo.

Volvimos a coincidir en uno de los cientos de eventos que Paco y Montse performaban en su, hoy desaparecida, Librería Negra y Criminal y dejó de ser músico para ser uno más de los que compartimos esa pasión común que es el mundo de lo noir.

Contracubierta de CD Noir dedicado
Ahora ha sido este diciembre pasado en CavaUrpí en Sabadell donde actuaba junto a Lluis Coloma Trío; al salir le compré su CD titulado Noir que pedí me dedicara y no le comenté nada de lo que acabo de escribir: no soy de los que agobian y si de los que pienso que todo fluye, aunque esta vez le avisaré por Twitter por si quiere pasarse por aquí.

Noir, 2010 y reeditado en 2015, es una recopilación ambiental de ritmos de los años ’50: jazz, blues y rhytm’n blues de clásicos que Nel·lo reinterpreta con ese saxo que emplea paa contarnos historias, a ratos hablando otros susurrando, lamentándose o riendo jugando con ese vasto universo de sonidos propio del mundo de la serie negra; ese ambiente, ese humo de tabaco, esa iluminación tenue de lamparas de sobremesa...

Música para escuchar y evocar pero también para acompañar la lectura de cualquier novela de género, preferentemente novela negra americana por su fácil maridaje cinematografíco en blanco y noir:

01. Mr. Yo
02. Pink Master
03. One Mint Julep
04. Ascenseur Pour L’echafaut
05. Tight Like That
06. Harlem Nocturne
07. Personne Me L’a Dit
08. Night Train
09. Florence Of Arabia
10. Le Rififí
11. Rockin´At Cosimo’s
12. Up Lazy River

Dani Nel·lo: saxo tenor. Nono Fernández: contrabajo. Francisco Suárez: piano. Ramón Ángel Rey: batería. Jordi Prats: saxo alto en Personne Me L’a Dit

Aún están a tiempo de pedirlo a los reyes. No solo no se arrepentirán sino que lo agradecerán cada momento que suene.

domingo, 1 de enero de 2017

Sangre en los estantes de Paco Camarasa

Sangre en los estantes viene a ser una
guía de guías de novela negra y criminal.
Cuando empecé con esto de leer novela de género no existían blogs, claro que tampoco existía internet, ni la televisión en color ni por supuesto los móviles. La oferta era escasa, traducida con criterios provincianos y mal editada.

Cada novela descubierta en librería de viejo o de nuevo, era saludada con entusiasmo y con un aquí te pillo aquí te leo despachada febrilmente.

Se leía todo lo que encontraba mezclando subgéneros y autores (ni idea de los seudónimos) y saltando cualquier orden establecido (la mayoría de editoriales decidían la secuencia de lectura por intereses mercantiles que no culturales; vamos como ahora: en eso y en elegir cubiertas prefabricadas que dan pena, no han cambiado)

Se aprendía asistiendo a alguna charla casi clandestina (qué tiempos aquellos! los peligrosos éramos los lectores; bueno la cultura siempre ha sido un peligro para los totalitarios) y lectura de libros lazarillo como por ejemplo: Historia del relato policial de Julián Symons; La novela criminal donde Román Gubern agrupa reflexiones sobre el género de Gramsci, Eisenstein, Chesterton, Poe y Narcejac; y ya más tarde Diccionari de la novel·la negra nord-americana de Xavier Coma.

Guías de lectura de novela policiaca y negra de hace unos años y aún hoy imprescindibles
No sé cuantas más habrá pero la que hoy aquí se reseña, Sangre en los estantes viene a ser como una guía de guías; una excelsa carta de vinos. Los hay de distintas añadas, de distintas denominaciones de origen, de distintas bodegas, de distintas variedades pero todos, sin excepción, sumamente apetecibles y más si el somelierlibrero es capaz de explicarte las excelencias de cada uno de esa forma tan sencilla pero tan erudita que tiene Paco de decir las cosas.

Sangre en los estantes no es una historia del género, que lo es; ni una guía de lectura, que lo es; ni un diccionario de autores, que lo es; ni una selección ecléctica, que lo es; ni reflexiones de un librero, que lo son, ni una recopilación de anécdotas, que las tiene; ni una novela negra que efectivamente no lo es.

A los lectores va especialmente dirigida esta obra, pero también a profesores, tertulianos, periodistas, editores y sobretodo a libreros que sufrirán por intentar encontrar títulos inencontrables o descatalogados (recuerden, y para nada es publicidad interesada, que SomNegra envía a domicilio, con descuento y sin gastos de envío, y si puede incluso con dedicatoria) y es que contextualizando en la época a la que alude preferentemente Paco, este libro da unas ganas de leeeerrrrrr.

Postal de la Librería Negra y Criminal
(facilitada para este post por María Albert)
El libro toca todos los palos que estaban presentes en la Librería Negra y Criminal, es de kilómetro 0 y hasta tiene erratas, habitual en los tiempos que corren viene a confirmar que es ecológico y que no ha sido tratado con productos químicos, por lo que es apto tanto para omnívoros como para veganos; tanto para lectores habituales de género como para recién iniciados y además es para todos los públicos de cualquier edad o condición y de cualquier país ¿a qué esperan para traducirlo?

No está en la intención de la obra la visión crítica, Paco se cuida mucho de dejar claro que no es un crítico sino un librero y ha elegido cuidadosamente lo que le gusta aunque se le note cuando hay pasión y cuando información.

Y si acaso se permite alguna observación contraria lo hace con sutil ironía manteniendo la elegancia. Cuando se resalta tanto y tan bueno, la crítica viene implicita en la omisión y no hace falta verter sangre.

Un blog no lo es sino saca el lápiz rojo y por eso hay que reivindicar a la novela criminal japonesa gran ausente de este compendio. Una novela que vamos conociendo en cuenta gotas pero que cada vez gana más adeptos, entre los que me incluyo. Tal vez Paco se acerque por el blog y nos pueda comentar porque no ha tenido espacio en su obra para ella: sería interesante conocer su opinión.

A Sangre en los estantes se la lee de un tirón, con ansia por buscar eco a opiniones propias, por recordar lecturas ya olvidadas, por descubrir desconocidos y por ampliar miras y satisface todas las expectativas y ahora hay que retomarla y empezar a leerla de nuevo con pausas para ir tomando notas y volver a releer algunos de los más antiguos de los estantes (eso es lo que tiene Paco que transmite pasión hasta para releer) y empezar a buscar los que faltan.

Paco Camarasa y Montse Clavé
librero y librera
Paco Camarasa con la inestimable colaboración de Montse Clavé, ofrecen un álbum de cromos; hay que rellenarlo con los que faltan. Y buscar con quien intercambiar, que no gusta todo ni a todos ni por igual: tengui falti.

Pídanlo a los reyes, a los de verdad, a los magos, los otros no reciben, para ustedes o si ya lo tienen que sea para regalar a sus familiares, amigos, compañeros de trabajo, vecinos y votantes.

Sangre en los estantes es como una feria repleta de atracciones, con luces, música y paneles pintados de llamativos colores; un imán hasta que una vez todo visto llega la pregunta que da la salida: ¿por cuál empezamos?

lunes, 26 de diciembre de 2016

Everybody’s gone to the rapture

Everybody's gone to the rapture, caratula
Estamos ante un juego de mínima interacción, contemplativo. Recorremos atónitos el valle de Yaughton, en el condado inglés de Shropshire, donde el pueblo y las granjas aparecen sin vida. No hay nadie, solo luces. Las luces suplen las personas.

Como juguetonas luciérnagas nos acompañan en un deambular sosegado entre avisos de cuarentena clavados en las puertas, coches vacíos, objetos abandonados, coladas desatendidas, gotas de sangre y pájaros muertos.

Los receptores de radio emiten informaciones angustiosas. Los teléfonos retienen las últimas conversaciones.

Escucharlos, accionar interruptores, entrar en algunos edificios, capturar diálogos de luces y abrir puertas es el nivel de interacción: hay que asumir, pues, que mantendremos una actitud prácticamente pasiva a lo largo de toda la historia; a cambio vamos a ser los elegidos para conocer lo que pasó. Lo que motivó el vacío.

Son las 6:37 de la mañana del día 6 de junio de 1984 y estamos ante una situación que pronto se adivina como post apocalíptica pero de la que desconocemos todo y está claro que tenemos que investigarlo.

Everybody's gone to the rapture: secuencia de la estación de ferrocarril

Everybody’s gone to the rapture es un juego, en primera persona, absolutamente sosegante por sus desplazamientos deslizantes y para nada apresurados y por su música envolvente de agudos y púberes cantos al principio y más graves y adultos hacia el final.

Con un detalle asombroso en el diseño aún en las cosas más nimias y con el esmero que surge solo cuando el trabajo es oficio y el oficio placer. Es un juego concebido para disfrutar de su belleza inquietante.

Everybody's gone to the rapture: en el bosque, siguiendo la luz

Donde el recorrer los caminos y las carreteras, cruzando campos y rozando plantas oyendo el susurro del viento, el trino de los pájaros, mientras queden con vida, y el zumbido de las abejas va acompañado de los cambios de luz a medida que transcurren las horas. Y en la oscuridad de la noche todo es paz.

Un juego para jugarlo absolutamente a oscuras: las luces hablan por sí solas.Y las músicas son efectivas nanas que no incitan al sueño sino a soñar.

Un juego que deseas acabar pero solo para conocer la respuesta al enigma pero que bno quieres que se termine; no importa llegar al final ya que no hay premio por lograrlo y el disfrute está en jugarlo.

Totalmente heterodoxo en su planteamiento y en su desarrollo no se puede evitar el quitarse el sombrero ante lo tremendamente hipnótico que resulta el conjunto.

Everybody's gone to the rapture: los objetos inanimados
refuerzan la ausencia de vida

The Chinese Room es el estudio responsable de esta maravilla narrativa no lineal, con un argumento absorbente y una banda sonora que de pertenecer a un film sería candidata a premios.

Estudios con más renombre y mayor presupuesto deberían tomar ejemplo de lo que se puede conseguir anteponiendo argumento, estética y mensaje a efectos especiales, acción trepidante y nulo o vacío contenido. Ah! y con un doblaje al castellano perfecto.

Absténganse fanáticos de plataformas y buscadores de acción trepidante; todos los demás ya deberían estar jugando. Disponible para PS4 y PC Windows.


miércoles, 21 de diciembre de 2016

Están matando a los grandes chefs de Nan e Ivan Lyons

Crímenes espeluznantemente artísticos
y con un exquisito toque bon vivant.
Privar al mundo de las exquisiteces artísticas y gastronómicas de los grandes chefs, no solo por lo que hacen sino por lo que aportan permitiendo que otros muchos cocineros también sean generosos, es tan relevante como si se hubiera impedido a los genios del Renacimiento legarnos sus obras.

Un chef es un artista. Sus platos son obras de arte. Fruto de horas y horas de dedicación, ensayos, fracasos, pruebas y más pruebas hasta conseguir el resultado perseguido. Ha elegido cuidadosamente los ingredientes, el modo de cocinar cada uno y su presentación al servirlo. Ha buscado armonía de sabores, olores y colores. Ofrece un cúmulo de sensaciones al comensal concentradas en el poco tiempo que tarda el bocado en ser olido y degustado; tan efímero como una armonía musical, como el pico de un orgasmo, como el ensimismamiento que producen unos fuegos artificiales; tan efímero y tan placentero.

Y para ello no se necesita incorporar química ni cobrar abusivamente, aunque a la obra pictórica no se la tasa por la cantidad de pintura empleada ni a la escultura por el precio por kilo del material adquirido. Todo hay que ajustarlo a su contexto.

Asesinar a un chef, a uno de los grandes, a uno de los pocos, es absolutamente denostable y sin embargo alguien lo está haciendo; alguien se ha propuesto tal cometido y lo ejecuta con tal precisión en el detalle que su mise en place transmite la seguridad que tiene el artista antes de interpretar su solo; en este caso, su crimen.

Están matando a los grandes chefs con brillante planificación y mejor ejecución, los crímenes son espeluznantes y artísticos; cómicos sino fuera por lo trágico de su resultado. Cada asesinato busca en su mise en scène el paralelismo con el plato estrella de la víctima y el efecto final traspasa el simbolismo consiguiendo hacerle la boca agua a cualquier caníbal.

La novela incide en la crítica del ego sublimado que se les supone a los grandes chef y lo trata con humor satirizante evidenciando sus manías paranoides. Tiene en Natasha O’Brien, una gran repostera, activista feminista y columnista gastronómica, a su protagonista principal ya que las circunstancias la sitúan en tiempo y lugar de tal modo que resulta siempre la mejor sospechosa.

La secundan su ex marido Max Ogden, propietario de una cadena de Omelette fast food y Achille Van Golk alabado gourmet y editor de la revista Lucullus tan excéntrico como para emplear un exclusivo cognac como enjuague dental, vermut como colonia o de acomodarse a una dieta de adelgazamiento basada en exquisiteces de alto coste a base de reducir la cantidad pero no de prescindir de ninguna.

Cartel de la versión cinematográfica
de la novela
Achille Van Golk, verdadera alma mater de esta novela, es un egocéntrico, mordaz e insufrible snob (no se me ocurre nadie mejor para interpretarlo que RobertMorley que lo protagonizó en su versión cinematográfica de 1978, que no he visto (y salvo que alguien me convenza de lo contrario no pienso verla), titulada Pero… ¿quién mata a los grandes chefs? que contó además con Jacqueline Bisset, George Segal, Jean Pierre Casel, Philippe Noiret y Jean Rochefort, dirigidos por Ted Kotcheff y con música del gran Henri Mancini).

Nan e Ivan Lyons, que escribieron la novela en 1977, han combinado sabiamente los ingredientes para ofrecer un poco de todo, novela policiaca e inteligente comedia, humor y tensión, diversión y conocimiento gastronómico (no me importaría nada pero nada seguir los menús de la dieta de Achille Van Golk) con aporte extra de las estimulantes recetas, a título póstumo, de los grandes chefs asesinados.

Todo un placer sino fuera por el pésame, o sea un pésame placentero.

El recuerdo que les dejará la novela será tan efímero como su lectura pero durante la misma experimentaran buenas y agradables sensaciones, sobre todo a nivel de paladar (mucho mejor que la visión de la insulsa y absolutamente impropia cubierta tan estimulante como una comida de hospital. Sin sal).

Bon appétit!