jueves, 9 de diciembre de 2021

Pájaros nocturnos de Alexandre Galien

En el mundo hay dos formas de vida: la diurna y la nocturna. Y a su vez se subdividen en otras dos: la expuesta y la oculta.

La forma nocturna sumada a la opción oculta da como resultado un submundo propio que se rige con normas propias y en donde las relaciones pierden humanidad y solo rige el interés. Nocturnidad y alevosía.

Es el submundo donde se mueve la delincuencia, el trapicheo, el proxenetismo y la prostitución. Pájaros de vida nocturna.

La novela se mueve por este submundo parisino y tiene como protagonistas a esas aves que vuelan bajo, por los bajos fondos, y mueren sin importar a nadie.

El comandante de policía Philippe Valmy, habitual de la noche por trabajo policial, pide el traslado a la Brigada Criminal para pasar las veladas nocturnas en casa, contentar a su mujer y salvar su matrimonio.

Algo por lo que habrá de luchar habida cuenta de que el deterioro sufrido no es nada con una dura prueba que les queda por afrontar. Algo capaz de socavar cualquier relación por muy consolidada que parezca estar.

Su estreno en la brigada no resulta cómodo. Coincide con el asesinato de una joven, a quien conoce sobradamente por haberla tenido de confidente, y con la actitud distante de un subalterno, que hizo suyo el puesto y que ahora siente que se lo ha arrebatado alguien sin experiencia y sin mérito alguno.

Relaciones familiares, profesionales y con soplones hacen girar al comandante Valmy como si estuviera en un tiovivo, sabiendo que si no baja no podrá resolver el caso.

Alexandre Galien ha escrito una novela negra que aunque a ratos se mueve a ritmo de thriller, es claramente de procedimiento policial. No obstante, en ambos casos otorga a la lectura la sensación de no parar quieta ni un momento y de que constantemente pasan cosas y más que van a pasar.

El autor demuestra su gran conocimiento del funcionamiento interno del cuerpo policial dando detalles y mostrando comportamientos, que dan alta verosimilitud a las partes de la narración que le son afines.

En cambio, y en lo que se refiere a personajes, no se da tanta maña y a algunos los deja un poco a merced de las circunstancias; como un acompañamiento decidido sobre la marcha a un plato que se merecería algo mejor.

La novela fue Premio Quai des Orfèvres 2020 y es que tiene esa característica del policial francés clásico que tanto gusta a lectores canónicos y a jurados, especialmente en el país vecino.

 

miércoles, 1 de diciembre de 2021

El Club de los Psicópatas de John Katzenbach

Penetrar en la web oculta tiene sus riesgos. Es como recorrer un callejón maloliente de los bajos fondos de una gran ciudad. Si se hace cabizbajo, a paso rápido y con los brazos pegados al cuerpo igual se consigue llegar al otro extremo sano y salvo; si por el contrario se interpela a alguien con la vista o la palabra, puede pasar cualquier cosa.

Connor, un adolescente responsable y deportista, ha entrado, por azar, en un chat privado, sin invitación, en la web oculta por donde se movía por razones propias. Y en lugar de retirarse antes de ser descubierto alardea de su presencia, de haber seguido las conversaciones y de dudar de la veracidad de lo que en ellas se dice.

Los interpelados, ofendidos y violentados, deciden que Connor no va salir del callejón y organizan su eliminación. Son unos psicópatas y no dejaran que un niñato ponga en duda su superioridad. Entre ellos se conocen por apodos: Alpha, Bravo, Charlie, Delta y Easy y conforman el grupo Los muchachos de Jack, por su idolatrado Destripador.

Connor no sabe que ha pisado un nido de víboras y que con ello ha puesto en marcha un plan que no solo puede incumbirle a él sino también a sus allegados, como Nikki su también joven amiga y sus abuelos PM1 y PM2. Sus enemigos son hábiles usuarios informáticos, algún hacker entre ellos, y despiadados asesinos.

A partir de aquí un thriller de suspense e intriga que parece más dirigido a adolescentes que adultos, como suele ser habitual en las obras que, siendo escritas por mayores de 60 años, a quienes la tecnología digital queda lejos más allá de funciones básicas, tienen a internet y en especial su parte oscura como línea vehicular del argumento.

Probablemente por ese motivo en la novela no hay el mismo nivel de detalle sobre navegación web, encriptación y seguridad informática que sobre armas y útiles prácticos en la logística de asesinatos planificados. Lo analógico vence a lo digital, así que no teman encontrarse con un lenguaje incomprensible.

A la obra, como suele ser cada vez, y lamentablemente, más habitual, le sobran bastantes páginas y en particular se le agradecerían giros que dotasen a la trama de mayor inquietud e interés ya que mantiene un tono lineal constante y una gran dosis de previsibilidad a lo largo de su extensión que es de 543 páginas.

El Club de los Psicópatas es el thriller noir en el que los asesinos conspiran en la internet profunda y salen a matar al mundo real.

John Katzenbach sigue fiel a su estilo y no se sale del guion ni de los argumentos que le han hecho famoso; lo que resultará satisfactorio para quienes disfrutan de sus thrillers de alto voltaje y costumbrismo social. Ya saben que no es novela negra pero sus asesinatos y su presión social le confieren un aspecto turbio y peligroso que hará recapacitar sobre la seguridad en internet.

lunes, 29 de noviembre de 2021

El Secreto de la Boticaria de Sarah Penner

Si la documentación empleada por la autora para construir esta novela es toda cierta, evidenciaría que durante un largo periodo de tiempo, desde finales del siglo XVIII y todo el XIX, las mujeres habrían asesinado por envenenamiento a decenas, sino cientos de amos, maridos, padres, amantes…

Ante la imposibilidad de llevar sus casos a juzgados donde una mujer poco o nada tenía a hacer ante lo que la justicia no consideraba delitos sino ejercicio del derecho marital o de propiedad, estas habrían actuado con sigilo y sutileza.

Así una época en la que autopsias y necropsias aun habían de evolucionar para ganar en fiabilidad, se convirtió en campo abonado para ajustar cuentas, vengar afrentas u obtener beneficios.

El patriarcado, que siempre esconde un machismo rancio, protege a los suyos y otorga privilegios como el uso de la fuerza para obtener satisfacción a cualquier deseo que se preste. Violencia, abusos, violaciones, desprecio, humillaciones, todo tipo de maltrato ante el que las mujeres solo pueden ceder, callar, aguantar y sufrir.

Una boticaria siente la necesidad de proteger y ayudar a esas mujeres que sufren y están desamparadas y emplea sus conocimientos sobre herbología para reparar las injusticias, lo que en caso de detención le supondría la horca sin duda alguna.

Estamos ante un thriller comedido narrado a dos tiempos. Uno ancestral, con Nella, la boticaria, en el siglo XVIII y otro actual, siglo XXI, con Caroline, una joven que trabaja en casa de sus padres y que se siente despechada por su marido y por ello necesitada de encontrar su espacio y aclarar sus ideas viaja de Estados Unidos a Londres.

Y relatado a tres voces. De tres mujeres que tienen en común la lucha por su condición y por sus sueños. Nella, Eliza y Caroline. Tres caracteres con mucha personalidad, al que se añade el de una cuarta: Gaynor.

Londres es el escenario afín y una incursión en la riba del Tamesis con los mudlarkers, un grupo variopinto que no duda en meterse en el barro en busca de objetos antiguos y si son valiosos mejor, es el detonante de la historia en tiempo presente.

El Secreto de la Boticaria es una novela que interesa más por lo que sugiere que por lo que muestra; y convence porque los hechos concuerdan con los pensamientos que determinan las acciones.

Toda la trama, incluidos sus giros, y especialmente el que determina el sorprendente final, está perfectamente sustentada con nada fuera de lugar.

Sarah Penner ha creado unos personajes convincentes, en una trama que parecería apoyarse en principios historicistas, que convierten en verosímil todo lo que tocan y que tanto satisfará a quienes gusten de thrillers como a quienes prefieran domestic noir, ya que está escrita para agradar y conseguir la complicidad que permita empatizar rápidamente.

Al parecer es su primera novela de género. Solo hay que desear que pronto haya más.

miércoles, 24 de noviembre de 2021

La comunidad de Helene Flood

Rikke vive con su marido Asmund y sus hijos Emma y Lukas en un bloque de cuatro viviendas dúplex, en una zona acomodada donde la mayoría son casas unifamiliares.

El resto de vecinos del bloque donde vive Rikke son buena gente con los que tomar café y charlar de vez en cuando. Una pequeña comunidad en armonía en la que todos creen conocerse.

La armonía se tambalea cuando de repente uno de los inquilinos aparece asesinado en su casa y las sospechas recaen en el resto de vecinos. Surgen las suspicacias y se retrotraen los caracteres.

Ingvild Fredly, antigua conocida de una época lejana de Rikke, se encarga de la investigación y aunque un caso anterior la aparta temporalmente, en beneficio de su compañero Gunnar Gundersen, mantiene el contacto con Rikke a quien ayuda a superar la situación y le aconseja en sus decisiones.

Helene Flood enfrenta a la protagonista al dilema de identificar si su estado emocional deriva de sentimientos de culpa o de vergüenza y le da un par de centenares de páginas para que se aclare, justo poco antes de resolver el caso policial que parece haber sido la excusa para poner a Rikke en tan dramática tesitura como verdadera razón de ser de la novela.

Una interiorización psicológica de largo recorrido y poca trascendencia. Un estudio de laboratorio, de la dinámica de comportamiento de grupo, cuando una tragedia sacude a una pequeña muestra de especímenes sometidos a presión. Un experimento, extraído de Wilhem Reich i que tuvo su auge a principios de los ’70, transportado a nuestros días.

La comunidad es un domestic noir nórdico y responde al patrón: relato en primera persona, protagonista femenina con protagonismo absoluto, diálogos interiores y pensamientos verbalizados, preocupaciones por temas cotidianos, ritmo narrativo lento, pausado. Sin sorpresas, sin giros, prácticamente sin emoción ni suspense.

Se promociona como thriller y ni por asomo, y también como novela negra y ni las tapas aunque predomine ese color. Si es, en cambio, un domestic noir que bucea en las intimidades ocultas para satisfacción de las amantes de este subgénero que está en alza.

domingo, 21 de noviembre de 2021

Alma de Juan Yanni

Toda obra artística debe contener una parte de quien la crea. A veces son intangibles como sentimientos, suspiros, gritos o sonrisas. Otras, más corpóreas como lágrimas u otros fluidos corporales; incluso sangre.

Es la parte viva que se adhiere a la obra y le da alma. Si no hay alma no hay comunicación y la obra, muda, ciega y sorda no alcanza a proyectar emoción alguna.

En el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid tiene lugar una exposición única, con fines benéficos, que alberga obras firmadas por genios de nombres reconocidos.

Una magnífica ocasión, previo pago considerable, solo el coste del seguro ya es estratósferico, de admirar obras raramente accesibles, de autores ya fallecidos o aún en activo, ya que muchas pertenecen a celosas colecciones privadas.

Mia Golding, una galerista estimada por museos y coleccionistas, solicitada por artistas y envidiada por colegas, se mueve por las salas de la exposición, antes de la invasión de público. Aprovecha para admirar cuadros y piezas en silencio y a solas cuando una, que estaba buscando, atrapa su atención y noquea su razonamiento.

La obra es un cuerpo humano que representa un ser humano asesinado y seccionado y aunque toda obra, para ser única y excepcional, debe contener una pizca de locura, en este caso parece que al autor se le ha ido la olla y la inspectora de policía Idoia Iturri va a ser la encargada de averiguarlo introduciéndose en un mundo donde las envidias y rivalidades se cotizan al alza, y la venganza, como el champán de las inauguraciones, se sirve fría.

Alma es un thriller que se desenvuelve en el mundo del arte. Un mundo que para el espectador se reduce a la visión, si acaso comprensión, de cuadros y esculturas, pero que en su interior mueve millones en transacciones no siempre dentro de los límites legales. No solo por evasión de impuestos al efectuarse con dinero de caja B sino por el trasiego de falsificaciones que precisa de un entramado complejo de distintos protagonistas implicados: mafiosos sin escrúpulos, galeristas con contactos, artistas que trabajen en negro, ambiciosos compradores, certificadores corruptos, críticos vendidos…

Y la novela, como buen thriller, los mueve a todos como títeres en un guiñol sin dar descanso a la función y haciendo que las muertes, el suspense y los giros argumentales se sucedan para sorprender a cada instante y evitar que nadie abandone la sala hasta el final.

Juan Yanni, pseudónimo del autor, crea personajes que encajan en la idea que se tiene de este mundo, tan visto en películas, y tan poco leído especialmente en este país. Gracias a este autor, la novela está escrita desde el conocimiento en la materia, ahora se puede saber un poco más de un mundillo cerrado al que solo se puede acceder con saldos de muchos ceros.

La trama evoluciona por distintos espacios tanto cerrados como abiertos, para disfrute de exquisitas decoraciones o de vistas privilegiadas, y por distintos lugares, incluso países, de marcados contrastes. Lo que le imprime distintos ritmos a la narración y mejora el conjunto.

Alma entretiene, tensiona y apasiona con sus referencias artísticas y las relaciones personales de los protagonistas y, con perversa intención, deja la obra en l'atelier del artista para su toque final.