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viernes, 28 de julio de 2017

El caso Birdman y El tratamiento de Mo Hayder

Novela negra de trama dura,
espeluznante y retorcida.
El caso Birdman es la primera novela protagonizada por Jack Caffery y El tratamiento la segunda, pero en realidad nos encontramos con que son una sola historia dividida en dos partes de forma que la trama principal tiene un largo recorrido, semi-subterránea a veces, aflorando a la superficie solo de vez en cuando  en la primera novela por ceder el protagonismo principal a los crímenes de un asesino en serie y en la segunda por los de un pederasta, pero siempre presente.

Si las novelas fueran un álbum de cromos de tópicos de género habrían completado la colección o casi ya que tal vez no contengan todos los que hay pero todos los que tienen lo son.

El caso Birdman se presenta como una novela negra de trama dura, espeluznante y retorcida para provocar ese sentimiento de horror que busca incomodar al lector como si eso fuera lo único importante. La trama bebe de todo lo visto y leído en el mundo del asesino en serie aunque hay que agradecerle que está bien escrita, lo que ya es mucho y que mantiene el ritmo y aguanta la tensión como debe ser.

Un asesino de mujeres con una terriblemente macabra firma se convierte en el objetivo del inspector Jack Caffery; un hombre marcado por la desaparición de su hermano cuando eran pequeños, esa trama subyacente de largo recorrido, y con problemas de relación con las mujeres precisamente por vivir en la casa que vive y por mantener esa espina familiar clavada que le impide cualquier atisbo de alegría y felicidad.

Novela negra que logra destrozar
la zona de confort mediante
una trama llena de vilezas.
El tratamiento, segunda novela pero en realidad segunda parte de la primera novela, trata sobre la pederastia y de cómo el envilecimiento no conoce sentimientos. La familia, los amigos, la sociedad, todos podrían y deberían hacer más en estos casos y quien más quien menos aparta la mirada para no ver y así no sentirse con la obligación de actuar. Nada nuevo bajo el sol pero como la anterior acaba resultando absorbente al buscar nuestro lado más vulnerable.

Dos novelas complejas que no dudan destrozar nuestra zona de confort al apoyarse en mostrar las vilezas de la condición humana tanto en sus argumentos principales como en el suyacente y que condiciona notablemente la capacidad de actuación del protagonista.

Al fin y al cabo se siente de parte de las víctimas de los hechos y ve en la resolución de los casos la actuación que en su día no pudo o no supo realizar y que le ha de permitir su redención.

Mo Hayder autora de
El caso birdman
y
El tratamiento
En ambas novelas Mo Hayder, la autora, conforma una trama bien trenzada, sin fisuras y consigue un ritmo narrativo alto, intenso y claustrofóbico y pone el dedo en la llaga de nuestra humanidad para incomodarnos durante toda la lectura y buscar la complicidad con sus planteamientos. 

Si usted pertenece al grupo lector que se apasiona con los asesinatos truculentos y los impulsos psicológicos que tienden a lo macabro estas son sus novelas. Si les va el morbo, toque gore y el ritmo de thriller también. Y si les encantan los perdedores que ansían su redención por encima de todo, de su felicidad y de su propia vida, ya están tardando en empezar la lectura.

domingo, 16 de julio de 2017

Hijos de la siega de Bill Jiménez

Pulp de los de antes escrita ahora.
Héctor DeSoto, hijo de emigrante cubano y madre americana, es un ex-policía metido a investigador privado despierta en un hospital y parece que está involucrado en un homicidio múltiple ocurrido en el Caravan, un bar de carretera.

No se sabe si como víctima o verdugo ya que los únicos recuerdos que guarda de ello son moratones y cardenales en su cuerpo debido a un episodio de amnesia provocado por el ataque o un por estrés post-traumático.

Y como sea que nadie se lo va a aclarar decide investigar por su cuenta y reconstruir los hechos para saber qué estaba hacíendo allí y pasó lo que pasó. Rebecca, novia abnegada, va a ayudarlo hasta donde le dejen ya que no es fácil indagar cuando la policía no se aleja más allá de la sombra.

Tres Cruces, aun siendo septiembre sigue atiborrada de turistas, es la imaginaria localidad, descrita con amplio color local, donde transcurre la acción a ritmo motero. Y nunca mejor dicho ya que el argumento no da tregua ni para ir al servicio.

El mismo argumento que desarrolla una trama hard boiled de las de antes con gángsters irlandenses, tugurios de juego y prostitución, lugares sórdidos, violencia, asesinatos, gatillo fácil, solo ante el peligro, engaños, estafas y manipulación para obtener beneficio.

Con un detective estereotipado, porqué así lo ha querido el personaje y el autor no ha tenido más remedio que ceder viendo que bajo esa máscara burlona esconde su desconcierto.

De ahí que sea irónico, buscando siempre el lado animoso de las situaciones, bocazas, inconsciente de las consecuencias de sus actos, saco de entrenamiento de quienes lo quieren mal y eterno perdedor, aun cuando gane.

Bill Jiménez
Guillermo Bill Jimenez homenajea con Hijos de la siega a la novela negra americana tradicional y actualiza a tiempo actual los bolsilibros pulp, ese mestizaje de géneros que pretende entretener, divertir y sorprender. Y lo hace tirando, voluntariamente, de tópicos y teatralización y aportando un componente de género fantástico colateral que no deja indiferente.

El resultado no solo es una novela negra con un punto de thriller sino un pastiche tan bien escrito y tan perfectamente ambientado que se diría coetánea de las de Chandler, Hammet o Thompson; nadie diría que es actual si no fuera por la evidencia en la prueba del carbono 14. La trama está construida con suficientes agarres para ir manteniendo el interés y seguir elevando el nivel de tensión e intriga y el vocabulario es rico y adecuado. Un trabajo que merece mayor reconocimiento.

Y un personaje tan carismático que se merece una serie. Y un público, ustedes que se merecen disfrutarlo: cójan esta novela este verano y descubran que tenemos ya un nuevo valor entre nosotros del que pronto oiremos hablar en esos certámenes de género que nos rodean.



domingo, 9 de julio de 2017

¿Por qué haces esto? de Jason

¿Por qué haces esto? Del existencialismo
costumbrista de Woody Allen al suspense
de Alfred Hitchcock.
Los personajes antropomorfos de esta obra, habituales en este autor noruego afincado en Francia, adolecen de inexpresividad facial y gestual lo que enaltece los diálogos y al acercarse a su contenido genera una especie de desconcierto ya que el tempo del comic lo hace parecer concebido como mudo y su lectura debe interpretarse a partir del contexto narrativo.

Dibujo minimalista para un guión minimalista y sin embargo ambos cargados de simbolismos y gran complejidad psicológica apoyados en diálogos trascendentes. Más que un cómic estamos ante un ensayo que desafía al destino buscando respuestas a preguntas eternas.

¿Por qué haces esto? es una historia de amor y muerte, de abandono y soledad, de tristeza y desesperación en medio de una trama de suspense e intriga que recoge la esencia del maestro Alfred Hitchcock incluido su macabro sentido del humor hasta la viñeta final cuando retoma el McGuffin que ha acompañado al protagonista a lo largo de toda la historia y que se sintetiza en ¿cuántas anécdotas tiene para contar en una reunión de amigos?

Diferentes niveles de lectura para una
obra cargada de simbolismos.
Si bien hay guiños a varios films del genial director británico, el punto de partida de ¿Por qué haces esto? es, no cabe duda, La ventana indiscreta y a partir de aquí los múltiples enfoques del falso culpable en los que el director se sentía cómodo sorprendiendo a sus seguidores.

Claude debe ausentarse de la ciudad durante dos semanas y le pide a su amigo Alex que le cuide las plantas de su piso. Alex está intentando superar su ruptura con Julie después de cuatro años de convivencia y se encuentra en esa situación de cuestionamiento existencial con baja autoestima.

Un día, mientras está regando las plantas de su amigo, se ve envuelto en un grave hecho que viene a devolverle las ganas de vivir porqué sabe que podría morir.



Jason
Jason, John Arne Sæterøyrecoge los temas existenciales de toda vida humana: el amor, el desamor, los sentimientos, la soledad, la amistad, la solidaridad… y compone una poesía con rima de novela negra.

De una trama de existencialismo costumbrista, que firmaría Woody Allen, se pasa a un thriller lleno de tensión y suspense al más puro estilo Alfred Hitchcock.

Los elegantes y medidos trazos de Jason, esa línea clara que tiene más de Swarte que de Hergé, propician que su obra, cargada de simbolismos, transmita vibraciones de distinta frecuencia de onda y genera distintos niveles de comunicación que no dejan indiferente.

Es un cómic que cuya primera lectura les entretendrá y con la segunda les dará que pensar y les incitará a formularse preguntas sobre lo acertado de las decisiones y sus consecuencias.


domingo, 2 de julio de 2017

Falsa rubia con tacones de Fernando López

Detective formado a distancia.
Felipe El Gallo pasa a ser Philip Lecoq por necesidad de infundir credibilidad al recién adquirido rol de detective privado y la Yési prostituta adolescente decide ser su secretaria en esta nueva etapa a la vez que compañera y amante de por vida.

Philip Lecoq es un ex delincuente de poca monta, roba tabaco en quioscos,  residente en un suburbio que descubre su vocación en las páginas de un cómic.

CQ, (apócope de Cara Quemada, un homenaje al Isidro Parodi de Borges y Bioy) es un escritor mayor que va a ser quien transcriba los casos de Philip en una falsa primera persona, le anima a leer novelas y ver películas de género para encontrar inspiración y adquirir la formación necesaria, como un curso a distancia, tanta como que corresponde a otras épocas y país, para desempeñar este oficio de detective privado con el que presume ha de poder ayudar a la gente.

Ambos jóvenes, Philip, de 22 años y la Yési, de 16 son productos a granel, no envasados, del reciclaje social. Dos personas que se han hecho a sí mismas y que se reinventan buscando salir del estercolero y conseguir dignidad a la par que un futuro mejor. Su amor, casi a primera vista, ha llevado implícita su redención y su entusiasmo ante el reto es garantía de conseguirlo.

Los inicios en el mundo de la investigación son torpes como corresponde a cualquier iniciación y se suceden los equívocos propios de la inexperiencia y su ingenuidad entre escenas de sexo explícito y violencia explícita.

La Lore, colega de profesión de la Yési, que ha tenido un problema con un cliente, es, a su vez, la primer cliente de Philip en uno de esos casos con los que te curtes o te curten.

Falsa rubia con tacones es una disparatada novela policiaca que busca aportar una parodia al género infundiéndole  un punto delirante que busca quitarle solemnidad a cada uno de los tópicos de la novela negra americana a base de girar las tuercas en sentido contrario al esperado. Y vaya si lo logra..

Fernando López
Fernando López, argentino con una larga trayectoria en diversos aspectos del mundo literario, y abogado y ex juez, desarrolla en esta novela a unos personajes existentes y significativos de la realidad local más marginal que son capaces de dejarse arrastrar por su sueño y no morir en el intento, lo que ya es un logro por sí mismo.

Su conocimiento del mundo delictivo y policial hace que por muy divertimento que seas sus novelas no dejen de ser también motivo de reflexión.

La novela tiene todo el interés de un buen policial y además está tan repleta de humor que desborda las páginas propiciando una lectura ininterrumpida hasta el final.

Hasta el momento ya se han publicado un total de cuatro entregas de esta serie por la editorial Raíz de Dos de las diez que tiene previstas el autor.