La virgen del burdel |
El volumen bajo el único título de La virgen del burdel integra dos álbumes que conforman una sola historia, un solo arco argumental.
La protagonista de la serie es Señorita
no se toca (titulo original en francés: Miss
Pas Touche).
Y sus dos primeros títulos, recogidos en este integral son La
virgen del burdel y Sangre en las
manos.
La acción transcurre en la década de 1930, esa época
licenciosa de entreguerras, en el luminoso y alocado París y se ubica en el lujoso
prostíbulo Pompadour al que llega
Blanche, señorita no se toca, huyendo
de un asesino, apodado El Carnicero por
su modus operandi que evoca al de Jack el destripador, que tiene aterrorizada la vida nocturna.
Segunda parte englobada en un integral en la edición en castellano |
Señorita
no se toca porqué Blanche es virgen y pretende seguir
siéndolo a pesar de la presión del entorno y de las manifiestas intenciones
masculinas.
Deseos de venganza, por la muerte de una próxima, le impelen a
investigar por su cuenta a pesar de no estar dotada para ello, lo que le lleva
a conjeturar sin pruebas, pero aprende rápido del mismo modo que aprende a
desenvolverse en la mansión y en sus peculiares habitaciones.
Hubert
Boulard ofrece un guión sólido, aúna costumbrismo libertino con
una trama policiaca muy bien planificada y traspasa líneas para que todas las
vergüenzas queden al aire, figurada y literalmente, lo que permite vivir este
contexto en su plenitud.
Su ironía llega al sarcasmo para ridiculizar la doble
moral de quienes en público abogan contra la prostitución y en privado no se
privan de ninguno de sus placeres y tampoco deja títere con cabeza al retratar
las relaciones entre amos y criadas en el sí de las familias burguesas.
Costumbrismo, romanticismo y misterio policial clásico con
dosificación de pistas y los giros justos para ir subiendo el tono en el
prostíbulo y en la investigación y conseguir un final muy meritorio.
El dibujo de Kerascoët,
seudónimo del duo formado por Marie Pommepuy y Sébastien Cosset, se acerca al
expresionismo, sus líneas buscan captar y mostrar emociones.
Casi caricaturesco se centra en la comunicación mediante el tratamiento
prioritario de gestos, miradas, y muecas.
Aliado con una exuberancia de color muy vivo, ese que asociamos a los bailes
pintados por Renoir o al interior de un cabaret con sus luces, trajes y
lentejuelas y colorete en mejillas, propicia que la lascivia se muestre en todo
su esplendor y reserva los tonos más suaves para las escenas callejeras y
aquellas en las que las protagonistas despojadas de su disfraz se muestran en
la intimidad.
Una obra muy original, variada, entretenida, apasionante y emocionante y que no
se debería dejar de leer.
En Francia llevan publicados cuatro volúmenes, los dos
mencionados La Vierge du bordel y Du sang
sur les mains (y únicos traducidos) y Le Prince Charmant (El Príncipe Azul) y Jusqu’à
ce que la mort nous sépare (Hasta
que la muerte nos separe).
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