Novela negra que transcurre entre la autenticidad de la Semana Santa en Calahorra. |
El asesinato de Nuria Isabel, una adolescente gitana, sirve
a Paco Bescós para desgranar una serie de vidas de habitantes de Calahorra y
esbozar un retazo de historia de la tierra y sus gentes.
Calahorra, enclave de la rioja baja, ha perdido parte de su
esencia que le daba solera y hoy gran parte de la ciudad vieja está abandonada,
okupada, mal vivida y con poco futuro.
El
baile de los penitentes ilustra, al paso de los caperuzos, el
orgullo de quien una vez fue y quiere seguir siendo.
La teniente de la guardia civil, Lucía Utrera, a quien y a
sus espaldas apodan La Grande, es una cordobesa casada con un inglés, que espera
recuperar en estas tierras parte de su vocación mancillada y nada más llegar se
encuentra con el asesinato de Nuria Isabel.
Un asesinato en Calahorra cuando es más normal que llueva
en el infierno. Desde este momento y solo en 72 horas, miércoles, jueves y
viernes Santo, en la población varios, que no se lo esperan, van a despertar de un mal sueño para
entrar en una pesadilla.
Sustentada en un marco costumbrista, donde el asesinato de
Nuria Isabel no deja de ser un McGuffin, la novela encadena simultáneamente
varias subtramas, cada una dedicada a uno de los protagonistas, hasta seis
principales, que, como los ríos que van a parar al mar, acaban confluyendo en
una madrugada transgresoramente maldita.
Y como los ríos que parecen adquirir velocidad cuando
tienen su fin al alcance, las vidas de los protagonistas, condicionadas
por las decisiones, tienden a precipitarse, atraídas por el imán del
infortunio, hacia un final desolador o redentor según se mire.
En ese final hay quien gana y muchos que pierden. Hay quien
sobrevive y hay quien no; quien seguirá con su vida y quien no podrá elegir. Un
final cerrado para unos y abierto para otros. Pero nadie sale de esta historia
como entró.
Todos los que algo tienen que decir en el pueblo y no es
referencia a alcaldía, sino al anticuario, a los clanes gitanos de los Chamorro
y de los Pajaritos, a Roque yonki y camello en horas bajas, a Fernando Rosas amo
y señor de todo lo ilegal y sus guardaespaldas, y los satélites, a Roberto el
médico del pueblo recién llegado de un trabajo agotador en África, a Vicente
alcohólico regenerado o no, a los jóvenes con ganas de divertirse, todos sin
excepción están presentes.
Paco Bescós |
Claro ejercicio de novela negra coral donde lo importante
no es tanto resolver el crimen como conocer el destino de los personajes. Unos
personajes maravillosamente descritos y reconocibles en cualquier otra
localidad. Prototipos autóctonos, que no tópicos, por ser tan reales como el
calor del mediodía en medio de un campo a medio sembrar.
Paco Bescós enlaza frases cortas de gran impacto visual.
Sus concisas descripciones tienen la fuerza de una imagen y por ese motivo, por
ver además de leer, es por lo que permanecen en el cerebro durante y después de
la lectura.
Lectura idónea para esta Semana Santa que asoma por la esquina..
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