En la oscuridad la carretera, iluminada por los faros del coche, parece un hilo de plata. |
Un cadáver significa que una persona ha muerto. Alguien que ya no está,
alguien a quien llorar y añorar.
Una desaparición significa angustia, desesperación y rabia.
Alguien que ya no está, alguien a quien llorar y añorar y también alguien a
quien buscar y desear encontrar. Con vida.
Lina, la única y adolescente hija de Lelle y Annette
desapareció hace tres años. Desde entonces ni una pista, ni una señal. Nadie la
ha olvidado pero solo Lelle, un padre con el remordimiento de la culpa por no
aguardar unos minutos aquel día y con el resentimiento hacia sí mismo por la
impotencia de no poder encontrarla, la sigue buscando incansablemente.
Recorre carreteras, caminos, senderos. Se interna en
bosques, desafía peligros y mientras más busca más se hunde en el propio abandono.
A la zona llegan Meja y su madre dispuestas a emprender,
otra vez, una nueva vida. Cada nueva relación de su madre es una tarjeta de
embarque con destino a una nueva vida. Y que haya habido muchas significa que
el avión no despega nunca.
La trama va a ir desarrollando en paralelo y
alternativamente la vida de Lelle y su prioridad y la de Meja y la suya; ambos
buscan y ambos parecen condenados a vivir desraizados y solos.
Si lo importante de la vida no es como la vives sino con
quien, la novela es un claro ejemplo de que todo el mundo necesita a alguien.
De que la soledad es una enfermedad que solo se cura con compañía, pero no
toda compañía es buena: hay la que en lugar de sanar puede exacerbar los síntomas.
Y lo que está claro es de que todos tienen algo que perder; lo importante es saber a que precio.
Stina Jackson |
Carretera
de plata es una road novel donde todos los personajes buscan algo.
Es una novela negra escandinava pero podría perfectamente ser country noir de
la América sureña y es que los paisajes, los personajes y las situaciones que
en ella transcurren no son patrimonio de nadie y paradigma de todos. Y es que
la maldad no tiene patria ni bandera.
Stina
Jackson ensaya diversos modos de vivir la angustia e insta al
lector a meterse en la piel del personaje que elija para así vivir la suya
propia.
Angustiarse por motivos de peso es una manera de sanar las
trivialidades de la vida cotidiana convertidas en montañas difíciles de escalar
por un egocentrismo mal educado.
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