Sherlock, Lupin, Adler... ¡vaya pandilla! |
Todas las persones, los personajes de ficción también,
tienen un nacimiento, un desarrollo y a veces una muerte, aunque no se relate.
Esta novela es la primera de una saga de libros que con el
título paraguas de Sherlock, Lupin y yo
recoge el origen de una tierna e indisoluble amistad entre Sherlock Holmes, Arsène Lupin e Irene Adler, desde que
traban conocimiento veraneando en Saint Maló en 1870 en esa confusa etapa entre la pubertad y la adolescencia, y que explica la
procedencia y evolución de sus aptitudes.
El relato, perfectamente ajustado a la época tanto a nivel
costumbrista como por el léxico empleado, es de corte infantil/juvenil, por lo
que es perfectamente recomendable para quienes ronden los 10 años y más.
Es una magnífica oportunidad de introducirse en el mundo de
Holmes y Lupin por lo que continuar luego con los libros para adultos con estos
protagonistas es el paso natural. Y todo contado por Irene Adler, punto de
vista femenino, esa gran desconocida y a la que vamos a poder conocer con el
mismo nivel de detalle, o más, que sus compañeros.
El
trío de la Dama Negra se inicia con el descubrimiento de un cadáver
en la playa y a partir de ese momento y a ritmo de thriller se va a desarrollar
una historia que si no fuera por la edad de los personajes y las concesiones
inevitables al público a quien va dirigido, bien podría pertenecer a uno de los
relatos intrigantes, esotéricos y misteriosos a los que nos tiene acostumbrados
el Sherlock Holmes adulto.
Un gran mérito de sus creadores, ya que bajo el seudónimo
de Irene Adler se encuentra un equipo formado por Pierdomenico Baccalario, director
del proyecto, Alessandro Gatti, escritor y Iacopo Bruno ilustrador.
Lectura absolutamente recomendable. Léanla primero ustedes
para adecuarla a sus naturales destinatarios y no se sientan mal por
disfrutarla: es el niño que todos llevamos dentro y que se resiste a
abandonarnos.
Si disfrutaron con Los Cinco, Los Hollister o Los Tres
Investigadores, por citar algunas, esta es su serie. Con un Sherlock que ya apunta su capacidad de
análisis y deducción, un Lupin que muestra sus habilidades físicas y su osadía
y una Irene capaz de conquistar el mundo.
Aventuras veraniegas muy adecuadas para esta época del año
donde hay que dar vida a muchas horas muertas, además esta novela tiene ahora
el precio de un helado pero más contenido y con ella pueden ayudar a engrosar
las filas de fans de la novela policiaca y la novela negra.
Hijos, nietos, sobrinos y primos se lo agradecerán. Si
acaso pongan también el helado.
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