Jett, la serie de televisión neo-noir que no pueden dejar de ver. |
Jett es la protagonista de la serie del mismo nombre que rebosa negrura y trasciende y desborda por los cuatro costados del dispositivo que se emplee para verla.
Jett es una ladrona. Jett es la amante de un peligroso capo
de la delincuencia organizada. Jett es madre soltera. Jett es amiga
incondicional. Es emotiva y empática con quien lo merece y letal y despiadada
con quien no.
Pero ante todo es absolutamente práctica y funcional. No
hay capa ni superpoderes, solo es una mujer, atractiva, con lo que conlleva, en
una sociedad patriarcal. Es una mujer que debe luchar para seguir adelante con
su vida y la de su familia, biológica y adoptada.
Daisy Kowalsky, a la que alguien un día rebautizó como
Jett, acaba de salir de la cárcel y se ve obligada a reanudar sus actividades
delictivas como gesto de agradecimiento y saldar deudas al tiempo que debe capear los controles a su libertad
condicional.
La decisión toma una deriva tremendista, como calificativo
y como elogio a la técnica literaria del mismo nombre, ansiada en este tipo de
series, y va a tejer una trama compleja donde intereses diversos, todos
contrapuestos, sirven para un digno estudio de las distintas tipologías de
mentes criminales. Y es que cada asesino es un criminal pero no todos los
criminales son asesinos.
Sustentada en una trama de novela negra, el ritmo se
desliza como bailarines de vals sobre suelo encerado, sin aparente esfuerzo,
con una tensión generada en el suspense y no en el desenfreno. Todo muy pausado
pero significativamente violento y angustioso. En ese mundo los fallos y las traiciones se pagan con la vida.
Carla Gugino es Jett |
A Jett la interpreta Carla Gugino, que no solo está
esplendida sino que parece hecha para ese personaje rico en matices y sin
embargo de aspecto contenido y buscando siempre la manera de tener el control
sobre sí misma y su entorno; a semejanza de la actuación de Giancarlo Esposito
en su papel de Charlie Baudelaire, hecho para el lucimiento de un bon vivant.
Jett es una serie sostenida por grandes interpretaciones de los principales y secundarios. Muy sólida en su estructura narrativa
y ofreciendo unos giros argumentales como si sucedieran de forma natural y no estuvieran ya escritos en el guion,
que van alimentando la intriga.
Un guion, sabedor que no resulta original en su premisa, que
busca diferenciarse de quienes le preceden con un tratamiento estiloso, casi
glamuroso en ciertas escenas, incluso en las de sexo y en las de violencia, y
haciendo hincapié en las relaciones personales; sobre todo en el comportamiento
de las mujeres, entre ellas y con los demás. Y todo tan fluido y creíble como
cotidiano y asequible.
Giancarlo Espósito es Charles Baudelaire |
El director de fotografía realiza un magnífico trabajo evidenciado sobretodo en la elección de la luz y la paleta
de colores.
Bien escrita y mejor dirigida por Sebastián Gutiérrez que no ha dejado nada
al azar es una serie de obligada visión y deleite para quienes gusten de lo que se viene conociendo como neo-noir.
Jett ha finalizado su primera temporada de 9 episodios de argumento secuencial, en realidad es una larga película fragmentada en capítulos, y lo ha hecho cerrando perfectamente la trama principal pero alentando con un cliffhanger que supone un regocijo anticipado.
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