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domingo, 30 de mayo de 2021

La lista de invitados de Lucy Foley

Jules Keegan fue una bloguera que ha dado el salto emprendedor y ha conseguido crear una revista de éxito de la que es directora con empleados a su cargo. Un triunfo ganado con esfuerzo y trabajo. Ahora está a punto de casarse con Will Slater el hombre que le ha robado el corazón, ese corazón que llevaba protegido por una coraza para que no estuviera al alcance de arribistas.

Ha preparado una boda con todo lujo de detalles y exclusividad. Ha elegido un torreón en una diminuta isla irlandesa de paisaje abrupto no exento de peligro, y de difícil acceso, sus invitados no van a disfrutar del viaje en barco, para darle un toque distinto y personal al evento.

No en vano su futuro marido es el protagonista de una exitosa serie televisiva sobre supervivencia.

La lista de invitados es un intento de thriller que se desarrolla en el breve espacio de tiempo que comprende el día anterior y el mismo día de la ceremonia y se relata en capítulos cortos que alternan distintas voces en primera persona de los principales protagonistas.

Irlos conociendo permite a su vez entender su comportamiento, conocer sus secretos, todo el mundo los tiene, y avistar su lado oscuro.

Estamos ante lo que en inglés se diría un chick thriller, es decir una novela romántica con visos de thriller, asesinato incluido, pensado mayormente para entretenimiento ligero, suspiros incluidos, del público femenino ya que en ningún momento se ofrece opción al público masculino.

Los cuatro personajes femeninos se llevan de principio a fin el protagonismo, dejando a los masculinos el papel de comparsas, ridiculizándolos cada vez que hay ocasión por sus inseguridades y por su comportamiento inmaduro cuando no infantil.

Los preparativos de la boda, los tocados de peluquería, la elección de vestidos y zapatos a juego, de la lencería, las preocupaciones por que todo salga bien, los sentimientos a flor de piel y las reconciliaciones familiares son elementos permeables a la condición femenina y relegados, por adn, de la masculina, que solo piensan en emborracharse y en sexo como adolescentes salidos que aún están encerrados en sí mismos.

Lucy Foley ha juntado letras para conformar un relato que podría rellenar páginas de una revista del corazón o de hogar y moda y ser leído en los tiempos de espera en la peluquería.

No profundiza en ninguna de las dramáticas situaciones que le dan pie a estructurar la trama y no aprovecha una situación de bullying en internados para su denuncia. Se limita a sumar eventos susceptibles de justificar la intención criminal lo que deja el argumento a merced del viento y la marea.

Es sabido que las casualidades no casan bien, aunque el argumento gire alrededor de una boda, con la novela criminal. Aún y así, y tratándose, como es el caso de un thriller y no de una novela negra, se podría admitir una. Dos sería excesivo pero cuando se dan tres, dan ganas de abandonar la lectura pero siendo al final, el mal ya está hecho.

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