Páginas

domingo, 5 de septiembre de 2021

Dostoievski en la hierba de Mar Aisa Poderoso

El título ya es un avance de que estamos ante una novela negra ilustrada. Y no me refiero a que contenga ilustraciones en su interior, sino a que es instruida.

Una trama criminal sembrada de cultura e historia y sin embargo sin pizca de afectación; los datos, como apuntes coadyuvantes del avance, se presentan de forma tan natural que si no estuvieran se echarían en falta.

La novela se articula a partir de la familia Cárdenas. Una familia con roles de corte tradicional, muy bien avenida, sin problemas económicos y con un nivel cultural determinante en el devenir de una historia que supone un viaje emocional.

Lucía, la hija mayor, traductora en su propia empresa, participante activa-pasiva de una investigación policial que lleva a cabo el subinspector Diego, su hermano menor.

Está muy bien determinada la participación de Lucia al tener presencia sin caer en la consabida protagonista marisabidilla y la de Javier que evita la imposible infalibilidad.

El cuerpo de una joven asesinada, a quien se ha desfigurado el rostro, cubierto con una máscara, y se ha torturado sádicamente, sorprende a una pequeña capital en sus fiestas patronales.

Diego y su equipo, a las desórdenes del inspector Sáenz, van a ir avanzando en las pesquisas policiales con puntuales aportes culturales de su familia.

El vino, principal habitante de la zona, la música y la literatura clásicas y el arte contemporáneo, maridan perfectamente en ese ensamblaje que la autora ha elaborado para deleite de quien se acerque a su lectura.

O acaso ¿no es deleite beber un buen rioja, oír a Tchaikovski, contemplar a Escher y leer Dostoievski simultáneamente?

Y este acierto no es el único de Mar Aísa Poderoso, la autora, ya que tal vez su mayor logro sea el de conseguir evolucionar las tramas personales de los protagonistas a la par que la trama policial sin que chirríen ninguna de las dos. Como en el aludido Dostoievski, destaca su capacidad para reflejar las contradicciones de la vida y sus complejidades morales.

Y lo hace con personajes normales, enfrentándolos a situaciones extraordinarias demostrando un talento especial para observar y captar los detalles más reveladores de su intimidad, sin emplear postizos en la trama e introduciendo los mínimos tópicos, algo que está bien siempre que se esté dispuesto a quebrarlos.

La novela Dostoievski en la hierba coloca a los personajes, en cantidad superior a lo habitual, otra muestra de valentía, en el epicentro y subordina el argumento a sus personalidades, lo que le permite construir la trama con solidez. Al revés hubiera sido tal vez más trepidante pero menos consistente y rápidamente olvidable.

Nadie diría que estamos ante una ópera prima. Mar Aisa Poderoso escribe con una sencillez coloquial, ilustra de forma amena y simplista (su alumnado no sabe la suerte que tiene) y emplea un discurso natural, ese que no se aprende, para conseguir un ritmo sin fisuras y de irresistible llamada. Y es que se nota que Mar ama escribir y ama lo escribe. 

Una novela policiaca en su justa medida que recomiendo por su lectura complaciente y que indica un futuro prometedor para la serie que con ella empieza y para su autora.

Yo ya estoy a punto de leer la segunda, otro título francamente atractivo y que necesito saber que esconde, ¿Quién ha visto una sirena?

Por cierto, para amantes de Escher, para gozarlo, o para quienes no lo conozcan para acercarse a su sublime arte: en Barcelona, este año 2021, está teniendo lugar una gran exposición de su obra hasta el 26 de septiembre. Una visita más que recomendable. Aquí el enlace a la web https://www.escherbcn.com/


No hay comentarios:

Publicar un comentario