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miércoles, 16 de marzo de 2022

Carcinos, el asesino silencioso de Pedro Luis Fernández Ruiz

La divulgación científica requiere conocimiento del tema y capacidad para comunicar, dominio de la síntesis y del lenguaje. Por eso hay quienes teniendo uno y careciendo del otro emplean negros para escribir la obra.

Pedro Luis Fernández no precisa de esa muleta. En esta novela, su primera de género noir, demuestra tener la información y saberla transmitir; y para acentuar la predisposición lectora entreteje una enfermedad tan temida como es el cáncer con un relato policiaco sembrado de supercherías, toques milagrosos y episodios históricos que, reales o ficcionados, ayudan a componer la melodía de la aventura.

El resultado es Carcinos: un thriller rural que transcurre en Valdemonte un ficticio recóndito lugar de La Mancha de cuyo nombre real el autor pretende no acordarse.

Un villorrio al que ha regresado Alonso, el hijo del boticario, para hacerse cargo de un patrimonio familiar y en donde coincide con amistades de crío. A su alrededor se desenvuelve una trama criminal de funesto desenlace que lo involucra en una aventura que firmaría la mismísima Enid Blyton si sus Cinco hubiesen proseguido la investigación de sus misterios al llegar a la edad adulta.

Novela negra, policiaca, suspense, thriller… todo parece igual pero es distinto. Con cáncer, carcinoma, tumor, neoplasia… sucede lo mismo. Y del mismo modo que los géneros literarios ofrecen diferentes niveles de lectura, el cáncer ofrece múltiples caras y contra cada una hay que acomodar el comportamiento y el tratamiento adecuado para sanar al cuerpo.

Pedro Luís Fernández Ruiz, catedrático en la UAB y especialista en Anatomía Patológica y Jefe de este Servicio del Hospital Can Ruti de Badalona, escribe con precisión acorde a su oficio y a su trabajo. Con rigurosidad académico-científica pero empleando un léxico de divulgación absolutamente literario.

De forma progresiva va presentando los personajes que ha seleccionado para ejercer una función precisa dentro de un argumento que se va extendiendo para hacerse amo del relato.

Un relato que va cogiendo cuerpo, como el vino en bota, para ir desplegando todos sus recursos seductores. Equilibra la seriedad del tema de fondo vistiéndolo de aventura de acción y elige jóvenes en fase de madurez para encabezar el reparto lo que le permite pausas de relajamiento tensional.

Es un placer leer una obra de estas características que entretejida con tantos géneros tiene momentos para todo y para todos. Un thriller rural y tan criminal, como para dejar bastantes cadáveres por el camino.

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