Laura sufre estrés postraumático, resultado de una milagrosa
salvación en un atentado que la victimizó mientras estaba en México. Y entre
sus secuelas se cuenta una pérdida de memoria que su terapeuta, y ahora novio,
Carlos, está tratando sin avances vistosos.
La cena romántica de Laura y Carlos se ve interrumpida por
una llamada al móvil de ella. La voz telefonica, que no le resulta del todo desconocida pero que no
consigue ubicar ni ponerle cara, le pide, le ordena, le exige, que robe los
huesos, las reliquias, del apóstol Santiago que se custodian en la Catedral de
Santiago de Compostela. Un lugar que, por alerta antiterrorista, resulta
actualmente casi inaccesible.
Cuando regresa a la mesa, su mundo se ha puesto cabeza para abajo. No sabe ni entiende que ha sucedido, pero si sabe lo que tiene que hacer aunque no sepa cómo hacerlo; sabe también que tiene de plazo una semana y que si no cumple, Carlos y
ella morirán.
En el relato evolucionan simultáneamente dos lapsos
temporales. Uno que va desde un pasado lejano hasta el momento en que empieza
la novela; y el otro desde ese momento, y ya en tiempo presente, hasta su
conclusión.
En el primero una Laura debe sobrevivir a una situación de
extrema dureza y en el segundo esa Laura descubrirá que el cuerpo, los músculos
y el cerebro tienen memoria y que solo falta accionar el interruptor adecuado
para activarla.
Manel Loureiro nos conduce por diversos lugares y ciudades del planeta cuya relación establece un dibujo; como esos hilos rojos que enlazan distintas chinchetas sobre un plafón de corcho.
El argumento de La ladrona de huesos se sustenta en dos
tópicos de solvencia contrastada: la elección de críos para convertirlos en
súper agentes altamente cualificados y los robos imposibles ejecutados solo por
especialistas sobradamente entrenados.
La trama sustentada por esas dos sólidas columnas
transcurre con ese apresurado ritmo que imponen los thrillers y que el autor
gestiona con acierto, dosificando el tiempo pasado para que la información
llegue al lector cuando convenga para entender el momento presente elegido.
Un relato donde pasa lo que tiene que pasar y muere quien
tiene que morir, para completar esa pretensión de intrigar y entretener.
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