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miércoles, 27 de julio de 2022

Madriguera de Zidrou y Oriol

Madriguera es la segunda entrega perteneciente a la serie sobre historias de personajes mafiosos espectacularmente iniciada con la inolvidable La Piel del Oso.

Jóvenes a los que el azar (maldito sea) pone su destino y su vida en manos de personajes sin escrúpulos que viven creyendo que sus decisiones son legítimas, inapelables y siempre correctas.

Jóvenes que tienen miedo de rebelarse por las consecuencias que puedan tener sus actos pero que ansían hacerlo para liberarse de la angustia que les produce su inmovilidad.

Una bala. Aún no se ha inventado nada mejor para decir adiós a los secretos que nos atormentan”.

Andrea Montale, quince años, acaba de presenciar, impotente por su condición y atenazado por el miedo, lo que ninguna persona, pero menos alguien de esa edad, debería ver jamás: como se rompe su vida en mil pedazos en unos minutos.

Descubre como la orfandad puede llevar en su condición, el desespero por la vida perdida y la esperanza por una vida nueva. Con la familia Damiani, Andrea va a iniciarse en el proceso de convertirse en adulto. Sexo, amor y violencia van a formar parte de esa transformación y ya no van a abandonarle jamás.

La vida es una sucesión de actos violentos. Lo que sucede es que se adaptan al entorno, conforman la cotidianeidad y se entienden tan necesarios que pasan desapercibidos. Como romper una cascara de almendra para comer su fruto. Una acción inevitable para obtener un fin y que nadie calificaría de cruel.

Andrea Montale va a crecer en ese entorno pero en el lado de los que empuñan la piedra y se comen la almendra, metiéndose, nunca mejor dicho, en la guarida del oso. Vivir en permanente peligro instrumentalizándolo bajo la premisa de que el honor de la familia fue, es y será siempre la prioridad que guie sus pasos y los de los demás.

El estilo narrativo de Zidrou (Benoît Drousie), conciso y elocuente, está compuesto de frases que merecen ser citas. Su argumento lineal va cimentando una trama que se lee en distintos niveles y que encierra varias historias en una, capaz de mostrar lo mejor y lo peor de cada ser humano.

Poco más hay que añadir a alguien con más de setenta guiones publicados con éxito indistintamente del género narrativo o registro donde se aventure.

Oriol, en esta ocasión y a diferencia de la anterior entrega La Piel del Oso, opta por un dibujo que emplea manchas de luz, colores vivos y fuertes, para resaltar las sensaciones que demanda el avance de la trama y recurre a la deformación controlada de rostros para acentuar las expresiones.

Pinceladas de impresionismo y expresionismo ensuciadas con rayones verticales para no olvidar que incluso lo bello conlleva fealdad en su interior.

Una segunda al mismo alto nivel que la primera, por lo que la recomendación es que si pueden leer las dos no se conformen con una. Son de una sensibilidad espeluznante.

lunes, 18 de julio de 2022

Sálvame de los hombres peligrosos de S. A. Lelchuck

Nikki Griffin es la anti-heroína más parecida a una heroína que exista. Joven, guapa, fuerte con un cuerpo envidiable por mujeres y deseado por hombres, cariñosa cuando le apetece y con quien lo necesita y dura con quien lo merece, inteligente, culta, emprendedora…

Regenta, con su socia Jess, una librería de libros de segunda mano que siempre está concurrida, y con clientela fija, y como negocio no va mal; y ejerce como detective privada más como misión en la vida que como profesión con fines lucrativos.

Sus clientes suelen tener el perfil de mujeres maltratadas, por eso cuando un alto ejecutivo de una empresa de tecnología punta la contrata para el seguimiento una empleada que podría estar filtrando información se huele que no le está contando toda la verdad, pero ante un anticipo de 20.000 dólares, aunque el dinero no sea una necesidad, es difícil resistirse.

El seguimiento demuestra que no hay perseguido sin perseguidor y Nikki pronto se dará cuenta de lo fácil que es pasar de cazador a objetivo.

Y si su vida profesional está doblemente cubierta y sobrada de emociones que dejan marcas en la cara, su vida familiar y su vida amorosa presentan agujeros e insuficiencias afectivas como para satisfacer una tesis sobre el comportamiento ante la culpa y el miedo al rechazo.

Un episodio traumático en su pubertad y la necesidad de afrontarlo y superarlo la ha encaminado a dedicarse a ayudar a quienes por ser buenas personas resultan débiles en una sociedad patriarcal donde los hombres se cubren unos a otros.

Nikki es la voz de quienes tienen miedo a hablar en voz alta, la de las mujeres que no pueden huir por estar atadas por una cadena invisible que las mantiene sumisas e incapaces de moverse como liebres deslumbradas por los faros de un coche.

Su radio de acción lo conforman las poblaciones que envuelven San Francisco en época presente, aunque su aversión al móvil pueda suponer lo contrario, y tiene su punto de mira en la tecnología intrusiva en la vida de las personas.

Si les gusta Kinsey Millhone, la detective privada fruto de la imaginación de Sue Grafton, les va a encantar Nikki Griffin, una versión 2.0 de la anterior.

En la novela de S. A. Lelchuck hay más violencia, menos concesiones a la lírica, más tecnología, distinto espacio temporal, cambia la familia y los amigos, pero funciona bajo las mismas premisas en las que se mueve Kinsey: ubicación y ambiente californiano, parecido ritmo narrativo y despliegue de dosis de tensión, sociabilidad, feminismo, sexo y humor.

Una novela que se lee incluso yendo de acompañante en la Aprilia roja de Nikki, aunque no se el mejor lugar para leer, pero es que una vez empezada la urgencia por terminarla no concede tregua, ni que sea solo por un momento.

Si leen Sálvame de los hombres peligrosos, aunque la cubierta sea cualquier cosa menos atrayente, este thriller policiaco humanista con apuntes conspiranoides, pedirán para ya la traducción de la segunda entrega, ¿aún no está?

domingo, 10 de julio de 2022

Muerte en Santa Rita de Elia Barceló

Santa Rita, que antaño fuera un balneario y luego un sanatorio de la provincia de Alicante, es ahora la vivienda de Sofía y también de otras personas que ha ido acogiendo, en distintos momentos, como si salvara náufragos a la deriva.

Son de distintas concepciones vivenciales y edades, pero tan bien avenidas que conforman una comunidad regida por unas normas, flexibles, de convivencia, que facilitan el buen ambiente y la comunicación.

Sofía es escritora que emplea dos seudónimos distintos según publique género rosa o género de misterio y tiene en Greta, su sobrina, a su revisora de textos y traductora de confianza.

Pero su avanzada edad hace temer un próximo desenlace y hay inquietud en el seno de la comunidad que teme por su futuro, pues es sabido que hay grupos económicos interesados en adquirir la casa y su entorno con fines inmobiliarios especulativos.

En esa situación la llegada de Moncho Riquelme, un antiguo amor de Sofía, es como echar gasolina al fuego, ya que no esconde sus ínfulas de nuevo dueño al tener a Sofía comiendo de su mano.

Segunda incursión en el género negro de Elia Barceló a años luz de la primera, La noche de plata, en la que el relato es crudo, descarnado y ominoso y en donde el tratamiento policiaco es contundente y verosímil.

En esta ocasión, Muerte en Santa Rita es una ligera novela policiaca que utiliza una muerte, dudosa entre accidente, suicidio o asesinato, como un McGuffin para poder centrarse en el crisol de personalidades, cuya experiencia pasada ha sido motor trasformador de la actual, de quienes conviven en Santa Rita. En la novela funcionan dos motores, el que activa los sentimientos y el que define la sensualidad.

Compararla con Agatha Christie no ha lugar por el simple hecho de que la novela no tiene la finalidad de dar solución al caso, que se da por la propia inercia de la trama, aparte de otras muchas razones.

La finalidad del argumento es ahondar en los misterios que encierran las personas, en sus defectos y sus virtudes, en su manera de afrontar los problemas y en buscar soluciones.

Su destreza en ese terreno es innegable y esta novela, donde los protagonistas son la trama principal, y el cadáver la secundaria, se luce ampliamente. Si bien hay que considerar que el final del caso policiaco pueda sorprender agradablemente a lectores menos versados y dar satisfacción a todos.

Santa Rita, como sus residentes, también tiene su historia, su pasado y sus problemas. Así las enfermedades, la vejez, el miedo a la soledad y las siempre confusas relaciones de pareja se muestran al desnudo como las plantas y las flores, descripciones excesivas, que indican en que estación se está, o en qué etapa de la vida, e informan de la cercanía del Mediterráneo que aporta su clima y su luz.

Muerte en Santa Rita es una novela con dos caras: una romántica y otra detectivesca; ni más ni menos que como su dueña Sofía con sus dos pseudónimos.

Una segunda novela continuando la serie ya está casi ultimada y la tercera y la cuarta ya están esbozadas.

domingo, 3 de julio de 2022

Un Caso de Tres Perros de S. J. Bennett

Que una gobernanta tenga un carácter difícil entra dentro de lo humanamente aceptable, habida cuenta de la gran responsabilidad que conlleva el cargo, y máxime si se ejerce en el Palacio Real de la Reina de Gran Bretaña.

Que muera en palacio resulta inadecuado e indecoroso pero a pesar de que ha sido un accidente, ¿por qué lo ha sido, no? la policía debe, en base al protocolo de seguridad real, iniciar una investigación.

Investigación que se cruza con la que inicia la propia reina internamente por la desaparición de un cuadrito, un retrato poco agraciado de su yate Britannia apenas sin valor pictórico alguno.

Una desaparición sin aclarar y que se remonta a ¿cuánto? ¿Veinte años atrás?  Los avances en las pesquisas que consigue su secretaria personal van a desencadenar hechos delictivos y luctuosos cuyo tratamiento son el objeto de esta novela.

Parece que la vida en el palacio de Buckingham debería ser anodina y todo permanecer bajo control, pero alguien o algo se empeña en que ese conjunto arquitectónico, que mucha fachada fotografiada pero por dentro una autentica ruina, tenga misterio y muerte a partes iguales.

Lo que, dicho sea de paso, no desagrada a la reina, excepto por las muertes que siempre son lamentables, ya que los misterios le permiten entretenerse con algo inhabitual y más emocionante que pasear sus corgi y tomarse una ginebra con Dubonnet, mientras puertas allá se dilucida sobre el resultado del Brexit y el gobierno estrena nueva Primera Ministra en la persona de Theresa May.

La capitana Rozie Oshodi jamás imaginó, cuando entró como secretaria personal adjunta de su majestad Isabel II que en su cometido estuviera el realizar pesquisas detectivescas llegando a poner incluso su vida en peligro, pero acaba disfrutando tanto o más que su propia jefa.

Todo intento de descifrar una acción precisa de su momento previo de reflexión, y que este sea más o menos largo viene determinado por la complejidad del asunto a esclarecer. Las tres pipas que le dedicaría Holmes se convierten en un paseo, con sus tres perros, por parte de la reina.

S. J. Bennett ha superado las expectativas de la primera entrega de esta serie de novelas policiacas, claramente detectivescas herederas de la Golden Age británica, en sus vertientes cozy y domestic noir.

Y con un estilo más suelto y subiendo el nivel de humor y la complejidad de la trama, consigue que Un Caso de Tres Perros roce la exquisitez del fair play británico, como un buen té en su punto justo de cocción, servido en vajilla de porcelana decorada a mano, y regios bocaditos delicatesen como acompañamiento.

Ciertamente Isabel II y miss Marple y disfrutarían enormemente compartiendo aquellas sendas tazas de té y charlando sobre lo humano y lo divino.

Juntas resultarían imparables a la hora de resolver los casos criminales que precisan del conocimiento de la naturaleza humana. Y es que ambas han conocido muchas personas y han sabido entender su comportamiento y por eso no se dejan deslumbrar por las apariencias.

Los calificativos que tienden a cursi como encantadora, ingeniosa, brillante, atractiva, adorable… encajan en esta novela ensalzando su magnificencia real.

Si El nudo Windsor dejó alguna duda, esta segunda entrega la ha despejado completamente, y ya solo queda desear que la tercera de esta serie de Su Majestad, la reina investigadora, no tarde mucho.