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martes, 21 de enero de 2014

No hay trabajo bueno de Yanet Acosta


Portada de la edición en Amazon
No hay trabajo bueno... ni carrera que lo valga, es una novela corta de factura cinematográfica, como los spaghetti western que reivindica no solo usando títulos de películas míticas de ese género (5 de 7 de Sergio Leone) para nombrar los capítulos sino por como elabora la trama y sobre todo como culmina el desenlance.

Yanet  Acosta que ya nos sorprendió gratamente al mezclar gastronomía y novela negra, cabalga de nuevo combinando esta vez spaghetti western y novela negra con un resultado que pide a gritos una gran pantalla y música d'Ennio Morricone a 100 dB.

Empieza al trote presentando solo con la ayuda de unos pocos párrafos a los personajes principales, carismáticos donde los haya, y el núcleo del argumento.

El descubrimiento o mejor la constatación, a estas alturas de la partida mundial nadie califica con este sustantivo, que evoca exploradores en tierras lejanas, temas tan prosaicos como una amplia corrupción política de intereses económicos notables.

Sigue a galope corto, actuando de acelerante, para entrar ya de lleno en el desarrollo de la situación y tomar consciencia de que va a ir todo eso que ha pasado.

Continúa a galope acompasado para presentarnos nuevos personajes y sus interacciones y para forjar un buen plan donde cada cual tenga su momento y su frase.

Collage de películas de Sergio Leone
Entramos en la fase de galope tendido cuando los acontecimientos se precipitan y ya no hay marcha atrás, solo seguir y seguir hacia el horizonte. Ya sin silla, montando a pelo, para sentir el contacto directo del animal, para sacar de dentro nuestro yo más atávico, para apretar el gatillo sin importar las consecuencias. Para fundirnos en un orgasmo criminal con la muerte.

Y culmina en un galope triunfal, épico, espectacular, en medio de un paisaje urbano donde a pesar de todo lo acaecido, el sol, indemne a las pasiones humanas, volverá de nuevo a salir por el este.

El edificio Windsor, su incendio iniciado en la planta 21, y su infructuosa investigación por falta de pruebas y rápida decisión para acallar lo que no debe ser aireado, sirve de punto de partida para narrar una historia llena de abuso de poder machista, donde el falo actúa de revolver, donde el sexo no es sino humillación, vanidad y violencia, placer para uno.

Una historia donde también hay ternura y sexo cariñoso de placer mutuo. Donde hay amistad y generosidad de la de verdad, de la de no pedir nada a cambio. De la que ofrecen los que poco o nada tienen.

Una historia que se alimenta de las historias de los que viven en y de la calle, a pesar de tener doctorados, a ras de suelo, en contraposición al cielo al que apuntan los grandes edificios acristalados donde se cuece el destino de todo aquel que se mueve y al que apuntan las esperanzas de los que solo pueden aspirar a mejorar, ya que ir a peor parece imposible.

La autora Yanet Acosta
Una historia que troca la intención de denúncia pública por el interés por la supervivencia. Que cambia la defensa del sentido ético plural por el deseo de venganza personal que surge de dentro clamando a gritos, en espasmos incontrolados como lo hace un chorro cálido y pegajoso escupido por un volcán.

Yanet  Acosta consigue, sin dejar descansar las monturas ni un momento y narrando en tiempo presente, atrapar al lector en la silla, inmovil como el espectador de cine en su butaca. La novela dura lo que una película. Y se lee con la misma pasión y emoción y con las mismas ganas de que el desenlace esté a la altura. Y lo está.

El homenaje al género spaghetti western no solo está presente en la portada y en los títulos de los capítulos sino incluso en el gentilicio de la protagonista última, es el guiño que precede al mutis final.

Si se la pierden se arrepentirán. En un duelo, quien avisa no dispara por la espalda. Más sobre esta obra, en su blog: aquí.

De Yanet Acosta este blog ya publicó la reseña de su agradecida novela gastronómica y criminal El chef ha muerto.

4 comentarios:

  1. Leí el del Chef, lo disfruté y ahora espero hacerlo con este . Tu anterior post coincidía conmigo totalmente y por eso espero leer pronto el que comentas, aunque se nos echa encima la Semana de Barcelona Negra y acabaremos, los lectores negros, cargaditos de libros.
    Esperos tus comentarios y sugerencias sobre los temas de esta jornada.

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    1. Hay que leerla de un tirón, como ver una película de serie B, donde prima el conjunto por encima de las particularidades.
      Saludos!

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  2. Me atrae, me gustan estas novelas "cinematográficas", como no podía ser de otra manera.

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    1. Es de esas películas (digo, novelas) con el sabor a las sesiones continúas de antes.
      Un abrazo Ethan.

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