Páginas

miércoles, 5 de febrero de 2014

Matar de amor por Sophie Hannah

Matar de amor
por Sophie Hannah
El sentimiento de culpabilidad de una mujer agredida sexualmente resulta tan inexplicable como censurable, pero altamente entendible y por eso el recogimiento interior y la ocultación de los hechos es desesperadamente habitual.

En Matar de amor, Sophie Hannah desarrolla una compleja trama de sentimiento de culpabilidad, miedo, obsesión e internet.

Internet como jungla donde habitan hábiles depredadores y el resto solo son alimentos.

Es una novela narrada desde la visión íntima femenina, desde los sentimientos y vivencias de Naomi Jenkins quien ve su felicidad resquebrajarse cuando su amante falla a su cita semanal de los jueves en la habitación 11 del Traveltel. Un motel cutre que para ella evoca un paraíso tropical; es cierto que la compañía hace bello lo cutre.

Naomí Jenkins es una diseñadora y constructora de relojes de sol, que comparte vivienda con una amiga, en trance de separación con su novio, y lleva una vida perfectamente regular que incluso consigue mantener en su relación con un adúltero: Robert.

Aparte de con Robert su relación social es practicamente inexistente excepto por sus visitas a la web Habla y sobrevive, donde encuentra flaco consuelo.

Motel de carretera 
Cuando Robert no se presenta, Naomí sospecha que algo le haya ocurrido. El buen entendimiento entre la pareja y la precisión ritual en el modo de hacer las cosas por parte de Robert determinan la creencia de que algo malo ha sucedido para dar plantón. Y Naomí Jenkins acude a la policía.

La policía es la inspectora Charlie Zailer, que, preparando sus vacaciones con su hermana Olivia, tiene la cabeza en demasiados sitios a la vez y su ya de por si carácter dificil se vuelve aún más aspero e irritable

Naomí que se da cuenta de que con la denuncia de desaparición va a haber poco movimiento le da una vuelta de tuerca a la situación y abre un nuevo frente denunciando un acto delictivo que si sirve para que la policía se ponga las pilas.

A partir de ese momento las pesquisas van a ir avanzando y abriendo puertas cerradas desde tiempo atrás y Naomí va a ser parte activa de la investigación.

El trasfondo psicológico, habitual en las novelas de Sophie Hannah, va alimentandose de las complejas relaciones humanas, de los miedos, obsesiones y anhelos que explotan en toda su intensidad haciendo aún más frágiles si cabe las capacidades emotivas de sus protagonistas.

Protagonistas todos, sin excepción, ni los policías se salvan, con un más que evidente punto de locura enfermiza.

Segunda novela leída y reseñada, segundo thriller de esta autora inglesa, la primera fue No es mi hija.

Y al margen de la reseña, no podemos dejar de darle vueltas al tema para intentar entender porqué ahora se deciden a continuar los casos de Agatha Christie, y leyendo a Sophie Hannah no sabemos verla como su sucesora, y no en términos propagandísticos sino en términos de publicar novelas con Poirot como protagonista. El estilo manifestado en estas dos novelas es contrario al que precisan las protagonizadas por el detective belga, según lo conocido; pero quien sabe, los escritores tienen recursos y registros diversos como para sorprender y entusiasmar. Un voto de confianza.

Wait and see.


2 comentarios:

  1. Pues acabo de leerme su última novela publicada en España, La cuna vacía, y no me ha llegado nada de nada. Uff, me ha resultado tediosa, aburrida, lenta,...
    Quizás sea yo.
    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me arrastró la curiosidad por mi pasado Agatha Christie y con estas dos lecturas he cubierto el cupo, por lo que no leeré la que citas. Este tipo de thriller no es mi estilo aunque he de reconocer que esta segunda tiene su punto.
      Saludos!

      Eliminar