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domingo, 2 de marzo de 2014

Ladrón de ladrones de Robert Kirkman

Ladrón de ladrones Volumen 1
Ladrón de ladrones es un cómic golosina para los amantes de los robos con estrategia y granujas carismáticos. Y para los que saben que leer cómics buenos favorece la longevidad de las neuronas y mejora el estado de ánimo.

Acostumbrados al cómic europeo donde un cómic lo suele hacer una sola persona que escribe el guión, lo dibuja y lo colorea, o a lo sumo dos, tándem guionista y dibujante, y en donde llegar a tres, cada uno en un apartado ya es raro, estar ante uno que detrás tiene todo un equipo como si de una serie de televisión se tratara es todo un lujo.

Y si las cabezas visibles de ese equipo lo forman las que lo forman, el lujo evoluciona hacia el concepto de esplendor asiático: Robert Kirkman, el padre del proyecto, es de sobras conocido y total garantía de calidad, sus argumentos siempre son sólidos y potentes y las situaciones y los personajes perfectamente definidos y complejos como para ser creíbles.

Nick Spencer ha sido capaz de interpretar y entender el alcance de la historia de Kirkman para escribir un guión que refuerza la parte más interesante de la estrategia de los robos y define la parte humana de los protagonistas para que sobresalgan del papel y los podamos recordar más allá de la lectura.

Shawn Martinbrough ha puesto a su disposición un dibujo limpio, de trazo grueso y delimitado, aparentemente minimalista pero que con visión detenida muestra un alto nivel de detalles, con muchas viñetas mudas y aún y así sumamente expresivas y elocuentemente explicitas.

Félix Serrano consigue con su amplia paleta de gamas de colores dar volumen a personas y objetos e iluminar las zonas donde está el punto caliente a seguir con la vista y pone el acento justo y preciso al elegir el tono, puntuando y reforzando con el equivalente a la banda sonora de un buen filme.

Ladrón de ladrones - Página interior
Ladrón de ladrones presenta a Conrad Paulson como un acaudalado hombre de negocios que vive en una preciosa casa acristalada con vistas al mar. El FBI sospecha que su nombre así como su imagen empresarial esconden en realidad a Redmond, un ladrón básicamente incruento y ambiciosamente perseguido por las fuerzas del orden por su larga carrera delictiva: palabras mayores cuando se habla de grandes e importantes robos.

Redmond es inteligente y listo. Y con esas ganzúas no hay puertas que lo puedan detener. Se crece cuanto mayor es la dificultad del trabajo y cuanto más imposible parece, pero el tiempo ha ido mermando su interés por continuar su carrera delictiva y se plantea abandonar el riesgo para recupera una vida anónima, tranquila y feliz junto a los suyos, Audrey y Micah, que, paradójicamente, siendo él el mejor ladrón, se los ha dejado robar por su propia autocomplacencia.

Y luego está Celia, esa ayudante que empieza siendo alumna y se acaba convirtiendo en un apoyo vital. Y los chicos con los que hace equipo cuando hay que dar un golpe.

Y su Némesis: Elizabeth Cohen. La agente del FBI empeñada en atraparlo aunque sea lo último que haga. Entra tanto en su vida, buscando levantar su máscara construida a base de mentiras y tener algo con lo que detenerlo y procesarlo que acaba estableciendo con él una relación de amor odio de incierto desenlace.

Ladrón de ladrones - Página interior
El cómic empieza con fuerza, en medio de una tensa situación ya comenzada y por ello atrapa la atención de inmediato. Y ya no la suelta en todas las páginas siguientes. 148 para ser exactos.

El argumento noir sobresale desde el principio y va descubriendo su enorme e interesante potencial página a página con el consabido 'nada es lo que parece' en un juego de habilidosos engaños y unos giros que más parecen vuelcos y que encandilan. Tampoco olvida el recurso también utilizado de 'el cazador cazado' para cerrar el círculo. Como ven nada que no se haya utilizado antes pero en esto del género negro, del género interrobang ya saben que poco hay nuevo bajo el sol y lo importante no es el que sino el cómo se cuente.

La trama va encadenando flash-backs para ir poniéndonos en antecedentes de quienes son los que son y de porque están donde están sin enlentecer el argumento y consiguiendo mantener el dinamismo y el nivel de tensión requerido. Los dibujos y los colores perfectamente armonizados gracias a los cambios de encuadre de los primeros y a la amplia paleta utilizada en los segundos permiten entender en cada momento si es tiempo presente o pretérito.

Ladrón de ladrones - Página interior
Las viñetas casi inamoviblemente en formato de cuatro horizontales a toda página, crean el efecto de pantalla de cine lo que favorece el hilo conductor de la narración al simular estar viendo una película en el cine, sin interrupción. Todo un espectáculo en cinemascope.

Aunque este primer volumen es auto conclusivo y así puede leerse, existe ya un segundo (al que presumiblemente seguirán más) del que hablaremos en otro post.

De momento no se pierdan este Ladrón de ladrones y no se descuiden: Redmond es capaz de robarles el corazón.


El mundo del robo inteligente cuenta con otras entradas publicadas anteriormente en este mismo blog que no deberían perderse: referencias cinematográficas como Películas de cine negro: subgénero timadores o televisivas como la serie Ladrón de guante blanco.

Post scriptum: ya leídos y reseñados los tomos 2 y 3 de este magnífico cómic seriado. Pinchen aquí.

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