La última sesión en un cine siempre acoge las auras de los espectadores de las sesiones anteriores |
Última sesión es una novela negra en la que investigar lo sucedido y descubrir al
culpable no tiene fines justicieros ni vengativos. Tiene como único fin saber.
Conocer porqué Ashley ha tenido el final que ha tenido. Y si podría haber
tenido alternativa.
Ashley Cordova aparece
muerta en el hueco de un ascensor en un edificio en obras. Parece un suicidio
pero también puede ser un asesinato incluso un accidente.
El conocimiento de los
movimientos y pensamientos de los días anteriores a su muerte pueden dar la
clave para interpretar correctamente el hecho y entenderlo.
Y de ahí que Scott
McGrath, un escritor de éxito y periodista de investigación reconocido hasta
que un asunto se torció y lo mandó de la liga de las estrellas al ostracismo,
resuelva intervenir en esclarecer los hechos. Tiene una cuenta pendiente con el
padre de la víctima: Stanislas Cordova y esa puede ser una buena manera de
devolverle la pelota.
Ashley Cordova |
Ashley Cordova, una joven guapa, inteligente y especialmente dotada para la música, virtuosa del piano desde tierna edad ha desaparecido del mundo de los vivos y su ausencia preocupa a más de uno.
Stanislas Cordova es el
director de cine de terror psicológico por excelencia, el director de culto que
ganara un oscar con Empulgueras, una de sus películas más alabadas. Y todo pese
a su truncada carrera y a su absolutamente nula presencia en los medios.
De sus películas se ha
llegado a decir que mezclaban escenas interpretadas con escenas reales de
dolor, de sangre y de muerte. Por eso están fuera de circuito comercial. Por
eso Cordova ha desaparecido como un eremita. Por eso sus películas son
visionadas de forma clandestina mediante convocatorias aún más secretas.
Sus fans, los cordovitas,
se comunican en una Web, verdadera devoción mesiánica, que reside en servidores
del Internet oculto, del Internet no indexado, del Internet Onion.
Empulgueras |
Todo alrededor de los
Cordova permanece confuso. Nadie sabe donde está Stanislas ni a que se dedica. Todo
son hipótesis y suposiciones y cada uno de los protagonistas de esta novela que
ha tenido que ver con ellos en algún momento de su vida, explica sus recuerdos
y sus vividas impresiones.
Como imágenes reflejadas
en fragmentos de un espejo roto, algunos se complementan, otros se solapan, otros
ofrecen distintas perspectivas, pero todos ayudan a conformar una imagen de lo duro
y a la vez adicto que resultaba vivir y trabajar con Stanislas Cordova.
El entorno de los Cordova puede tener
respuestas a la muerte de Ashley. Pero el hermetismo que rodea a la familia del
director, a su vivienda, a su obra y a su persona resulta tan impenetrable que
se diría que conjuros y hechizos de magia negra actúan como guardaespaldas
protegiendo como celosos cerberos.
Scott McGrath y una ayuda inesperada en forma de colaboradores reclutados por las
circunstancias: un joven camello y una joven aspirante a actriz, tratan de
penetrar en esa espesa negrura, en esa densa oscuridad, en esa atmósfera
asfixiante y encontrar las respuestas que abran las cortinas y dejen pasar la
luz.
Marisha Pessl |
Marisha Pessl presenta una novela en un formato novedoso ya que integra falsas páginas
sacadas de Internet, informes médicos e informes policiales de modo que compone
una novela multimedia (solo le falta movimiento y sonido).
Una novela que ha
supuesto un magnífico trabajo de recopilación de datos para crear un universo
tan real que resulta imaginario. Tan verídico que es mentira. Y eso demuestra
hasta que punto esta autora es capaz de absolver de la realidad la esencia
vital, despreciando los tics, para recrearla en una ficción.
La novela adolece sin
embargo de una prosa contagiada de la trama espesa y dubitativa a pesar de presentar
una estructura argumental adictiva sin que los personajes, en contraposición a
la complejidad de la trama, consigan estar a la altura.
La novela negra inicial
acaba tornándose un thriller que, con algunos tropiezos, consigue infundir esa
sensación de piel de gallina cuando se supone que lo sobrenatural predomina
sobre lo científico. La agobiante sensación de estar protagonizando una
película de Cordova puede agrietar hasta la mente más robusta. Estremece solo
de pensarlo.
Marisha Pessl muestra como
toda búsqueda puede no tener el final previsto al comenzarla.
Como la obsesión
puede obnubilar la ecuanimidad de los pensamientos y como de predispuesta está
la mente humana a dejarse arrastrar por los vientos de la fantasía y cerrar los
ojos a lo evidente, simplemente porque el deseo de que sea como queramos es más
estimulante.
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