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jueves, 7 de diciembre de 2017

Madrid:frontera de David Llorente

Es un grito. Un espeluznante y
sobrecogedor grito silencioso
que solo oye el cerebro.
En los campos sembrados de tréboles de novela negra encontrar uno de cuatro hojas es infrecuente pero no improbable. Son especímenes similares a los de tres hojas pero su peculiaridad los convierte en tan preciados como si fueran únicos.

Madrid:frontera es un trébol de cuatro hojas.

Se diría que es una novela rara pero solo es desconocida. De lectura difícil pero sólo es exigente. De trama complicada pero sólo es distinta. De personajes estrafalarios pero solo hay que saber dónde buscar para encontrarlos parecidos.

Que anda por caminos no trillados; lejos de carreteras asfaltadas y bien señalizadas busca senderos rocosos, adarves sin salida aparente y barrancos por los que es más fácil caer que bajar.

Inclasificable pero solo porqué aún no se han establecido las pautas frente a la novela distópica, donde cabe lo que sobresale en el terreno convencional y todo lo que pinta un mundo deshecho.

La novela es casi un largo diálogo de alguien que informa, imparte instrucciones, dicta órdenes a alguien que escucha, hace preguntas y esboza dudas. El argumento se va desbrozando lentamente no sin dificultad y el avance es igual de dificultoso. La vida no es fácil. Nada que recuerde a ninguna otra novela de género.

La trama es el personaje, alguien que deambula por un Madrid que, si existe lo hace en otra dimensión; un Madrid donde los mendigos son los ciudadanos y ya no hay clase social más baja; un Madrid donde las cajas de cartón son viviendas y donde la mayoría de pisos están vacíos por desahucio; un Madrid con más muertos que vivos; un Madrid donde unos pocos viven y todos, todos los demás a duras penas sobreviven.

David Llorente
En la novela de David Llorente, Madrid tiene mar, negro como la tinta y poblado de sirenas de letales cantos, tiene policías ávidos de violencia como los buitres lo están de vísceras, tiene el horror pintado en las calles. Madrid tiene miedo y también da miedo y quienes lo habitan o inhabitan lo sufren.

Es esa novela que no sabían que estaban esperando. No es fácil, más bien es difícil; no es amable, les morderá a poco que se descuiden y es tan negra como solo puede serlo un manchón de tinta.

Madrid:frontera es un grito. Un espeluznante y sobrecogedor grito silencioso que solo oye el cerebro. Léanla y entenderán.

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