Si las novelas de la serie del comisario Dupin que
transcurren en la Bretaña son de ya de por si postales, la presente, Los
crímenes de Saint-Malo, es uno de esos acordeones.
El comisario Dupin se encuentra en un seminario de temática
policial en Saint Malo cuando paseando, y comprando quesos en un mercado
callejero, se encuentra persiguiendo a quien acaba de cometer un asesinato.
El seminario queda en segundo plano ante la identidad de la
víctima y los asistentes se agrupan para participar de la investigación,
aunando esfuerzos, tácticas y conocimientos en un reto propuesto por sus
superiores para materializar la intención del encuentro que no es otra que
buscar la colaboración interdepartamental dentro de la misma región.
Y trabajo van a tener ya que no solo habrá un crimen a investigar como claramente indica el título de la novela: Los crímenes de Saint-Malo.
Dupin, acostumbrado a trabajar a su aire, consigue adaptarse
a este nuevo método aunque eche en falta a su equipo que colabora como puede
desde la distancia.
La trama criminal es de las más flojitas de las hasta ahora
publicadas en la serie, sin embargo en la parte pintoresca y turística tal vez
sea probablemente la más completa y estimulante. Especialmente por lo que a
gastronomía se refiere: no la lean en ayunas ya que pueden desfallecer.
Las novelas de Dupin son un viaje de placer por esa región
francesa que, a tenor de lo leído, rebosa en todo lo que precisa el mejor
destino turístico posible: paisajes, playas, rincones, cielos, luz, colores, bebida,
especialmente comida, leyendas…
Dupin es todo pasión, aunque su comportamiento poco social
no lo sugiera, y su hedonismo ha encontrado en esa esquina noroeste de Francia
el lugar donde vivirlo expansivamente.
Una novela de corte policiaco al estilo polar francés donde el costumbrismo tiene casi tanto peso como la trama criminal y que Jean-Luc Bannalec consigue reflejar a la perfección.
Ahora en verano es el momento óptimo para leer esta novela,
y a la que el COVID permita los desplazamientos seguros y sosegados, la Bretaña
es sin duda uno de los lugares a visitar. Sin prisas, para saborear cada rincón
y cada bocado.
Las novelas del comisario Dupin se han ido reseñando en
este blog:
El Caso del Castillo de Comper
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