Asesinato en Concarneau sigue a las predecesoras de la serie protagonizada por Georges Dupin: gastronomía noir o policial para gastrónomos. |
La vida diaria de Concarneau, esa ville-close, esa plaza fortificada, ese famoso puerto atunero que le
dice buenas noches cada día al sol en su diálogo con el mar, está
viéndose alterada por una muerte que, una vez calificada de asesinato, evoca
literatura policiaca de altos vuelos.
Y es que a lo largo de la investigación, que lleva a cabo
el comisario Georges Dupin con un equipo diezmado y a la vez reforzado, se
evidencian inquietantes paralelismos con el caso relatado por el inefable
Georges Simenon en su obra titulada El
perro canelo.
Georges Dupin, ahora no cabe ninguna duda: Georges por
Simenon, Dupin por Auguste no puede sustraerse a la necesidad de leer esa otra
novela (ni ustedes tampoco) y gracias a su aporte, resolver el caso.
Aunque no sea imprescindible leer las dos novelas, es una
recomendación para disfrutar doblemente de dos buenas lecturas policiacas.
La muerte del doctor Chaboseau, coleccionista de arte y
empresario con diversos intereses mercantiles, deja preguntas al aire y Dupin,
que las oye, no duda en buscarles respuesta.
Estamos ante el caso número 8 del comisario Georges Dupin,
quien se instalara en la Bretaña proveniente de París y que a pesar de entender
ya muchas cosas de la cultura y la personalidad bretona aún sigue
maravillándose cada vez que descubre nuevos aspectos de esa peculiar tierra y
gente.
Y lo hace con tanto entusiasmo que contagia a quien lo lee
y si alguien no ha estado en Bretaña y aun leyendo esta serie aún no ha tenido
la tentación de ir con esta novela se rinden armas y se planifica ruta.
La Ville-Close de Concarneau |
Jean-Luc Bannalec ha recuperado la esencia policiaca que
inauguró la serie y muestra una obra de nuevo interesante desde el punto de
vista criminal con las altas dosis de empatía costumbrista que le caracterizan
y que acompañan todo el relato.
En este caso una trama bien urdida, en especial la
vinculación con la obra de Simenon, y con suficientes pistas como para que
cualquiera de las personas sospechosas pueda ser la culpable. Un crimen en habitación
cerrada aunque con puerta abierta.
La Bretaña les da la bienvenida. Y el comisario Dupin y su
fabuloso equipo policial les recibirán con los brazos abiertos y con la mesa
dispuesta. Gastronomía noir. Policial gastronómico.
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