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domingo, 5 de noviembre de 2023

La caída o El Caso Edipo de Fernando Figueroa Saavedra

Estamos ante la novela que cierra, de momento, nunca digas nunca jamás, la serie protagonizada por Harry Maesnow, el miembro del cuerpo policial cuyo rango se asemeja a una montaña rusa.

Estamos ante la última novela que sin embargo es la primera, de la serie. Y es que a modo de flash-back se nos cuentan detalles de Harry y Molly. De una infancia que desconocíamos y de como la vida los encaminó hacia donde están ahora.

Pero no solo eso, faltaría más, el autor nunca se conforma con una historia lineal y siempre aborda subtramas que le dan sabor, como salsa al ingrediente principal; no solo eso, decía, porque el meollo pertenece a una intrincada trama, de gran interés político y mayor esotérico, a la que se accede mediante un asesinato.

La investigación demostrará las aptitudes del inspector Harry Maesnow y también su exaltable sentido de la corrección y la justicia que hace que se le degrade a agente y se le relegue a una esquina del mapa sumergiéndole en el barrio rojo de Rabishpool, zona portuaria feudo de bandas, pillos y granujas.

En La caída o El Caso Edipo, Harry debe resolver el asesinato, nada fácil vistos los intereses interesados que lo circunscriben, si quiere limpiar su honor. Pero antes deberá sobrevivir, algo que ya está en boca del resto de agentes de la comisaría y que han traducido en apuestas. Harry lleva las de perder.

A su vez quiere recuperar, aunque nunca tuvo, pero cree que dispone de una oportunidad, a Molly. Una joven insumisa que se pasea del brazo de títulos nobiliarios; cuando no lo hace con uno lo hace con otro de igual o parecido nivel, manteniendo el difícil equilibrio entre conservar principios y satisfacer caprichos. Y es que el feminismo no le hace olvidar su feminidad.

Fernando Figueroa Saavedra cierra esta pentalogía con nota y sin trabar la puerta. Hay tramas y subtramas de largo recorrido y denso contenido, cubriendo toda la obra en total, más de 2.000 páginas.

Ha creado unos personajes, no solo Harry Maesnow y Molly Grapes, que permanecen en el recuerdo por su trabajado carácter y peculiar idiosincrasia, también una ciudad y especialmente unas relaciones sociales que son susceptibles de ser trasplantadas a cualquier ciudad actual y no desentonar.

Estamos ante una serie que por falta de promoción comercial está pasando de tapadillo lamentablemente y si no la leen, después que se haya reseñado en su totalidad en este blog, no podrán argumentar desconocimiento. Es de desear que el tiempo la ponga en el lugar que merece.

Hay obras mejores, seguro, pero también las hay, y muchas más, peores, pero mejor expuestas. Los intereses editoriales y el cuadre de balances antes que la calidad, la originalidad y la valentía de innovar.

Si ya no saben donde meter la cabeza ante tanto cliché descafeinado, atrévanse con un sabor distinto y empiecen por la primera de esta serie y ya me dirán. En Francia sería autor de culto:

Los pistoleros o El Caso Hamster

Las viudas o El Caso Gutenberg

El estreno o El Caso Bramogra

Los turistas o El Caso Samothrace

 

2 comentarios:

  1. Muchas gracias, Jordi. Me alegraste el domingo con un buen chute de moralina. Recuerdos de Harry y Molly. Están deseando volver, pero se lo toman con calma, que París les dejó matados. Ah, y tienen pendiente un viaje a Barcelona, seguramente por 1893. ¡Salud y ánimo con todo!

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    1. Me alegra saber que Harry y Molly volverán, y aún más que lo harán a Barcelona. Ya me pasarás las coordenadas para ajustar mi máquina del tiempo y poder ser espectador (sin interferir) de la nueva aventura. Un abrazo y gracias por comentar.

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