jueves, 26 de marzo de 2020

Los pistoleros o el caso Hamster de Fernando Figueroa Saavedra

Novela negra espectacular,
distinta, rabiosa,
transgresora, divertida
y apasionante;
desde la trama
amoroso-erótica hasta la policial.

Todo en la vida ofrece una cara ortodoxa y otra heterodoxa, simplificando: lo habitual y lo extraordinario. Bien hallados los heterodoxos por ser descubridores de nuevos caminos e iluminadores en la incierta oscuridad.

En la novela negra hay mucha, demasiada, excesiva, ortodoxia y no por falta de imaginación o empuje sino por aquello de asegurar. Que todo tiene un coste y las editoriales favorecen los experimentos si son de autoedición y con agua carbonatada.

Los pistoleros o el caso Hamster es una novela policiaca heterodoxa que transcurre en abril de 1892. Atrae la atención por su cubierta diferente, atrevida y sugerente a partes iguales. Ya en el inicio de la lectura y a la que el cerebro empieza a interpretar las palabras que conforman párrafos, que igual necesitan relectura, descubre que está ante algo inhabitual. La sorpresa expande la sonrisa y el deseo por querer más azuza el intelecto para que se esfuerce en interpretar correctamente tanta información y osados juegos de palabras.

Los pistoleros o el caso Hamster es una novela policiaca, negra, transgresora, divertida y estimulantemente erótica que transcurre en 1892 en Rabishpool, esa población portuaria cercana a Cardiff donde el galés barre el inglés (y se nota ya que la traducción ha requerido sordo trabajo para hacerse entender).

El johnnie Harold Maesnow, ex-inspector de policía y ahora solo agente, se encarga de investigar un asesinato, uno más, en el Distrito Rojo donde parece que las negociaciones entre patronal y sindicatos han entrado en un nuevo nivel y en el que los acuerdos ya no se redactan en papel sino que se escriben baleando cuerpos.

Polítiqueo, posible topo en el cuerpo, comunidad gay fuertemente representada, nada ni nadie exento de sospecha y por si fuera poco, la visita de su tío William Maesnow va a complicar aún más, si cabe, la vida del ex-inspector al presentarle un aspecto desconcertante de las relaciones humanas que incide en la que el mismo mantiene con una pelirroja actriz de teatro.

Una trama policial, negra por momentos y oscura siempre, muy bien presentada y magníficamente resuelta con un final que enlaza con el principio y transforma el interrogante en círculo. Una exhibición de realismo farandulero y de modus vivendi de las clases menos favorecidas y un retrato del cuerpo de policía en una situación de ambiente tensionado por los asesinatos y la incertidumbre del mañana. Sin olvidar situaciones caóticas, irónicas y delirantes que remiten a Henry Wilt.

Fernando Figueroa Saavedra
Dentro de su florido lenguaje de época, de esos que hay que leer y saber escuchar, destaca el atrevimiento y el esfuerzo por conseguir algo sorprendente y efervescente.

La edición viene trufada de dibujos del propio autor Fernando Figueroa Saavedra, incluido el de la cubierta, y el diseño de las páginas (con su hilo de Ariadna que te acompaña de principio a fin) ofrece un conjunto muy bien cuidado (es mi primera lectura de esta editorial, Alma Negra, y no sé si es costumbre o excepción) que merece reconocimiento y agradecimiento por su consideración hacia el público, que al comprarlo no obtiene un producto sino que recibe un regalo.

Una lectura que no van a olvidar ni se van a cansar de recomendar.


2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Por favor me interesará mucho tu opinión cuando leas esta novela. Me gustará saber si fue un deslumbramiento o estamos ante alguien con mucho que decir.
      Un abrazo!

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