Ballard es nueva serie policiaca de streaming y ya es como de la familia. Es un spin-off de la serie Harry Bosch guionizada por el propio autor de los libros, Michael Connelly.
La actriz Maggie Q es la detective Renée Ballard única policía titular de una unidad, formada con la ayuda de una voluntaria, una becaria y dos jurados, inicialmente, encargada de investigar casos sin resolver.
Casos
abiertos o mal cerrados que escuecen por el simple hecho de recordar constantemente que a
pesar de que las fuerzas del orden cuentan con más recursos que los criminales, estos pueden llegar a no ser identificados o
desaparecer sin más.
Ballard no ha elegido destino; era eso o una
salida (des)honrosa del cuerpo. Ballard se ha atrevido a denunciar a un compañero
hombre y eso, aunque sea culpable, no está bien visto. El cuerpo policial es de
lo más corporativista, homófobo y misógino del universo de cuerpos donde el
heteropatriarcado ha sido siempre el rey.
Y no es una proclama reivindicativa, que si,
sinó una constatación de un hecho aun hoy no afrontado y mucho menos
solucionado.
Como spin-off de Bosch, transcurre en Los
Angeles, y tanto Bosch como otros protagonistas de su serie hacen apariciones crossover
i cameos en esta nueva serie. Lo que decía, acaba de empezar y ya te sientes
como en casa. Y es que todo el universo literario, de ficción y formal, que acompaña
a la serie raíz se continua en esta otra.
Las mismas pausas, los mismos diálogos con
sentido y contenido, no vacíos que solo sirven para rellenar silencios, los mismos
métodos de investigación y sobre todo y ante todo el mismo comportamiento ecuánime,
el mismo rigor por la justicia y el mismo sentido ético por la verdad caiga
quien caiga.
El equipo de Ballard, compuesto a partes iguales por experiencia
y bisoñez entusiasta, trabaja sin descanso y con afán desde un sótano, lo que acentúa
el abandono y el desprecio de quienes lucen placa como patente de corso, y cada
uno de los personajes suma y aporta lo que enriquece al colectivo.
La serie se inicia con los interrogantes de
porque a Ballard se la ha castigado de ese modo, porque está enemistada consigo
misma y su entorno familiar, porque tiene un caso entre manos tan importante y
contrareloj, y se irán resolviendo, por ser tramas lineales, a medida que avanzan
los episodios.
Lo que no quita que haya casos auto conclusivos
que confirman la verosimilitud de la serie, en el sentido de que nunca hay un
solo caso sino muchos y a la vez. En ese aspecto entra de lleno en el subgénero
de novela negra conocido como Policial Procedimental. Rigor y cumplimiento de
las normas dentro de lema servir y proteger.
Ballard es una gran serie y merece ser seguida
con atención. Es digna con el espectador y respetuosa con su inteligencia;
además, está bien interpretada, bien narrada y con un tempo tan bien
establecido que pide a gritos larga vida.
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