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miércoles, 10 de enero de 2024

File Number: Las Sombras de Board Hills de Frankman Román

La novela negra americana aparece construida, como el arte figurativo, a partir de transferir una realidad. La historia está ahí fuera y solo basta con atraparla con letras y encerrarla en páginas.

El detective solitario que se busca a si mismo en el fondo de un vaso de whisky que el mismo ha vaciado, no una sino varias veces, no un día sino muchos, es uno de los elementos habituales de la novela negra americana.

La cliente, que dice lo que le interesa y se guarda lo que le conviene; que aparenta indefensión mientras esconde sus garras de femme fatale, es otro de los elementos habituales de la novela negra americana.

Nada nuevo bajo el sol desde El Halcón Maltés.

File Number: Las Sombras de Board Hills, el subtitulo hace pensar en que el autor no cierra puertas a continuar la serie, tiene ese inicio y aunque consigue despertar y mantener la curiosidad no hace lo mismo con el interés.

Y eso es así porqué el argumento presenta un ritmo con altibajos, abusa de estereotipos hasta la sobredosis y soluciona mal algunos de los aspectos del caso, como la localización de las pertenencias, el leit-motiv de la trama.

Las pertenencias de alguien que ha muerto y que por lo visto tienen un interés tan especial como para contratar un detective para localizarlas y emprender una investigación peligrosa.


El dibujo, el color, que se mueve en una gama cromática que acentúa las emociones, y la composición de página son lo mejor. Frankman Román, su creador, demuestra actitud y una incuestionable aptitud gráfica, lo que sin duda sugiere mejoría en la siguiente entrega.

El comic en este país sigue siendo la cenicienta de las artes visuales y a diferencia del país vecino, donde el reconocimiento permite que la producción no sea analizada con lupa, aquí solo la calidad sobresaliente sale indemne.

domingo, 3 de diciembre de 2023

Una bala en la cabeza de Matz y Colin Wilson

Si la política hace extraños compañeros de cama, la venganza lo ve y sube la apuesta.

Y es que vengarse es un placer solo degustable para quien entiende que la vida no es más que un hilo que en cualquier momento alguien o algo puede cortar. La vida es corta y el tiempo es oro, y como tal hay que saber invertirlo en lo que de mejor rédito.

Y si te matan a alguien cercano, ¿qué mejor rédito que dedicarte en cuerpo y alma a buscar placer en la venganza?

Esta historia se inicia recorriendo las calles al lado de un par de sicarios. Unos amigos que ya llevan años matando como para ser considerados profesionales, lo que no quita sin embargo que a veces se puedan cometer errores y, que estos, supongan un peligro insospechado para quien convive con el peligro, como quien echa pan a los peces de un estanque.

A los protagonistas se les nota el cansancio y la tensión, y evidencian la falta de reposo, de buenas comidas y ausencia de felicidad; algo que parece estarles vetado.

El arranque nos muestra que estamos ante un guion tan excesivo como magnífico; un homenaje a Pulp Fiction desde la primera viñeta que se abre paso con un diálogo tan banal como significativo y trascendente para el desarrollo de la trama.

Una trama que va ofreciendo giros y, como si estuvieran peraltados, a cada uno va incrementando la verticalidad y con ella la tensión. Sin saber a dónde conduce; sin intuir el final. Una trama cargada de suspense que mantiene pegada la vista y la atención en cada viñeta.

Espectacular trabajo el que ofrece este cómic. El guion se lleva la mejor parte, es obra de Matz (seudónimo de Alexis Nolen) a quien ya reseñé en “El asesino”, una emotiva historia de un asesino profesional, tensionado hasta extremos, seriada en 5 álbumes. Donde matar y morir son caras de una misma moneda. Una historia donde dudar significa morir y donde matar significa vivir (se acaba de estrenar su versión cinematográfica en Netflix, con el mismo título El Asesino, dirigida por David Fincher e interpretada por Michael Fassbender).

El dibujo lo aporta el australiano Colin Wilson, alguien con mucho oficio gracias a su versatilidad, que en esta ocasión emplea un trazo limpio para que sean las expresiones de los rostros y las intenciones de los gestos los que hablen por sí mismos ante la exigencia de un guion que le obliga a exprimirse al máximo. Un trabajo que parece fácil porque sus líneas aparecen sueltas, pero es que lo difícil es precisamente conseguir eso.

Una de esas lecturas que gusta compartir, que demanda nuevo visionado y que pide que se charle sobre ella.

viernes, 7 de julio de 2023

Los Asesinatos de la Mansión Decagonal (final) de Yukito Ayatsuji e Hiro Kiyohara.

Los Asesinatos de la Mansión Decagonal es una serie compuesta de 5 álbumes manga, ya saben que es como se conoce el comic en Japón. Son, por su tamaño, bolsicòmics, ya que caben en un bolsillo y el número 1 de la serie se reseñó aquí.

Y además de pedirles que lean esa reseña, les digo que, ahora, habiendo leído toda la serie, no solo reafirmo todo lo dicho en ella, sino que subo el elogio.

Estamos ante una recreación creativa de la archifamosa novela de Agatha Christie "Diez Negritos" que, como esta, transcurre en una isla y también en el continente. Pero Los Asesinatos de la Mansión Decagonal, incluso en el nombre ya alude y homenajea al número 10, presenta su propio ADN y despliega otros recursos, otros giros y por supuesto otro final.

La trama se va desplegando a lo largo de los 5 tomos de esta serie de investigación criminal en la más tradicional línea del clasicismo dentro del género.

El argumento de este manga, además de asesinatos e investigación detectivesca, incorpora, por otro lado habitual en las obras de procedencia japones, misterio y fenómenos extraños.

Y los expone en dos líneas de acción: la que transcurre en la isla (hay que leer la reseña anterior) y la que transcurre en el continente. Y a estos dos ritmos narrativos y distintos puntos de vista, se suman las diferentes perspectivas que ofrece el caso según sea la persona que interactúa.

Y es que una vez presentado el escenario, el caso y los actores en el tomo 1 (de verdad lean la reseña #1), el guionista se dedica, en los tomos siguientes, a presentar en profundidad a los personajes y a desmigajar pistas, sugerir hipótesis y sorprender con giros que aumentan la tensión y el suspense además de ir sumando víctimas de asesinato.

Los 5 tomos suponen un montón de páginas de interesante lectura y fascinante dibujo que no deberían perderse si les gusta el policial clásico, ese que se etiquetó como La Edad de Oro por los británicos y que ha servido, y continúa, de fuente de inagotable inspiración.

El guion y el dibujo se aúnan para que no haya fisuras y si mutuo reforzamiento. La historia mantiene una velocidad de crucero sin altibajos, algo que parece fácil y no lo es en absoluto. Se requiere mucha experiencia y oficio para conseguirlo.

Lo que les decía al principio: no solo reafirmo todo lo dicho en la reseña del fascículo 1 sino que, si están dispuestos a apostar, lo veo y subo. No puedo perder.

martes, 30 de mayo de 2023

El Rey de los Espías de Mark Millar y Matteo Scalera

En la Tertulia 09 de El Mussol Maltès dedicada a los còmics protagonizados por agentes secretos o espías, Rafel Sabater, librero de Sabadell Cómics nos hacia varias recomendaciones, todas escuchables, y entre ellas estaba esta obra: El Rey de los Espías.

Las tareas que se suelen encomendar al personal de los Servicios secretos suelen ser secretas porque poco o nada tienen de limpio y airearlas sería como meterse en el ojo de un huracán de donde poco o nada bien se saldría.

Por eso cuando un gobierno decide jubilar o quemar a un agente este sabe que su vida pende de un hilo ya que a los gobiernos no interesa que alguien que no solo sabe, sino que ha participado en acciones que jamás han existido, pueda irse de la lengua.

Claro que si a este agente le quedan pocos meses de vida pero suficiente conciencia como para comprender que ha hecho más mal que bien y que los que se lo ordenaron estaban movidos por intereses más personales que colectivos puede que decida ajustar cuentas antes de que la muerte se lo lleve.

Hasta ahora ha hecho que el sistema siga funcionando de forma que el poder sea hereditario y la miseria también; para conseguir que la máquina gire siempre en la misma dirección y que arriba sea arriba y abajo siempre abajo.

Sir Roland King es uno de esos agentes con conciencia y está dispuesto a irse de este mundo habiéndola limpiado, aunque signifique dejar la jubilación y volver al servicio activo. Solo que esta vez él es su propio jefe y quien marca los objetivos.

El guion corre a cargo de un especialista en estos temas como es Mark Millar, a quien ya conocimos por ser el artífice del comic Red llevado al cine con la interpretación de Bruce Willis, John Malkovich, Helen Mirren, Morgan Freeman y Mary-Louise Parker.

Mark Millar sabe hacer avanzar la trama a partir del recurso de tres pasos hacia adelante y uno para atrás, con lo que las dudas que se suscitan con el avance rápido se van explicando de manera que cuando parece todo claro el siguiente salto presenta nuevos interrogantes. Toda una maestría del relato visual que consigue un ritmo endiablado y al desconcierto de los giros le sucede la gratificación del conocimiento extra.

El dibujante Matteo Scalera sigue el ritmo impuesto por el guion y va adaptando el tamaño de las viñetas y los encuadres para dar cumplida respuesta a los requerimientos. Tiene habilidad para las expresiones faciales y no se corta al plasmar las escenas sanguinolentas.

Convenientemente resaltadas por la colorista Giovanna Niro con una paleta de tonos preferentemente cálidos, y es que el infierno en la tierra tiene que mostrar su fuego y su calor.

A la obra, como a casi todos los cómics, hay que dedicarle una segunda y una tercera lectura.

La segunda, que parte de lo conocido, facilita la comprensión de la trama ya desde la misma cubierta y las guardas y la tercera es un regocijo absoluto al captar perfectamente todos los matices de humor negro que se han ido desperdigando a lo largo de las páginas.

El Rey de los Espías es una obra de la que solo hay que lamentar el que parece no vaya a tener continuidad. O tal vez si.

viernes, 27 de enero de 2023

La Señora de Chicago de Marc Tinent y Pablo M. Collar

En 1913 Alice Clement es una de las primeras mujeres policía de la historia de Chicago. Ni su acceso al cuerpo ni sus primeros meses en él ni en la calle han sido fáciles.

El rechazo de la sociedad y el menosprecio de sus compañeros, a quienes cuesta digerir ese avance femenino en territorios tradicionalmente asociados a hombres, y especialmente a rudos y distantes, que infunden respeto y, todavía más, temor.

El físico de Alice Clement, menuda con ligero sobrepeso y cara de luna, suscita comentarios injuriosos, pero pronto es temida en el mundo del hampa y con su tesón, sus métodos y sus brillantes resultados consigue que se le respete y, ni que sea en privado, se empiecen a reconocerle aptitudes y méritos y obtenga un grado mayor de confianza de sus superiores.

En esa época Blanche Labadie es la Reina de las Estafas en la ciudad, y su modo de hacer se aleja tanto de los delitos de sangre como de la temible Mona Allen: una rival que tiene atemorizados los bajos fondos.

A Mona Allen se la conoce como la Reina de los Timos, es la Señora de Chicago ofrece protección a cambio de remuneración, y para la agente de policía Alice Clement se convierte en su particular enemiga público número 1 en su lista de delincuentes a capturar. Y no va a desistir hasta conseguirlo.

Estamos en 1917, el crimen organizado florece por doquier y Alice Clement enfila su carrera para ser la primera inspectora de policía de Chicago, un hito en la lucha feminista, por lo que no duda en aliarse con Blanche, intereses distintos pero mismo objetivo, para capturar a Mona.

En el argumento de La Señora de Chicago se va narrando la biografía de Alice Clement, su vida particular, su vida familiar y su vida profesional, intercalándolas entre sus investigaciones, y enfrentándola a un gran caso criminal.

Y lo hace de tal modo que la investigación policial sea el centro de una historia costumbrista y no al revés lo que hubiera supuesto alejarse del noir y adentrarse en el melodrama.

Marc Tinent ha escrito un guion muy medido para mantener el equilibrio en la delgada cuerda que separa la realidad de la ficción, y la documentación de la fantasía. Combina con mucho acierto ambos extremos con lo que consigue un dialogo fluido con mucho ritmo que, como buen thriller, no da respiro.

El dibujo de Pablo M. Collar recuerda a los planos del cine mudo con poco movimiento de cámara, reiteración en los encuadres y en las expresiones y poco detalle en los escenarios, ya que el foco está donde está la acción. La paleta de colores tiende a languidecer el tono de la historia.

El subtítulo: Un caso de Alice Clement, hace sospechar, e ilusionar, que sea el inicio de una serie con continuidad, lo que se agradecería notablemente.

La obra se acompaña de un apéndice al final que, con una biografía sucinta y un buen archivo fotográfico, facilita el acercamiento a la Alice Clement real.

lunes, 12 de septiembre de 2022

El Mussol Maltès de Jordi Valero


Este 7 de septiembre de 2022 se ha emitido el primer programa de El Mussol Maltès en Radio Sabadell 94.6 una emisora con 90 años de historia y que se reinventó hace 20.

El Mussol Maltès, cuyo título rinde merecido homenaje a la novela y la película El Halcón Maltès, es una desordenada colección de fascículos auditivos sobre el mundo Noir en todas sus manifestaciones: literatura, cine, comic, teatro, gastronomía, moda, etc. Todo mezclado pero no agitado.

Historia e historias del mundo noir narradas en forma de relato punteado por cortes musicales que comparten cuerpo argumental.

Es un programa breve, entre 27 y 29 minutos o sea que permite ser escuchado con tranquilidad mientras cada cual hace sus cosas: andar, pasear al perro, hacer deporte, viajar, cocinar, esperar la vez, planchar, regar las plantas, hacer el vermú…

Y es mensual, con lo que no hay agobios ni urgencias. Si un mes tiene 43.200 minutos, ¿a ver si no se pueden dedicar 27 o 28 de ellos a escucharlo?

Y se emite en Radio Sabadell 94.6, el primer miércoles de cada mes a las 20:30 y, también en redifusión y queda accesible en la pestaña de programas de su web para ser escuchado a conveniencia; y también está disponible en las mejores plataformas de podcast como Apple Podcast, Ivoox, Spotify y otras más.

Y gratis. Nadie da tanto por nada. Suscríbanse a su plataforma de podcast preferida y recibirán una notificación cada mes cuando haya uno nuevo; sin excusa para no perderse ninguno.

Espero que les sorprenda y guste por igual, escuchen el primer fascículo: El Mussol Maltès 01 – Negra i Criminal (I) y que ustedes lo maten bien.

En catalán (y también en plataformas podcast)

https://radiosabadell.fm/podcasts?field_programa=30376

En castellano, en varias plataformas de podcast como:

Spotify  https://open.spotify.com/show/6xK0qKoJrcYK8JcMivHdTt

Ivoxx https://www.ivoox.com/el-mussol-maltes_sb.html?sb=el+mussol+maltes


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domingo, 4 de septiembre de 2022

Los asesinatos de la Mansión Decagonal de Yukito Ayatsuji y Hiro Kiyohara

Siete estudiantes universitarios viajan a la isla de Tsunojima para pasar en ella una semana tras recibir una invitación. Entusiasmados por lo que se antoja una aventura, se alojarán en una casa de planta y alzado decagonal, donde incluso la mesa de comedor y las tazas de té también tienen esa forma.

Las habitaciones son austeras como la gran sala central que hace las veces de distribuidor y comedor y no contiene adorno alguno, ni cuadros en las paredes, ni un sofá ni una mesita ni una librería.

Las tres estancias restantes son el recibidor, la cocina y el baño común. La casa carece de electricidad y también, de hecho toda la isla, carece de cobertura. En la cercanía hay un islote.

Curiosas razones hubo de tener el arquitecto Seiji Nakamura para diseñar y construir esta excentricidad, no solo para adoptar tan curiosa forma sino por levantarla en una isla solitaria.

La Decagonal está cercana a la Mansión Azul, que hoy luce calcinada y en la que se encontraron los restos de cuatro personas, el arquitecto, su esposa y un matrimonio de empleados, asesinadas hace medio año.

Todos esos elementos bastarían para echar atrás a quien quiera que, confundido por la búsqueda de la aventura, se planteara hacer turismo o pretendiera relajación: el ambiente induce a cualquier emoción menos a la calma y si en cambio siembra una cierta incomodidad.

Pero para el grupo, todos miembros del Club del Misterio, es hacer realidad un sueño. Los integrantes, muy motivados, adoptan nombres de sus autores occidentales favoritos, así los cinco chicos son: Ellery, Carr, Leroux, Poe y Van; y las dos chicas Agatha y Orczy.

Fuera de la isla están Doyle y Morisu (de quien no conocemos su apodo, pero apela al personaje Detective de Sillón que podría hacer referencia a diversos autores) y también está Shimada un añadido circunstancial.

Así si sumamos a todos los personajes tenemos diez protagonistas y es inevitable observar en Los asesinatos de la Mansión Decagonal el guiño a la gran novela Diez Negritos de la simpar Agatha Christie y más cuando los isleños encuentran a la mañana siguiente a su llegada, sobre la mesa del comedor, siete placas rectangulares con textos que va de Primera Víctima a Quinta Víctima y las dos restantes son Detective y Asesino respectivamente.

Nadie reconoce haberlas puesto. Todos suponen, esperan, desean que sea un juego. Pero todos temen que pueda esconder una macabra realidad.

Mientras, en tierra firme, los otros tres están inmersos en su propia investigación centrada en los antiguos asesinatos de la isla.

Todo apunta a que hay una clara relación entre aquel suceso y la actual presencia en la isla de los integrantes del Club del Misterio. En esto el lector va por delante de lo que puedan pensar los estudiantes, ya que sabe cosas que ellos desconocen. Este recurso de thriller, de saber que hay peligro y no poder avisarles dispara la tensión así que tómenselo con calma y té matcha.

Este primer volumen finaliza con una imagen en picado del interior de una de las habitaciones. Sobre la cama, una persona yace con manchas y salpicaduras de sangre. ¿Primera víctima? ¿Es la puesta en escena de un inocente juego o el cadáver de un elaborado plan de asesinato?

193 páginas que se devoran; un guion argumental basado en la novela del mismo título y del mismo autor Yukito Ayatsuji que presenta unos personajes carismáticos; un entorno ominoso y un pasado muy presente. Una investigación llevada a cabo por genios que debe conducir a elaboradas e interesantes hipótesis desconociendo cual será la acertada.

El dibujo de Hiro Kiyohara es limpio y expresivo y acentúa los rasgos de cada protagonista para que no pueda haber confusión alguna como puede suceder con otros mangas. Este es seinen, o sea para público adulto.

La serie se completa en 5 volúmenes y solo hay que desear que se completen pronto las traducciones y podamos tenerlos todos a disposición (el segundo sale este octubre). Por 8,5 € es un pecado no comprarlo; y si no lo leen el pecado ya es mortal.

miércoles, 27 de julio de 2022

Madriguera de Zidrou y Oriol

Madriguera es la segunda entrega perteneciente a la serie sobre historias de personajes mafiosos espectacularmente iniciada con la inolvidable La Piel del Oso.

Jóvenes a los que el azar (maldito sea) pone su destino y su vida en manos de personajes sin escrúpulos que viven creyendo que sus decisiones son legítimas, inapelables y siempre correctas.

Jóvenes que tienen miedo de rebelarse por las consecuencias que puedan tener sus actos pero que ansían hacerlo para liberarse de la angustia que les produce su inmovilidad.

Una bala. Aún no se ha inventado nada mejor para decir adiós a los secretos que nos atormentan”.

Andrea Montale, quince años, acaba de presenciar, impotente por su condición y atenazado por el miedo, lo que ninguna persona, pero menos alguien de esa edad, debería ver jamás: como se rompe su vida en mil pedazos en unos minutos.

Descubre como la orfandad puede llevar en su condición, el desespero por la vida perdida y la esperanza por una vida nueva. Con la familia Damiani, Andrea va a iniciarse en el proceso de convertirse en adulto. Sexo, amor y violencia van a formar parte de esa transformación y ya no van a abandonarle jamás.

La vida es una sucesión de actos violentos. Lo que sucede es que se adaptan al entorno, conforman la cotidianeidad y se entienden tan necesarios que pasan desapercibidos. Como romper una cascara de almendra para comer su fruto. Una acción inevitable para obtener un fin y que nadie calificaría de cruel.

Andrea Montale va a crecer en ese entorno pero en el lado de los que empuñan la piedra y se comen la almendra, metiéndose, nunca mejor dicho, en la guarida del oso. Vivir en permanente peligro instrumentalizándolo bajo la premisa de que el honor de la familia fue, es y será siempre la prioridad que guie sus pasos y los de los demás.

El estilo narrativo de Zidrou (Benoît Drousie), conciso y elocuente, está compuesto de frases que merecen ser citas. Su argumento lineal va cimentando una trama que se lee en distintos niveles y que encierra varias historias en una, capaz de mostrar lo mejor y lo peor de cada ser humano.

Poco más hay que añadir a alguien con más de setenta guiones publicados con éxito indistintamente del género narrativo o registro donde se aventure.

Oriol, en esta ocasión y a diferencia de la anterior entrega La Piel del Oso, opta por un dibujo que emplea manchas de luz, colores vivos y fuertes, para resaltar las sensaciones que demanda el avance de la trama y recurre a la deformación controlada de rostros para acentuar las expresiones.

Pinceladas de impresionismo y expresionismo ensuciadas con rayones verticales para no olvidar que incluso lo bello conlleva fealdad en su interior.

Una segunda al mismo alto nivel que la primera, por lo que la recomendación es que si pueden leer las dos no se conformen con una. Son de una sensibilidad espeluznante.

viernes, 3 de junio de 2022

Toxic Detective de Claudio Cerdán y Sergio Carrera

La estructura de la novela negra americana al alcance de quien lea este cómic: su inicio, en medio de una historia desconocida, que presenta una situación prácticamente insalvable; el flash-back que permite entender porque se ha llegado a ese punto; el enlace de la trama con el tiempo presente, como despertando de un sueño y chocando con la realidad; y el acelerón final para llegar a la última página sin respirar (sin olvidar que el pez también respira).

Raymond Ray Smith sufre una desesperante enfermedad llamada Sensibilidad Química Múltiple (SQM) y que supone un debilitamiento orgánico, con variedad de síntomas, a cual peor, solo por estar expuesto a la contaminación química ambiental, presente de forma cotidiana en lo que entendemos por normalidad social.

Una enfermedad no reconocida por la OMS, por no poder acotarla a un escenario abordable con ningún fármaco, pero no por ello inexistente.

Cada día nuestra nariz y nuestra piel se exponen a millones de partículas químicas derivadas de productos de limpieza, colonias, perfumes, combustibles, cosméticos, ambientadores… vivir en sociedad comporta un bombardeo incesante de volátiles substancias sin efecto, más allá de la respuesta considerada natural, en la mayoría de personas pero terriblemente agresiva, hasta la muerte, para unas pocas.

Por ese motivo quienes sufren SQM salen poco o nada de casa, ven la vida a través de las ventanas de sus viviendas o de las pantallas de sus aparatos tecnológicos.

Por ese motivo tele trabajan. Por ese motivo sus relaciones suelen ser virtuales. Así es como Ray ha conocido a Sweet, que también padece SQM. Así, cuando ella no se conecta como suele hacerlo habitualmente, es como se da cuenta de que le ha sucedido algo. Así es como, pertrechado con una ropa que cubre el cuerpo y una máscara que filtra todo lo que puede, Ray sale a la calle dispuesto a llegar a casa de Sweet y ayudarla en lo que sea necesario.

La calle, ese enemigo mortal que acecha con todo tipo de armas químicas y lleno de gente intransigente que lo ven como un personaje distópico salido de una mala película de serie B.

Cuando Ray está en su piso logra estar centrado, hacer deporte y tener ideas claras. En la calle, dentro de un local o un metro abarrotado se vuelve inestable, desconcertado y vulnerable. Los efluvios invisibles son su kriptonita.

Claudio Cerdán ha escrito un guion con la estructura y la esencia de la novela negra americana.

En su argumento de perdedores; en sus diálogos peliculeros por trascendentes y en esa voz en off, los pensamientos de Ray, que es la voz de quien reclama dignidad y afea el egoísmo social y la ambición por el dinero.

Describe a Ray como ese antihéroe que cae y vuelve a levantarse; capaz de entregar su propia vida por un acto de amor, en unos tiempos en los que tal vez esté sobrevalorado, y adoptar el rol de justiciero salvador cuando se le requiere.

Sergio Carrera, con su dibujo, ayuda a entender esa mezcla de sentimientos y esa generosidad combinando línea delgada con sombras que asemejan cicatrices y ensuciando viñetas para mostrar la invisible presencia de esos aerosoles que vehiculan la SQM y que aparecen como el acto de exhalación de la respiración urbana.

Un dibujo cargado de ritmo, tintas de thriller, donde incluso los planos pausados tienen movimiento y ese dinamismo hace que la trama mantenga la tensión de forma permanente.

Toxic Detective es un comic que parece distopico y que se postula como de anticipación. Presenta una realidad que solo pensar que pueda ser el futuro provoca escalofríos.

El trabajo de ambos es complementario y el conjunto un trabajo tan destacable como para desear más y al que recomiendo prestéis atención. Las editoriales que no lo hicieron deberían revisar sus criterios de selección.

 

 

miércoles, 9 de marzo de 2022

Yo maté a Sherlock Holmes de Lluís Recasens y Manel Cruz

Sherlock Holmes llegó a ser, incluso hoy en día aún lo es, algo más que un personaje de ficción para Gran Bretaña. El afamado investigador es el gran icono del género policiaco y, con permiso de Dupin y la envidia de Poirot, el más conocido y celebrado del mundo.

Por eso su muerte, en extrañas circunstancias en las cataratas de Reichenbach, junto a su némesis, el profesor Moriarty, supuso un inconsolable suceso para el público y el sentimiento de pérdida se convirtió en un arma arrojadiza que tuvo en su creador, Arthur Conan Doyle, el blanco de una ira tan irracional como despiadada.

Conan Doyle obró por un impulso sin mesurar el alcance de su decisión. Los celos irrumpieron en su, ya de por si desmejorada, psique y con unas pocas líneas manuscritas condenó a muerte a su criatura al tiempo que empezaba a cavar la tumba donde enterrar su fama y su carrera literaria.

De todas las decisiones posibles que podía haber tomado, sin duda eligió la peor. Claro que el tiempo le brindó la oportunidad de remediar su error y para su carrera, la sociedad británica de la época y los millones de lectores desde entonces, la aprovechó y acertó.

El período de ausencia de Holmes es conocido como El Gran Hiato y ha supuesto la aparición de múltiples pastiches, algunos de gran calidad que no desmerecen al original.

Mucho se ha escrito con Holmes de protagonista pero menos sobre Conan Doyle y este cómic viene a ponerle remedio. Estamos ante un biòpic que relata los desasosegantes momentos que vivió Conan Doyle que mediaron desde la muerte a la resurrección de Sherlock Holmes. Una suerte de Semana Santa que le llevó de la obcecación a la resignación.

Lluís Recasens, un todo terreno de los medios de comunicación con larga trayectoria desde la década de 1970, conocido como L’Avi, ha investigado y documentado cada palabra hasta elaborar un excelente guion que por sí mismo es ya una novela corta.

Nos cuenta desde un punto de vista emotivo e irónico el periplo de Conan Doyle hasta entonar su mea culpa y continuar escribiendo las hazañas del excéntrico detective inglés. Y lo hace relajando la historia para poner el acento en la anécdota y dando relevancia a los detalles menos conocidos de ese periplo introspectivo.

Y Manuel Cruz pone habilmente el lápiz y la tinta, blanco y negro y trama en gris, para dibujar con un estilo cartoon muy adecuado al tono ligero que le pide el argumento. La ambientación en interiores y en exteriores es comedida, ajustada a la época pero sin quitar el protagonismo a los personajes que requieren el foco en cada viñeta. Fondos que visten pero no ocultan.

Con acentuados movimientos de ojos, cejas, labios y bigotes dota a los protagonistas de una expresividad tan elocuente como comunicativa.

Yo maté a Sherlock Holmes se trata de una obra ágil, directa e histórica que entretiene, divierte e ilustra ese impase que en 1891 mantuvo en vilo a toda Gran Bretaña sin excepción alguna ya que incluso en Buckingham se instaló la intranquilidad.

Una obra que lo tiene todo para no pasar desapercibida; incluso el aval del prestigioso Círculo Holmes de Barcelona. Y lo mejor es que ya está en marcha una segunda entrega que buceará en las relaciones que mantuvieron Holmes y Houdini.

jueves, 27 de enero de 2022

Jack Wolfgang de Stephen Desberg y Henri Reculé

Primera entrega de lo que promete ser una interesante serie de espionaje y acción. Jack Wolfgang se presenta en su primera aventura titulada La Entrada del Lobo y ya forma parte del universo de los comics de serie negra indispensables en toda biblioteca.

El argumento combina entre sus personajes a animales antropomórficos y seres humanos y se mueve en un espacio temporal ubicado en 2017, a imagen del real pero diferente por lo que debemos suponer que se desarrolla en un universo paralelo.

Jack Wolfgang, un lobo agente de la CIA, trabaja como tapadera en el periódico The New York Times escribiendo crítica gastronómica, y aprovecha la ejecución de sus misiones para recalar en buenos restaurantes y poder completar su doble vida sin despertar sospechas.

La pérdida de un agente provoca un revuelo en la CIA que aparta a algunos de sus efectivos del caso. Algo que incomoda a Jack y que, por su proximidad con el agente muerto, le lanza a investigar por su cuenta y atrapar a su asesino.

El argumento de Stephen Desberg rebosa acción de principio a fin. No hay pausa ni página contemplativa, en cada una sucede prácticamente algo. El ritmo es vertiginoso y el desenlace digno del mejor James Bond.

La trama evoca a las aventuras de agentes secretos del despuntar del género y está muy bien resuelto en su final con el habitual politiqueo maniqueista sometido siempre a los intereses del poder.

Henri Reculé no se achica ante un argumento tan exigente y responde con viñetas de todos los tamaños componiendo planchas con total libertad para adecuarse a las necesidades del dinámico guion. El dibujo es soberbio y el uso del color apropiado.

Todo dispuesto para gozar de una buena historia contada con interés y dibujada con agilidad. No se lo pierdan.

Y por si alguien, viendo la cubierta, se imaginara estar ante una réplica a Blacksad nada más lejos de la realidad. La presencia de humanos, el protagonista un espía y no un detective privado, la época presente en multiverso y no en la primera mitad del siglo XIX y el ritmo acelerado, absolutamente thriller, frente al más pausado propio de una novela negra en la serie del gato evidencian la diferencia.

Hay más entregas esperando traducción para aterrizar en los escaparates. La espera se hará eterna.

domingo, 26 de diciembre de 2021

Contrapaso. Los hijos de los otros, de Teresa Valero

Desde el golpe de estado de 1936, se han vivido distintas etapas donde el color negro, que no el noir, ha ido desde el negro ominoso, al negro nauseabundo, negro temeroso hasta alcanzar el negro eterno; esos tonos han pintado un país que el dictador convirtió en su jardín de caza y aisló en una burbuja.

Las historias que en esa época se sucedieron conforman nuestra Historia y ya no se pueden esconder ni desmentir. Una de las más deleznables, si es que hubo alguna que no lo fuera, tiene que ver con la apropiación y venta de recién nacidos.

Mujeres jóvenes, sin posibles, o de pensamientos esquivos a los impuestos por leyes arbitrarias, o repudiadas o con familias excesivamente pudorosas o temerosas de Dios, parían sin poder llegar a ser madres.

Unas por omisión ante la unilateral e inapelable docta declaración médica de muerte súbita del recién nacido; otras por acción cediendo a la conveniencia de que su retoño sería más feliz en una casa bien estante.

La maquinaria bien engrasada apenas chirrió durante los largos años que se dedicó a suministrar bebés a familias afines al régimen. Una fábrica de producción en cadena ininterrumpida y muy rentable que surtía a familias afines a los principios del movimiento, de mentes moldeables candidatas a perpetuar los privilegios y de paso erradicar malas hierbas de aquel jardín del edén

Contrapaso. Los hijos de los otros, denuncia esa tragedia a través de una elaborado argumento en la que todo es cierto o nada es mentira, según como se mire, espectacularmente dibujado y coloreado con gran sensibilidad y oficio.

La misma sensibilidad que emplea para relatar los hechos sin que por ello se desvíe ni un milímetro de la ruta de desenmascaramiento iniciada sin vuelta atrás. Nada está dejado al azar, la documentación, rigurosa, minuciosa hasta la avaricia, avala todos y cada uno de los pasos que mueven la trama.

Sin duda unos de los mejores cómics jamás publicados en toda la historia de este país y de muchos otros. Por su guion respondería a una novela negra del subgénero true crime a ritmo de thriller policiaco y por su realización gráfica fácilmente equiparable a una obra de arte. Un placer para la vista, un revulsivo para la mente y un sacudidor de conciencias.

Teresa Valero demuestra un gran nivel como relatora tanto en el texto como en los dibujos. No hay voz en off y son los encuadres en las viñetas quienes se encargan de ir marcando el ritmo; y es en el detallado contenido de las viñetas, en ese estilo a caballo entre cartoon y realismo acuarelado, esa cariñosa evocación a Blacksad, donde se viste definitivamente la historia.

Poco más se puede decir, solo recomendarles su lectura e insistir en recomendarles su lectura.

¡Ah! y lo mejor: su final indica que esto no ha hecho más que empezar.

lunes, 13 de diciembre de 2021

Antes del Incal de Jodorowsky y Janjetov

De la alucinada y transgresora mente de Alejandro Jodorowsky, artista polímata chileno, nacionalizado francés y aún activo a sus 92 años; y de la capacidad mesiánica y alienígena para crear universos gráficos del dibujante Moebius (nacido Jean Giraud (8/5/1938 – 10/03/2012) surgió desde 1980 a 1988 una ópera espacial llamada El Incal. Una magna y épica historia que en formato cómic revolucionó el medio y de paso hizo explotar un montón de cerebros.

Un argumento de etiquetaje imposible que se desarrolla en una trama laberíntica, con la posesión y mantenimiento del poder como eje, a cuyo alrededor giran subtramas pobladas de razas y etnias de un mundo constituido por submundos con tensiones políticas y sociales.

Pero leer El Incal es como entrar en el cine con la película ya empezada: se inicia con un salto desde El Callejón (o Paseo) de los Suicidas en caída libre, salvo cazador avispado que lo mate al vuelo, hacia el lago de ácido.

Pronto se entiende todo y se disfruta lo que sucede a continuación pero nos consta que algo tuvo que suceder anteriormente para desencadenar toda la historia y terminar con ese salto mortal de necesidad salvo imponderables.


Y lo que sucedió antes es lo que se cuenta, precisamente, en Antes del Incal.

Esta precuela del Incal, escrita por el mismo Jodorowsky pero en esta ocasión dibujada por Zoran Janjetov se gestó al acabar la anterior entre 1988 y 1995, manteniendo el estilo de dibujo que creara Moebius.

La historia empieza con un adolescente e indeciso John Difool, de padre delincuente y madre prostituta, para nada conocedor de lo que el destino le reserva ni del predominante papel que tendrá en la historia de Ciudad-Pozo, y evoluciona hasta verlo madurar y conseguir la licencia de detective privado de clase R.

El examen para obtenerla consiste en una investigación, objeto de este álbum, no exenta de riesgo extremo para el protagonista y con quien se le cruce o se le junte, que puede poner al descubierto una trama construida por grandes mentiras que busca perpetuar la situación de las clases sociales de Ciudad-Pozo.

Ciudad-Pozo es un ensamblaje, más o menos cilíndrico, de múltiples niveles superpuestos a modo de anillos, siendo el superior, atmósfera exterior y luz natural, el ocupado por la clase dominante de los Aristos y el inferior, el anillo Rojo, los bajos fondos, el habitado por las clases más desfavorecidas e incluso mutantes, a un paso del lago de ácido que desintegra lo que o quien en él cae.

El poder legislativo, el poder religioso y el poder policial, claramente identificados y diferenciados, se reparten la gestión de la ciudad y aunque mantienen sus diferencias a raya, la investigación de John Difool puede romper tal delicado equilibrio y destapar las ansias de apoderarse del poder ajeno, que, aunque ocultas, permanecen insatisfechas en cada ámbito.

Antes del Incal desnuda todas las vilezas humanas, y especialmente las machistas, sin reparos y muestra las artimañas que emplean los gobiernos para mantener a la ciudadanía como pacíficos rebaños aunque no por ello consigan evitar la existencia de elementos revolucionarios, capaces de todo para desenmascarar la élite y mejorar la situación de sus conciudadanos.


Antes del Incal
es una revisitación a la lucha de clases aunando los principios del materialismo histórico con la metafísica, en escenarios de investigación criminal.

En 300 páginas se pueden decir y dibujar muchas historias y sin duda tanto Jodorowsky como Janjetov las han aprovechado al máximo, el conjunto es un compendio de tiranía, religión y pseudociencias mostrado con lenguaje soez y acompañado de toda clase de violencias, inherente en todo régimen patriarcal excesivo.

Esta edición es espléndida ya que respeta las viñetas y los colores originales. Lejos de otras ediciones que mostraban viñetas censuradas, especialmente desnudos, y donde, por haber recoloreado, predominaban colores planos sin contrastes ni sombras.

Sin duda un esfuerzo editorial, que se agradece y aplaude, por recuperar una obra tal como se concibió y se realizó. Una edición de lujo para regalársela o para regalarla, pero sobre todo para leerla y para fijarse en los cientos de detalles que encierra cada viñeta.

 

domingo, 17 de octubre de 2021

¡García! de Santiago García y Luís Bustos

¡García! es un cómic de política ficción, que parodia una historieta clásica de la época franquista, como fue Roberto Alcázar y Pedrín, y que homenajea el proceso de criogenización vivido por el Capitán América.

En tiempo actual y en un laberinto de salas, pasadizos y escondites, oculto bajo El Valle de los Caídos, se libera a García de un periodo de hibernación de cerca de cincuenta años. García es una especie de superhéroe instruido para defender una sola causa.

Era la España de Franco y él un agente secreto del régimen faccioso cuando desapareció para reaparecer en una sociedad democrática mediatizada por las redes sociales.

Su integración supone todo un reto, máxime cuando su lenguaje arcaico desafina actualmente y su conocimiento de los cambios históricos es nulo. Y aunque acepta la nueva realidad y no cuestiona su sentido no por ello deja de sorprenderse especialmente cuando se reencuentra con personas coetáneas que si han envejecido a la par que evolucionaba su entorno.

¡Garcia! Es una curiosidad en el mundo de la historieta española que se mantiene perfectamente vigente por aquello que el dictador dejo todo atado y bien atado y gracias a que la ultraderecha ha avanzado por la derecha bajo piel de cordero.

Políticos secuestrados, corrupción por todos lados, espías a dos bandas. Una representación satírica de una triste realidad plausible y posible que evidencia como el antiguo régimen no solo sigue teniendo presencia sino poder.

Una joven periodista, hija de quien parece ser no es lo que siempre ha aparentado ser, y García avanzan juntos pero no revueltos en una historia donde las cloacas del poder parecen tener todos los triunfos.

¡García! Consta de tres álbumes. Los dos primeros, ¡García! 1 y ¡García! 2 de 2015 y 2016 respectivamente, completan un arco argumental que bien podría haber puesto fin al personaje por lo bien como cierran la historia. El tercero, ¡García! en Catalunya, muy posterior, editado en 2020, podría obviarse por ser un añadido que suena a oportunismo maniqueo en relación con el proceso independentista catalán.

Santiago García es el guionista y cuenta con larga trayectoria como bien denota su elaborado argumento y Luis Bustos es un dibujante que se desenvuelve bien en distintos ámbitos desde el más caricaturesco al realista.

Ambos consiguen una obra representativa de un underground contemporáneo que se ríe de sí misma para no llorar. Y es que la realidad cuando se ve con otros ojos se ve mejor, lo que equivale a verla peor.

 

 

martes, 14 de septiembre de 2021

El futuro que no fue de Daniel Torres

Daniel Torres es ese futuro que aún puede ser. Tuvo un presente que hizo presagiar enormes hazañas que nunca tuvieron lugar; no salió de su zona de confort. Creó un espectacular universo, lo edificó, lo pobló, le puso planetas y estrellas y se refugió en él, demostrando una agorafobia que ha limitado su obra.

Su obra es esplendida, los personajes, su dibujo de línea clara, el color, los argumentos y diálogos, pero al replegarse en sí misma no nos permite averiguar hasta que galaxia hubiéramos podido viajar montados en sus portentosas naves espaciales.

Roco Vargas fue su personaje estrella, un puesto que Rubén Plata nunca llegó a disputarle. Roco Vargas fue un pionero, un insigne con todas sus acepciones y con mayúsculas. Podía haber sido más famoso que Armstrong y convertirse en una suerte de Tintín hispano.

La serie inicial de cuatro álbumes: Tritón, El Misterio de Susurro, Saxxon y La Estrella Lejana, no deja lugar a dudas sobre la calidad y la imaginación de una ingeniería de composición gráfica y ritmo narrativo.

Pero su obra no se quedó ahí sino que los 4 álbumes se convirtieron en un arco argumental de un todo más ambicioso, cuyas continuaciones no han tenido la fuerza del original en la capacidad de sorprender y en el detalle dibujado

El futuro que no fue, su última obra y motivo de esta reseña, no deja de parecer, pese a su innegable pertenencia al olimpo de las obras de cómic nacionales, un déjà vu.

Daniel Torres, con ese magnífico dominio del dibujo, cuenta una historia que aunque es nueva, suena a melodía conocida. El ritmo lo marcan las descripciones, sometiendo el argumento al dibujo cuando debería ser al revés.

Estamos ante un gran comic pero para quienes conocimos los orígenes sabe a poco. Estamos ante un argumento de temática policial que nos acerca a la novela negra americana de la décadas de 1930 a 1950 que transcurre a modo de spin-off de las historias protagonizadas por Roco Vargas.


Estamos ante una temática pulp en toda regla, esa mezcolanza de géneros: ciencia ficción, detectivesco, aventura y romance. Ese formato que remeda revista, periódico, comic, tira diaria y página dominical. Que pudo ser y no fue, como ese futuro que anuncia el título.

Lean este cómic y sumérjanse en ese universo, recorran las calles de Montebahía, interpreten las críticas hacia el consumismo y la manipulación informativa, acompañen a Archi Cuper en una investigación plagada de sorpresas y peligros.

Y cuando acaben, como querrán más, busquen Tritón, la primera entrega de la serie, y devórenla, una y otra y otra vez. Las otras entregas caerán por si solas.