domingo, 29 de diciembre de 2013

El falso inspector Dew de Peter Lovesey

El falso inspector Dew es una divertida novela policíaca de factura británica, o sea un whodunit en toda la regla, que, en su ubicación, salta de las calles y mercados de Londres a embarcar en un majestuoso trasatlántico.

El falso inspector Dew es falso porque no es inspector y porque no se apellida Dew. Aunque hay un Dew que si existe y que si es inspector de Scotland Yard pero que para su desgracia esta vez no es el protagonista de la historia, como si lo fuera cuando detuvo, también a bordo de un barco, al famoso Doctor Crippen y entró a formar parte de la Historia Policial con mayúsculas.

Recuerden al malvado doctor Hawley Harvey Crippen, el de verdad, pinchando aquí (en inglés y versión extendida con foto)  o aquí (en castellano y versión reducida sin foto). Cosas de la Wikipedia.

Lydia es una reconocida actriz a la que ahora ya no la reconoce nadie, ha pasado tiempo y la guerra desde que actuara por última vez y la edad y las nuevas modas teatrales del 1921 no le ofrecen la posibilidad de relanzar su carrera por lo que decide dar un cambio de aires a su vida en la que incluye su matrimonio con el odontólogo Walter Baranov otrora ilusionista en circos y teatros de segunda.

Walter no comparte la decisión tomada por su esposa y se debate entre la obligación, moral y material, que conlleva su matrimonio y su juramento hipocrático de una profesión que lo fascina, terrible dilema al que no ayuda que últimamente tenga cierta inclinación por la compañía de una joven, Alma Webster, que se cuenta entre sus pacientes.

Otros personajes como el matrimonio formado por Livy y Marjorie Cordell y su hija Bárbara, o el joven Paul Westerfield II e incluso la insumisa Poppy Duke, que se trabaja visitantes en Petticoat Lane bajo la permisividad de los vendedores que la tienen por una Robin Hood femenina, son los protagonistas de esta aventura policiaca.

En sus vidas todos presentan aspectos curiosos e interesantes y transcurren paralelas a este debate interno de Walter entre hacer lo debido o hacer lo querido.

Todos acaban coincidiendo en el majestuoso SS Mauretania de la Compañía Cunard.

El SS Mauretania, comandado por el capitán Arthur Roston que otrora y al mando del Carpathia rescatara más de setecientos supervivientes del Titánic, parte de Europa hacia New York y ya se sabe que en lo que dura una travesía transoceánica hay tiempo para el amor, el desamor, el engaño y el crimen.

Pero solo el último es punible y cuando se produce se encargan las pesquisas al oficial Saxon, voluntarioso y entregado pero falto de experiencia en casos criminales, lo que casualmente induce la participación del inspector Dew. Que como se verá no es inspector ni se llama Dew.

El bar, los salones, el comedor, las cubiertas, las tumbonas, los juegos al aire libre, el baile de disfraces, lugares y motivos para coincidir con otros pasajeros y establecer relaciones transitorias o duraderas, con especial cuidado hacia los Lotarios  por parte de las jóvenes casaderas.

Peter Lovesey ha creado un magnífico juego de enredos con un innegable británico sentido del humor que avanza a velocidad de crucero y que se mece al son de los vientos. Muy recomendable.

En la banda sonora de la novela se puede escuchar:
Knees up
Mother Brown
Auld Lang Syne

Y si tiene pareja puede bailar:
I’m forever blowing bubbles

Post scriptum: sin salir del blog, la reseña de Abracadáver, novela del mismo autor, pinchando aquí

martes, 24 de diciembre de 2013

Las joyas de la Castafiore, Hergé,Tintín y guiño

En el cómic Las joyas de la Castafiore (como se comentaba en un post anterior en este mismo blog), el maestro Hergé nos ofrece una divertida y magnífica aventura doméstica de ribetes policiacos y nos regala un simpático guiño, esa pequeña trama subyacente en segundo plano que tiene vida propia, y que animábamos a descubrir entre quienes lo leyeran.

Fuera misterio, abran el cómic y vayan a la página 9.

Es la página en la que Tintín hace las presentaciones entre la diva del bel canto Bianca Castafiore y el exitoso inventor Silvestre Tornasol.

La diva y sus acompañantes acaban de llegar a Moulinsart y después de saludar (asustar) al pobre capitán Haddock impedido por una desafortunada torcedura de tobillo se mantienen de pie charlando antes de ir a sus habitaciones.

En el momento en que se produce las presentaciones entre Bianca Castafiore y Silvestre Tornasol por parte de Tintín se sucede un surrealista diálogo fruto de mezclar cortesía e ignorancia: Bianca Castafiore se muestra emocionada por conocer a tan magnífico deportista, famoso por sus ascensiones en globo (!) y el sabio, duro de oído y siempre distraído Silvestre Tornasol, se enorgullece de estar ante tan celebrada pintora, famosa por sus retratos de graciosas líneas y audaces colores (!).

Un diálogo sin desperdicio bajo la immutable presencia del hierático pianista Igor Wagner.

Y es precisamente en la viñeta número 2 de esa página 9, en la inclinación de cabeza del profesor Tornasol para mostrar sus respetos besando la mano de la diva cuando se le desprende el alfiler sujetacuellos de su camisa que sale propulsado, como impulsado por un muelle, hacia atrás; detalle solo observado por Tintín (y por los lectores, claro está).




En la viñeta número 4 vemos que Tintín, que ya lo ha recogido del suelo, lo sostiene en su mano derecha y aguarda educadamente, y asolutamente desconcertado, todo hay que decirlo, ante lo que está oyendo de boca de Tornasol, a que la conversación finalice.

En la viñeta siguiente, la número 5, mientras la conversación entre el sabio y la diva ha finalizado y el foco se centra en el capitán Haddock (sorprendido y, todo hay que decirlo, intranquilo por lo que está oyendo), Bianca y su asistenta Irma, vemos al fondo de la imagen comoTintín le devuelve a Tornasol el alfiler y aúnque no podemos oír el diálogo podemos imaginarlo.


Los cuellos de camisa de quita y pon, hoy en desuso, eran frecuentes por su facilidad intercambiable. Se sujetaban por un botón especial en forma de gemelo, de diseño y material noble según el poder adquisitivo de cada cual, introducido en un ojal en su parte posterior (también podían tener un pasador en su parte delantera, este más vistoso al quedar completamente visible).

Un divertido guiño. Un motivo más para seguir disfrutando de Las Aventuras de Tintín y la capacidad imaginativa y visionariamente anticipativa de Hergé.

Feliz Lecturavidad y Feliz Libro Nuevo y que sea de género Interrobang!

Vean el post anterior referencia donde se reseña el cómic pinchando Museo Hergé, Tintín y Las joyas de la Castafiore

Y este otro post donde todo se inicia Bruselas, Ruta del Cómic y La red Madú 

Y para acabar y para los amantes del cómic franco belga, no se pierdan este blog Mis Comics y Más con un post de portada nostálgica de Tintín en navidad.

viernes, 20 de diciembre de 2013

Navidades trágicas de Agatha Christie

La navidad, para los amantes del género, sin la lectura o relectura de Navidades trágicas, sugerente título de la sugerente novela policial de la sin par Agatha Christie, no sería lo mismo.

Cada año por estas fechas el título Navidades trágicas sale a relucir y quien más quien menos la recomienda y los más avezados la regalan. Loable acción que cuenta con el entusiasmo y aplauso de todos los libreros que suspiran porque actos así de espontáneos se prodiguen sea cual sea la fecha del año elegida.

Navidades trágicas es una novela relativamente corta estructurada en
siete partes y en forma secuencial de almanaque, empieza el 22 de diciembre y finaliza el 28 del mismo mes y transcurre en Gorston Hall, la residencia de la familia Lee, lugar donde el anciano patriarca Simon Lee se dispone a celebrar unas navidades en familia... con sorpresa.

Su enorme fortuna, su edad avanzada, todo se conjuga para que hasta los más reacios a reírle sus gracias se apresten a la celebración. Así la familia al completo y unos invitados sorpresa del viejo se dan cita para celebrar unas fiestas hogareñas en las que, por esta vez y sin saberlo, el asesinato va a ganarle el protagonismo al pudding y al árbol iluminado.


El inefable Hércules Poirot va a ser quien enfrente a la investigación y quien descubra la trama al no dejarse deslumbrar por el brillante barniz de hipocresía honorable con el que estos días la gente cubre su verdadera naturaleza y se esfuerza por aparentar bondad.

Trama que Agatha Christie ha hilvanado, con toda mala intención, con todo tipo de sentimientos enfrentados, intereses egoístas, secretos y rencillas familiares, también amores y desamores, que salen a relucir a poco que se tire del frágil manto navideño de días de paz, amor y felicidad.

Una trama que avanza a un ritmo muy medido: el hecho de transcurrir durante días naturales ayuda a centrar los hechos y los sucesivos descubrimientos.

La autora facilita elementos suficientes para que cada cual vaya construyendo sus propias hipótesis y sorprende y maravilla su habitual capacidad para conseguir que todos parezcan culpables.

Para los que gusten de datos decidles que:
  • esta novela data de 1939
  • que su título original es Hercule Poirot's Christmas
  • que no forma parte de la selección de sus obras mayores pero aún y así está muy bien considerada
  • que secuencialmente es el libro número 35 de la producción literaria policíaca de Agatha Christie
  • y la novela número 26 (las otras 9 hasta 35 son recopilaciones de narraciones cortas)
  • y que es la número 17 de las protagonizadas por Poirot y que en ella no cuenta con la ayuda de Hastings. 

Por último mencionar el hecho de que Agatha Christie la dedica a su cuñado que hace tiempo la regaña diciéndole que se ha vuelto demasiado refinada y reclama más sangre en los argumentos. Y la dama del crimen le ofrece uno con un asesinato a degüello.


Agatha Christie escribe una obra donde el asesinato en habitación cerrada es el protagonista. Todo un clásico que vuelve a casa por Navidad.
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Post scriptum: de la misma autora también la reseña de su primera novela publicada El misterioso caso de Styles




domingo, 15 de diciembre de 2013

Misterio en la Torre Eiffel de Claude Izner

La muerte es al mismo tiempo tan grande como una montaña y tan insignificante como un cabello.

Misterio en la Torre Eiffel transcurre en Junio de 1889. París celebra por tercera vez una Feria Internacional y aprovecha para bautizar mundialmente su imponente Torre Eiffel levantada unos meses antes.

Una feria internacional por aquel entonces es como google ahora: poner a disposición de cualquier visitante información de lejanos, desconocidos y exóticos países; mostrar el funcionamiento de nuevos y revolucionarios inventos; permitir pasear por la historia casi sin moverse de sitio.

Una feria internacional abarrotada por treinta y tres millones de visitantes.

En ese mismo París, en el número 18 de la rue de Saints-Pères, en un amplio edificio se lee un cartel “Elzévir, libros nuevos y de segunda mano”, es la librería regentada por Víctor Legris y Kenji Mori, amigos y asociados, y atendida mayormente por el joven eficiente y entregado y motivado Joseph.

Una serie de muertes se suceden en ese ambiente cosmopolita y de proyección internacional, en ese París que está en boca de todo el mundo y que por ese motivo este tipo de sucesos no es algo que se desee proclamar y si solucionar cuanto antes y con poco ruído.

De ahí que Víctor Legris y el inspector Lecacheur se vean involucrados, por distintos motivos, en una investigación criminal con pocas pistas y unas evidencias desconcertantes. La trama va circunscribiéndose a unos pocos sospechosos aunque la muerte de alguno obligue a reconsiderar hipótesis y recomenzar de nuevo reorientando las pesquisas.

Le Passe-partout es el periódico que se dedica a contravenir los deseos policiales de hacer poco ruido con los hechos, a base de titulares sensacionalistas y llamativos. El periódico lo gestiona un amigo de Víctor que desea su participación en columnas de opinión a la que éste accede lo que le lleva a conocer a Tasha Kherson, una joven emancipada y brillante ilustradora del rotativo, de la que se enamora perdidamente con el recelo que suscita que se encuentre entre su lista de sospechosos.

Liliane Korb y Laurence Lefebre son dos hermanas que escriben bajo el seudónimo de Claude Izner y llevan publicadas mínimo 6 novelas de la serie Los misterios de Victor Legris, siendo este Misterio en la Torre Eiffel su primer caso.

Especializadas en ese ambiente de finales del siglo XIX tienen la facilidad de transmitir las sensaciones callejeras de esa época y de transportar a sus lectores a paseos en landó sobre traqueteantes adoquines.

Empiecen la lectura, o cualquiera de sus despertares cotidianos escuchando En revenant de la revue, melodía que Joseph silba cada mañana al retirar las contraventanas de la librería como marcha motivadora para iniciar la jornada laboral.

Y pueden continuar la audición con Orfeo en los infiernos y si les da hambre pueden relajar la lectura entregándose a una delicatessen gastronómica, si les pierde el dulce:

Le gateaux La Legion d’Honneur

Se trata de unas mini tortas hechas de capas de bizcocho rellenas de crema y con la parte superior cubierta de mazapán caramelizado.


Todo el sabor del París de 1889, en la novela y en el dulce.

martes, 10 de diciembre de 2013

Fargo de Joel y Ethan Coen

Fargo, el magistral film de los hermanos Coen va a convertirse en el 2014 en una serie de televisión, diecisiete años después de su estreno en el cine en 1996.

Esta adaptación para el canal FX sería con rodaje en Canadá y se anuncia como muy fiel a la película. La pregunta surge casi sin pensárselo: ¿era necesario?

Entre lo bueno que tiene el film, que es todo, incluso la presentación de los títulos de crédito, está precisamente su duración: solo 97 minutos. En estos tiempos en que parece querer justificarse el pvp con cantidad (novelas cada vez más abultadas de páginas que no de contenido, películas de más de dos horas con escenas insustanciales alargadas innecesariamente y con la versión del director en su salida en DVD) ¿se puede evolucionar de un film conciso, medido con precisión, hacia una serie de 600 minutos, 10 episodios de 60 minutos, con garantía de calidad?

Conocida es la situación de crisis de las grandes productoras y de como alargan sus éxitos convirtiéndolos en trilogías o canibalizando series de tv o vicerversa, pero estirar Fargo como si fuera una goma elástica puede conllevar el riesgo de que se rompa o se deforme. Creatividad, reto, experimentación con el medio... al parecer incluso en justificaciones ahorran costes.

Claro que también piensan incorporar nuevos personajes y nuevas tramas y subtramas; pero para ello mejor un nuevo guión original y dejar a Fargo que envejezca a su ritmo, ¿no?

Fargo es el título del film que transcurre en Minessota y Dakota del Norte, con un rtimo de acción muy trepidante conseguido admirablemente sin el recurso fácil que supone dar un acelerón por aquí y otro por allá. Su guión es una versión muy libre de unos hechos reales de finales de 1986 que se inician con la desaparición de una hogareña esposa, Helle Crafts, y acaban... muy mal.

Fargo es una película blanca por fuera, manto de nieve y dulce comportamiento familiar de Marge, la embarazadísima policía que lleva a cabo la investigación criminal; y negra, negrísima por dentro: con secuestro, brutales asesinatos e inmisericorde descuartizamiento, todo sin despeinarse.

Todo empieza con las dificultades ecónomicas del gerente de un concesionario de venta de coches usados, Jerry Lundergaard, casado con Jean, y padre de un hijo, Scotty, que decide contratar a un par de ex-convictos, supuestos profesionales, para que secuestren a su mujer y con el dinero del rescate pagarles el trabajo y con lo que sobre poder empezar un negocio propio: la creación de un gran aparcamiento, que se augura próspero e independiente de la tutela de su milonario suegro y jefe actual.

Para su desgracia nada va a salir como estaba previsto y se cumple el axioma pesimista de que si algo empieza mal acaba peor. La torpeza de los delincuentes, que de profesionales no tienen nada: el uno, Gaear, psicópata descerebrado de métodos expeditivos y gatillo fácil y el otro, Carl, teórico cerebro del duo, manojo de nervios e incapaz de controlar los impulsos de su compañero, provoca que la situación degenere en caos.

Empiezan las muertes y los asesinos confían en que estas no se relacionen con el secuestro pero no cuentan con la intuición de Marge y su peculiar forma de llevar una investigación.

Marge
Marge es la xheriff local, una chica de pueblo, con estudios de nivel medio, sensata, honesta, educada e inteligente que no tiene cursillos de Quantico en su currículum pero si grandes dosis de sentido común, practicidad y fijación por los detalles. Con una envidiable capacidad, aún en su estado de más de 8 meses de embarazo, con sus inherentes dolores de espalda, pesadez de piernas, hambre caprichosa y nauseas matutinas, para hacerse cargo de su casa, de su marido y desempeñar su cargo de policía a la perfección.

Cuando Marge se dirige a alguien, ya sea en la conversación que sea, lo hace con cariño y un tono musical que la hace ser la madre que se anuncia; es como si tuviera interiorizada una maestra dirigiendose a niños de poca edad. Lo que acentúa el contraste con su inevitable visión de cadáveres y persecución de violentos, y le da al film el mismo contrapunto que conforma la mezcla de nieve y sangre.

La nieve de Fargo produce el estado de ánimo de paz y sogiego necesarios para estimular el
contraste con la sangre y la violencia. El blanco de la nieve con el rojo de la sangre y con el negro de la violencia. El blanco de la nieve sugiere silencio y cautiva la mirada.

La película mantiene con elegancia el difícil equilibrio entre guión de sangrienta y dura novela negra con el de comedia de humor negro con irrupciones gore sin que el conjunto desmerezca ni se resienta.

La nieve de Fargo inspiró a este blog su nieve perpetua que cae lenta y silenciosamente desde la cabecera en pequeños copos mecidos por una imperceptible brisa

Marge consigue que su sola presencia genere simpatía y sonrisa aún cuando no se ha relajado la piel de gallina de la violenta escena anterior. Suaviza el tono negro del film sin rebajar para nada el nivel de tensión. Algo muy difícil de conseguir.

Rodada de forma fresca y descarada, en un estilo que combina el documental con el cine de autor (los ángulos de los planos son originales y para nada habituales) mantiene una línea de suspense creciente, sin que el film se acelere en ningún momento, que junto con la magnifica interpretación de todos sus protagonistas la han convertido en una cinta de culto. Y merece la reputación.

Inolvidable una vez vista.


Coen Bros.
La ficha técnica de la película se la reparten Ethan y Joel Coen en el guión y dirección; y en los papeles protagonistas están Frances MacDormand (Marge Gunderson), Peter Stormare (Gaear Grimsrud), Steve Buscemi (Carl Showalter), Kristin Rudrud (Jean Lundergaard) y William H. Macy (Jerry Lundergaard); a destacar, por curioso, el cameo de José Feliciano.