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domingo, 8 de diciembre de 2024

Barcelona Alma Negra de Lapière y Pellejero

El fin de una guerra siempre trae alegría por haber salvado la vida y desconcierto por no saber como gestionar el presente. Y es que nunca nadie ha enseñado como superar ese trance mental, la pérdida de allegados y como comportarse ante el derrumbe físico.

Barcelona Alma Negra es una historia que transcurre en ese limbo que supone el haber perdido una cotidianeidad y tener que construir una nueva.

Es una historia que evoluciona desde poco antes de que las tropas nacionales, victoriosas del golpe de estado contra la república, entren en Barcelona y finaliza el 20 de noviembre con el anuncio de la muerte del dictador.

Entremedias la historia de un país que se asoma pero no se muestra del todo, el temor justificado entre los perdedores no desaparece, va pareja a la biografía de un joven de 8 años, cuando se inicia el relato, y su evolución social para pasar de hijo de un tendero de barrio a adinerado maduro empresario de renombre.

Pero no se pasa de la miseria a la opulencia como se cruza un puente, antes hay que construirlo y en época de posguerra hay suficientes medios, si se guardan los remilgos y se es osado, para conseguirlo.

Las grandes riquezas se fraguan en épocas de penuria y desgracia.

Litos, que vio a su madre asesinada, cuando tiene casi edad para salir viaja a Francia para intentar conseguir productos que vender en la tienda de comestibles familiar y con ello entra en el mundo del estraperlo donde hay que moverse con la agilidad silenciosa de un gato.

A su regreso a Barcelona se encuentra con que las cosas han cambiado, no son como las dejó y sabe que solo siendo fuerte sobrevivirá. Hay que establecer alianzas incluso con el diablo.

Denis Lapière y Gani Jakupi escriben un guion que revisa la historia del inicio de una gran fortuna, que se fragua en épocas de penuria y desgracia, a imagen y semejanza de tantas otras que no solo aun perduran sino que al dinero suman el poder que conlleva.

El relato es un fresco social de una época convulsa, y los dibujos y los colores de Rubén Pellejero, Eduard Torrents y Martín Pardo lo ilustran como fotografías de un álbum olvidado, que duele al revisarlo.

Ciertamente se le agradecería mayor minuciosidad en los detalles y más costumbrismo en calles, en los exteriores y los interiores de las viviendas y en marcas de productos. Es como si la búsqueda de documentación para referenciar realidades no tuviese prioridad y eso dibuja una ambigüedad que no ambienta la historia como podría y debería. Quienes no lo vivieron o conocieron posteriormente necesitan de imágenes que gravar en la retina y estimular el cerebro. 

El resultado es un thriller histórico y de suspense que no se resuelve hasta la última página, la 144, y que se lee con angustia y tristeza.

lunes, 30 de septiembre de 2024

Cadáveres de Si Spencer

Cadáveres, Bodies, Cuerpos, en el original, es un comic que probablemente no habríamos conocido si Netflix no lo hubiera convertido en serie televisiva, y esto, lamentablemente, debería funcionar como aviso a navegantes avezados.

Aunque lo primero que hay que aclarar es que los parecidos entre la serie i el comic se reducen al título y a la premisa inicial del argumento. Por tanto se puede leer el comic y ver la serie ya que presentan desarrollos y desenlaces distintos.

Hablando del cómic, en él se desarrollan alternativamente cuatro historias ambientadas en Londres y en épocas distintas: 1890, 1940, 2014 y 2050; pero simultaneas en un supuesto marco temporal permeable.

En cada una de ellas alguien debe llevar a cabo una investigación de asesinato de un cuerpo sin identificación. El mismo cuerpo cada vez, épocas distintas: periodo victoriano, el blitz, actualidad y futuro distópico, e investigaciones distintas: llevadas en paralelo por un efecto espacio tiempo de simultaneidad en apariencia imposible.

Los cuatro marcos temporales permiten al guionista exponer la situación social en cada Londres para acabar contando la misma historia: la mentalidad intransigente de una sociedad, materializada en comportamientos derivados del inconsciente grupal evidenciados por su decadencia moral.


El cómic parte de una interesante, atractiva, original y arriesgada premisa que va perdiendo fuerza a medida que se va desarrollando la historia. El guionista, Si Spencer, parece haberse metido en un traje dos tallas más grande y acaba perdiéndose en su propio laberinto.

La ambiciosa obra no consigue cuajar: tramas poco delineadas permiten que el foco de atención se diluya y diálogos insuficientemente revisados no consiguen el estímulo necesario para trascender más allá de lo superfluo.

Además, la elección de 4 dibujantes distintos, uno para cada historia, para dotar de carácter propio cada una, a priori acertada decisión, se ve disminuido por la baja calidad de los dibujos, por la desgana en los detalles y por una aplicación del color, que, aunque emplee diferentes paletas, es absolutamente inapropiada y en lugar de destacar aspectos los aplana hasta el aburrimiento.

El resultado, más un experimento sobre el que continuar investigando que una obra acabada, es confuso y a la lectura se muestra poco nítido en su intención a pesar de dedicarle toda la atención, incluso varias relecturas.

Supone un comportamiento autocomplaciente del guionista que no ofrece respuestas, sino que plantea preguntas y reflexiones y aleja cualquier intento lúdico si se busca una lectura entretenida.

Lo mejor la cubierta, que funciona como telaraña para incautos pues es perfecta para generar expectativas y luego resulta que no tiene nada que ver con el contenido.

lunes, 1 de julio de 2024

Se ha horneado un crimen de John Allison y Max Sarin

Estamos ante un cómic del género Whodunit, ya saben, esa trama policiaca donde conocemos los sospechosos y tenemos que descubrir quién ha cometido el crimen.

Un Whodunit que transcurre entre bambalinas de un reality show televisivo que premia la mejor creatividad pastelera.

Efectivamente, en el programa La Carpa de los Pasteles, el concurso de repostería más famoso del Reino Unido, se dan cita 12 concursantes y tienen que ir superando pruebas y semanas para alcanzar el premio final.

Pero nada más empezar uno de ellos cae envenenado y, la también concursante, Shauna Wickle, que se considera a sí misma una experimentada solucionadora de misterios, se ofrece a la dirección del programa para descubrir al culpable y evitar el fracaso del concurso.

Así entre recetas y pasteles y creatividad y apetito, va amasándose la trama de Se ha horneado un crimen. Un pastel que espera superar la cocción cogiendo volumen sin deshincharse.

La sintaxis del título recuerda demasiado a la serie televisiva Se ha escrito un crimen (el título original es bien distinto: The Great British Bump-Off) para no notar el parecido con el que la editorial ha pretendido activar nuestra cultura popular que aúna televisión y misterio criminal.

La historia es de corto recorrido argumental, ya que, lamentablemente, el guionista John Allison ni ha querido ampliar el número de víctimas ni rascar el maquillaje que esconde las miserias de este tipo de reality, y se ha quedado en la parte más anecdótica consiguiendo un relato repleto de humor, que demuestra ser su zona de confort.

Aún y así la trama refleja a la perfección las envidias y las estrategias de los concursantes, el punto estimulante y a la vez corrosivo de las entrevistas que va intercalando la presentadora y la superioridad moral que ejercen los miembros del jurado, que resultan sumamente desagradables, en lo que son los rasgos característicos de un reality televisivo para todo tipo de público.

Los personajes están suficientemente caracterizados de forma diferenciada para explotar al máximo el carácter de cada cual, que se refuerza con diálogos cortos de palabras pero largos de significado irónico.

El estilo cartoon, muy acorde al requerimiento televisivo de este tipo de concursos, en el dibujo de Max Sarin potencia las expresiones faciales y gestuales hasta un nivel de histrionismo aceptable y la paleta de colores planos y saturados, aunque demasiado corta, de Sammy Boras, consigue secuestrar la mirada para que no echemos en falta la, prácticamente, ausencia de decorados. Pero, si que hacen falta.

El resultado es un pastelito endulzado que leído entre lecturas más densas y tenebroso calado aporta frescura y divertimento. Además, a nadie le amarga un dulce.

domingo, 2 de junio de 2024

Torpedo 1972 - Un hombre llamado Capullo de Enrique Sánchez Abulí y Leandro Fernández

Luca Torelli, Torpedo, no es físicamente inmune al paso del tiempo. No le pesan los kilos, sigue estando tan delgado o más que siempre, pero los años no pasan en balde.

Sus reacciones no son tan viscerales ni tan explosivas, pero no por ablandamiento hermanado con la edad, sino porque sus reflejos tardan unas milésimas más que antes en desencadenar las acciones.

Quien dijo aquello de genio y figura hasta la sepultura sabía que Torpedo lo ejemplarizaría y lo haría bueno.

Y es que Torpedo peina canas y luce arrugas pero sigue siendo el mismo canalla malnacido con el que nunca te has de enfrentar si deseas seguir con vida y entero.

Amoral es su primer apellido y para el segundo hay disputas entre misógino, a menudo, y machista, siempre.

Amoral pero con código de honor propio que mantiene intacto y a mucha honra.

Le tiembla el pulso, la edad se cobra su peaje, y sigue con esa parafasia fonética que debería preocuparnos por si es un síntoma de un cerebro deteriorado, pero sin embargo no reímos de sus traspiés con el lenguaje.

Torpedo 1972 significa el retorno de un personaje mítico de la historia de la historieta y exponente del género negro más cinematográfico representado por gánsteres y sicarios.

Un hombre llamado Capullo es su tercera entrega, siempre con su fiel Rascal, y adquiere tintes épicos en una historia escrita con ingenio y mucho humor blanco y humor negro, y rojo si me apuran porqué hasta las muertes que salpican de sangre tienen su punto risible.

Enrique Sánchez Abulí, su eterno guionista, a partir de un atraco a mano armada que debería ser tan sencillo como quitarle un caramelo a un niño, construye un argumento rebosante de pasiones y lleno de sorpresas y giros de guion que mantienen al lector pegado a la lectura terminando cada página con una viñeta escandalosamente cliffhanger.

Leandro Fernández acentúa con rasgos cartoon, que nos recuerdan al gran Spirit, las expresiones de los protagonistas para destacar sus cambiantes estados de ánimo y lo resuelve con tal solvencia que deseamos que vuelva en la siguiente entrega.

A Torpedo, por su peligrosidad, hay que darle de comer aparte, por eso puede parecer incomprensible que lo sigamos queriendo sentado a nuestra mesa. Tal vez sea por aquello de ten a tu enemigo cerca.


sábado, 20 de abril de 2024

Soy su silencio de Jordi Lafebre

Editado simultáneamente en castellano y catalán, es una obra que aporta frescor al panorama Noir del cómic local. Un Noir que ha sido generalmente secuestrado por arquetipos americanos.

Soy su silencio, Soc el seu silenci en catalán, es una joyita del género policiaco autóctono. Destaca por su original argumento y por la habilidosa forma de narrarlo que lo va desplegando a sorbos, como corresponde, ya que trata de los entresijos de una bodega familiar.

También destaca por el tratamiento del dibujo, de línea clara, delgada y simple; y de la imagen cercana al expresionismo cartoon propio del manga, pero tamizado por el carácter mediterráneo. Y no solo por los rostros, sino, además, y especialmente, por los gestos y las posiciones corporales que, de tanto dinamismo realista, las viñetas parecen pequeñas para contenerlas.

Y el color, de una gama tonal amplia, va ajustándose a cada ambiente y situación apostando por tonos pastel de suave calidez.

Y si a la vista resulta atractivo y gratificante, añadiendo el argumento y los diálogos se convierte en una lectura absolutamente adictiva.

Tanto por el tema, una investigación de asesinato, siempre interesante, como por su enfoque a partir del relato en primera persona mediante el recurso de flash-back en una consulta de psiquiatra.

Eva, doctora en psiquiatría, recibe la invitación, de su pacienteamiga Penélope, a pasar dos días en la finca bodeguera de Can Monturós, donde está previsto que se lea el testamento en vida de la anciana matriarca de la familia, una estirpe con intereses tan retorcidos como las vides que dan su cava. Serpientes de madera.

En la finca va a ir trabando conocimiento real de personajes que conoce de oídas, por las sesiones de terapia, y cuando se produce el asesinato se ve obligada a actuar, investigando en paralelo a la investigación policial, entre otras circunstancias porque está siendo considerada culpable.

109 páginas para deleitarse con cada viñeta y releer una y otra vez para seguir sorprendiéndose del habilidoso engranaje narrativo, cuyos giros y requiebros, mantienen secuestrado el interés lector.

Hay que agradecerle a Jordi Lafebre que haya aportado esta obra al mercado, que se ve rejuvenecido por ello, y hay que pedirle que retome a Eva y nos permita acompañarla en una nueva aventura.

Lean este cómic y anótenlo para regalar este próximo Sant Jordi. Triunfo asegurado.

martes, 19 de marzo de 2024

Contrition de Carlos Portela y Keko

Dentro del amplio catálogo de crímenes al que acude el género noir para manifestarse, hay un tema engorroso de abordar, peliagudo de escribir y desagradable de leer, que es el protagonizado por depredadores sexuales de menores.

Personas mayores que usan y abusan, para satisfacción sexual propia, de la impostura, la mentira, el chantaje e incluso la violencia sobre niñas y niños pequeños, inocentes e indefensos. Y frágiles.

Contrition es un conjunto de casas que conforman una atípica comunidad de vecinos en el condado de Palm Beach, en el estado estadounidense de la soleada Florida. Su censo lo completan personas exconvictas, condenadas por delitos sexuales que aspiran a una reinserción, que saben que jamás obtendrán.

Pederastas que han abusado físicamente de menores, y pedófilos, que se sienten excitados sexualmente con la proximidad o imágenes de menores, sobreviven como deshechos sociales, en un remedo de vertedero municipal, aferrándose a la religión que es la última esperanza.

No eligen el lugar donde vivir, el lugar los elige a ellos. La ley prohíbe a todas las personas que han sido condenadas por un delito sexual contra una víctima de 16 años o menor, vivir a 1.000 pies (305 metros) de una escuela, parque, zona de juegos o guardería. Y Contrition cumple con la ley

En Contrition se ha declarado un incendio en una vivienda y se ha encontrado un cadáver en su interior. En la casa vivía Christian Nowak, ergo Nowak es la víctima. Accidente o suicidio, tanto da. Caso cerrado para la policía local.

Pero no para Marcia, una periodista ambiciosa que sabe que solo un buen y gran artículo le puede ofrecer el reconocimiento que le permita una vida mejor en un lugar mejor. Su investigación irá sacando capas a la cebolla, hasta llegar a su germen y mostrará como se vive con el dolor cuando este es dolorosísimo.

Carlos Portela, guionista, y Keko, dibujante, se enfrentan a ese abismo, que ocuparía un infierno aparte.

Carlos Portela y Keko

Contrition es un relato bien concebido, bien estructurado, bien desarrollado y bien concluido por Carlos Portela. Es una historia terrible i cruel, de víctimas directas y victimas colaterales, de odio y venganza.

Una historia tan negra como la tinta que emplea Keko para desarrollar su técnica profesional de sombras y luces en un claroscuro que es perfecto para mostrar unos rostros que no exponen sus pensamientos, si acaso, resignación y desesperanza.

Por todo ello, Contrition es un comic noir indispensable.

 

miércoles, 10 de enero de 2024

File Number: Las Sombras de Board Hills de Frankman Román

La novela negra americana aparece construida, como el arte figurativo, a partir de transferir una realidad. La historia está ahí fuera y solo basta con atraparla con letras y encerrarla en páginas.

El detective solitario que se busca a si mismo en el fondo de un vaso de whisky que el mismo ha vaciado, no una sino varias veces, no un día sino muchos, es uno de los elementos habituales de la novela negra americana.

La cliente, que dice lo que le interesa y se guarda lo que le conviene; que aparenta indefensión mientras esconde sus garras de femme fatale, es otro de los elementos habituales de la novela negra americana.

Nada nuevo bajo el sol desde El Halcón Maltés.

File Number: Las Sombras de Board Hills, el subtitulo hace pensar en que el autor no cierra puertas a continuar la serie, tiene ese inicio y aunque consigue despertar y mantener la curiosidad no hace lo mismo con el interés.

Y eso es así porqué el argumento presenta un ritmo con altibajos, abusa de estereotipos hasta la sobredosis y soluciona mal algunos de los aspectos del caso, como la localización de las pertenencias, el leit-motiv de la trama.

Las pertenencias de alguien que ha muerto y que por lo visto tienen un interés tan especial como para contratar un detective para localizarlas y emprender una investigación peligrosa.


El dibujo, el color, que se mueve en una gama cromática que acentúa las emociones, y la composición de página son lo mejor. Frankman Román, su creador, demuestra actitud y una incuestionable aptitud gráfica, lo que sin duda sugiere mejoría en la siguiente entrega.

El comic en este país sigue siendo la cenicienta de las artes visuales y a diferencia del país vecino, donde el reconocimiento permite que la producción no sea analizada con lupa, aquí solo la calidad sobresaliente sale indemne.

domingo, 3 de diciembre de 2023

Una bala en la cabeza de Matz y Colin Wilson

Si la política hace extraños compañeros de cama, la venganza lo ve y sube la apuesta.

Y es que vengarse es un placer solo degustable para quien entiende que la vida no es más que un hilo que en cualquier momento alguien o algo puede cortar. La vida es corta y el tiempo es oro, y como tal hay que saber invertirlo en lo que de mejor rédito.

Y si te matan a alguien cercano, ¿qué mejor rédito que dedicarte en cuerpo y alma a buscar placer en la venganza?

Esta historia se inicia recorriendo las calles al lado de un par de sicarios. Unos amigos que ya llevan años matando como para ser considerados profesionales, lo que no quita sin embargo que a veces se puedan cometer errores y, que estos, supongan un peligro insospechado para quien convive con el peligro, como quien echa pan a los peces de un estanque.

A los protagonistas se les nota el cansancio y la tensión, y evidencian la falta de reposo, de buenas comidas y ausencia de felicidad; algo que parece estarles vetado.

El arranque nos muestra que estamos ante un guion tan excesivo como magnífico; un homenaje a Pulp Fiction desde la primera viñeta que se abre paso con un diálogo tan banal como significativo y trascendente para el desarrollo de la trama.

Una trama que va ofreciendo giros y, como si estuvieran peraltados, a cada uno va incrementando la verticalidad y con ella la tensión. Sin saber a dónde conduce; sin intuir el final. Una trama cargada de suspense que mantiene pegada la vista y la atención en cada viñeta.

Espectacular trabajo el que ofrece este cómic. El guion se lleva la mejor parte, es obra de Matz (seudónimo de Alexis Nolen) a quien ya reseñé en “El asesino”, una emotiva historia de un asesino profesional, tensionado hasta extremos, seriada en 5 álbumes. Donde matar y morir son caras de una misma moneda. Una historia donde dudar significa morir y donde matar significa vivir (se acaba de estrenar su versión cinematográfica en Netflix, con el mismo título El Asesino, dirigida por David Fincher e interpretada por Michael Fassbender).

El dibujo lo aporta el australiano Colin Wilson, alguien con mucho oficio gracias a su versatilidad, que en esta ocasión emplea un trazo limpio para que sean las expresiones de los rostros y las intenciones de los gestos los que hablen por sí mismos ante la exigencia de un guion que le obliga a exprimirse al máximo. Un trabajo que parece fácil porque sus líneas aparecen sueltas, pero es que lo difícil es precisamente conseguir eso.

Una de esas lecturas que gusta compartir, que demanda nuevo visionado y que pide que se charle sobre ella.

viernes, 7 de julio de 2023

Los Asesinatos de la Mansión Decagonal (final) de Yukito Ayatsuji e Hiro Kiyohara.

Los Asesinatos de la Mansión Decagonal es una serie compuesta de 5 álbumes manga, ya saben que es como se conoce el comic en Japón. Son, por su tamaño, bolsicòmics, ya que caben en un bolsillo y el número 1 de la serie se reseñó aquí.

Y además de pedirles que lean esa reseña, les digo que, ahora, habiendo leído toda la serie, no solo reafirmo todo lo dicho en ella, sino que subo el elogio.

Estamos ante una recreación creativa de la archifamosa novela de Agatha Christie "Diez Negritos" que, como esta, transcurre en una isla y también en el continente. Pero Los Asesinatos de la Mansión Decagonal, incluso en el nombre ya alude y homenajea al número 10, presenta su propio ADN y despliega otros recursos, otros giros y por supuesto otro final.

La trama se va desplegando a lo largo de los 5 tomos de esta serie de investigación criminal en la más tradicional línea del clasicismo dentro del género.

El argumento de este manga, además de asesinatos e investigación detectivesca, incorpora, por otro lado habitual en las obras de procedencia japones, misterio y fenómenos extraños.

Y los expone en dos líneas de acción: la que transcurre en la isla (hay que leer la reseña anterior) y la que transcurre en el continente. Y a estos dos ritmos narrativos y distintos puntos de vista, se suman las diferentes perspectivas que ofrece el caso según sea la persona que interactúa.

Y es que una vez presentado el escenario, el caso y los actores en el tomo 1 (de verdad lean la reseña #1), el guionista se dedica, en los tomos siguientes, a presentar en profundidad a los personajes y a desmigajar pistas, sugerir hipótesis y sorprender con giros que aumentan la tensión y el suspense además de ir sumando víctimas de asesinato.

Los 5 tomos suponen un montón de páginas de interesante lectura y fascinante dibujo que no deberían perderse si les gusta el policial clásico, ese que se etiquetó como La Edad de Oro por los británicos y que ha servido, y continúa, de fuente de inagotable inspiración.

El guion y el dibujo se aúnan para que no haya fisuras y si mutuo reforzamiento. La historia mantiene una velocidad de crucero sin altibajos, algo que parece fácil y no lo es en absoluto. Se requiere mucha experiencia y oficio para conseguirlo.

Lo que les decía al principio: no solo reafirmo todo lo dicho en la reseña del fascículo 1 sino que, si están dispuestos a apostar, lo veo y subo. No puedo perder.

martes, 30 de mayo de 2023

El Rey de los Espías de Mark Millar y Matteo Scalera

En la Tertulia 09 de El Mussol Maltès dedicada a los còmics protagonizados por agentes secretos o espías, Rafel Sabater, librero de Sabadell Cómics nos hacia varias recomendaciones, todas escuchables, y entre ellas estaba esta obra: El Rey de los Espías.

Las tareas que se suelen encomendar al personal de los Servicios secretos suelen ser secretas porque poco o nada tienen de limpio y airearlas sería como meterse en el ojo de un huracán de donde poco o nada bien se saldría.

Por eso cuando un gobierno decide jubilar o quemar a un agente este sabe que su vida pende de un hilo ya que a los gobiernos no interesa que alguien que no solo sabe, sino que ha participado en acciones que jamás han existido, pueda irse de la lengua.

Claro que si a este agente le quedan pocos meses de vida pero suficiente conciencia como para comprender que ha hecho más mal que bien y que los que se lo ordenaron estaban movidos por intereses más personales que colectivos puede que decida ajustar cuentas antes de que la muerte se lo lleve.

Hasta ahora ha hecho que el sistema siga funcionando de forma que el poder sea hereditario y la miseria también; para conseguir que la máquina gire siempre en la misma dirección y que arriba sea arriba y abajo siempre abajo.

Sir Roland King es uno de esos agentes con conciencia y está dispuesto a irse de este mundo habiéndola limpiado, aunque signifique dejar la jubilación y volver al servicio activo. Solo que esta vez él es su propio jefe y quien marca los objetivos.

El guion corre a cargo de un especialista en estos temas como es Mark Millar, a quien ya conocimos por ser el artífice del comic Red llevado al cine con la interpretación de Bruce Willis, John Malkovich, Helen Mirren, Morgan Freeman y Mary-Louise Parker.

Mark Millar sabe hacer avanzar la trama a partir del recurso de tres pasos hacia adelante y uno para atrás, con lo que las dudas que se suscitan con el avance rápido se van explicando de manera que cuando parece todo claro el siguiente salto presenta nuevos interrogantes. Toda una maestría del relato visual que consigue un ritmo endiablado y al desconcierto de los giros le sucede la gratificación del conocimiento extra.

El dibujante Matteo Scalera sigue el ritmo impuesto por el guion y va adaptando el tamaño de las viñetas y los encuadres para dar cumplida respuesta a los requerimientos. Tiene habilidad para las expresiones faciales y no se corta al plasmar las escenas sanguinolentas.

Convenientemente resaltadas por la colorista Giovanna Niro con una paleta de tonos preferentemente cálidos, y es que el infierno en la tierra tiene que mostrar su fuego y su calor.

A la obra, como a casi todos los cómics, hay que dedicarle una segunda y una tercera lectura.

La segunda, que parte de lo conocido, facilita la comprensión de la trama ya desde la misma cubierta y las guardas y la tercera es un regocijo absoluto al captar perfectamente todos los matices de humor negro que se han ido desperdigando a lo largo de las páginas.

El Rey de los Espías es una obra de la que solo hay que lamentar el que parece no vaya a tener continuidad. O tal vez si.

viernes, 27 de enero de 2023

La Señora de Chicago de Marc Tinent y Pablo M. Collar

En 1913 Alice Clement es una de las primeras mujeres policía de la historia de Chicago. Ni su acceso al cuerpo ni sus primeros meses en él ni en la calle han sido fáciles.

El rechazo de la sociedad y el menosprecio de sus compañeros, a quienes cuesta digerir ese avance femenino en territorios tradicionalmente asociados a hombres, y especialmente a rudos y distantes, que infunden respeto y, todavía más, temor.

El físico de Alice Clement, menuda con ligero sobrepeso y cara de luna, suscita comentarios injuriosos, pero pronto es temida en el mundo del hampa y con su tesón, sus métodos y sus brillantes resultados consigue que se le respete y, ni que sea en privado, se empiecen a reconocerle aptitudes y méritos y obtenga un grado mayor de confianza de sus superiores.

En esa época Blanche Labadie es la Reina de las Estafas en la ciudad, y su modo de hacer se aleja tanto de los delitos de sangre como de la temible Mona Allen: una rival que tiene atemorizados los bajos fondos.

A Mona Allen se la conoce como la Reina de los Timos, es la Señora de Chicago ofrece protección a cambio de remuneración, y para la agente de policía Alice Clement se convierte en su particular enemiga público número 1 en su lista de delincuentes a capturar. Y no va a desistir hasta conseguirlo.

Estamos en 1917, el crimen organizado florece por doquier y Alice Clement enfila su carrera para ser la primera inspectora de policía de Chicago, un hito en la lucha feminista, por lo que no duda en aliarse con Blanche, intereses distintos pero mismo objetivo, para capturar a Mona.

En el argumento de La Señora de Chicago se va narrando la biografía de Alice Clement, su vida particular, su vida familiar y su vida profesional, intercalándolas entre sus investigaciones, y enfrentándola a un gran caso criminal.

Y lo hace de tal modo que la investigación policial sea el centro de una historia costumbrista y no al revés lo que hubiera supuesto alejarse del noir y adentrarse en el melodrama.

Marc Tinent ha escrito un guion muy medido para mantener el equilibrio en la delgada cuerda que separa la realidad de la ficción, y la documentación de la fantasía. Combina con mucho acierto ambos extremos con lo que consigue un dialogo fluido con mucho ritmo que, como buen thriller, no da respiro.

El dibujo de Pablo M. Collar recuerda a los planos del cine mudo con poco movimiento de cámara, reiteración en los encuadres y en las expresiones y poco detalle en los escenarios, ya que el foco está donde está la acción. La paleta de colores tiende a languidecer el tono de la historia.

El subtítulo: Un caso de Alice Clement, hace sospechar, e ilusionar, que sea el inicio de una serie con continuidad, lo que se agradecería notablemente.

La obra se acompaña de un apéndice al final que, con una biografía sucinta y un buen archivo fotográfico, facilita el acercamiento a la Alice Clement real.

lunes, 12 de septiembre de 2022

El Mussol Maltès de Jordi Valero


Este 7 de septiembre de 2022 se ha emitido el primer programa de El Mussol Maltès en Radio Sabadell 94.6 una emisora con 90 años de historia y que se reinventó hace 20.

El Mussol Maltès, cuyo título rinde merecido homenaje a la novela y la película El Halcón Maltès, es una desordenada colección de fascículos auditivos sobre el mundo Noir en todas sus manifestaciones: literatura, cine, comic, teatro, gastronomía, moda, etc. Todo mezclado pero no agitado.

Historia e historias del mundo noir narradas en forma de relato punteado por cortes musicales que comparten cuerpo argumental.

Es un programa breve, entre 27 y 29 minutos o sea que permite ser escuchado con tranquilidad mientras cada cual hace sus cosas: andar, pasear al perro, hacer deporte, viajar, cocinar, esperar la vez, planchar, regar las plantas, hacer el vermú…

Y es mensual, con lo que no hay agobios ni urgencias. Si un mes tiene 43.200 minutos, ¿a ver si no se pueden dedicar 27 o 28 de ellos a escucharlo?

Y se emite en Radio Sabadell 94.6, el primer miércoles de cada mes a las 20:30 y, también en redifusión y queda accesible en la pestaña de programas de su web para ser escuchado a conveniencia; y también está disponible en las mejores plataformas de podcast como Apple Podcast, Ivoox, Spotify y otras más.

Y gratis. Nadie da tanto por nada. Suscríbanse a su plataforma de podcast preferida y recibirán una notificación cada mes cuando haya uno nuevo; sin excusa para no perderse ninguno.

Espero que les sorprenda y guste por igual, escuchen el primer fascículo: El Mussol Maltès 01 – Negra i Criminal (I) y que ustedes lo maten bien.

En catalán (y también en plataformas podcast)

https://radiosabadell.fm/podcasts?field_programa=30376

En castellano, en varias plataformas de podcast como:

Spotify  https://open.spotify.com/show/6xK0qKoJrcYK8JcMivHdTt

Ivoxx https://www.ivoox.com/el-mussol-maltes_sb.html?sb=el+mussol+maltes


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domingo, 4 de septiembre de 2022

Los asesinatos de la Mansión Decagonal de Yukito Ayatsuji y Hiro Kiyohara

Siete estudiantes universitarios viajan a la isla de Tsunojima para pasar en ella una semana tras recibir una invitación. Entusiasmados por lo que se antoja una aventura, se alojarán en una casa de planta y alzado decagonal, donde incluso la mesa de comedor y las tazas de té también tienen esa forma.

Las habitaciones son austeras como la gran sala central que hace las veces de distribuidor y comedor y no contiene adorno alguno, ni cuadros en las paredes, ni un sofá ni una mesita ni una librería.

Las tres estancias restantes son el recibidor, la cocina y el baño común. La casa carece de electricidad y también, de hecho toda la isla, carece de cobertura. En la cercanía hay un islote.

Curiosas razones hubo de tener el arquitecto Seiji Nakamura para diseñar y construir esta excentricidad, no solo para adoptar tan curiosa forma sino por levantarla en una isla solitaria.

La Decagonal está cercana a la Mansión Azul, que hoy luce calcinada y en la que se encontraron los restos de cuatro personas, el arquitecto, su esposa y un matrimonio de empleados, asesinadas hace medio año.

Todos esos elementos bastarían para echar atrás a quien quiera que, confundido por la búsqueda de la aventura, se planteara hacer turismo o pretendiera relajación: el ambiente induce a cualquier emoción menos a la calma y si en cambio siembra una cierta incomodidad.

Pero para el grupo, todos miembros del Club del Misterio, es hacer realidad un sueño. Los integrantes, muy motivados, adoptan nombres de sus autores occidentales favoritos, así los cinco chicos son: Ellery, Carr, Leroux, Poe y Van; y las dos chicas Agatha y Orczy.

Fuera de la isla están Doyle y Morisu (de quien no conocemos su apodo, pero apela al personaje Detective de Sillón que podría hacer referencia a diversos autores) y también está Shimada un añadido circunstancial.

Así si sumamos a todos los personajes tenemos diez protagonistas y es inevitable observar en Los asesinatos de la Mansión Decagonal el guiño a la gran novela Diez Negritos de la simpar Agatha Christie y más cuando los isleños encuentran a la mañana siguiente a su llegada, sobre la mesa del comedor, siete placas rectangulares con textos que va de Primera Víctima a Quinta Víctima y las dos restantes son Detective y Asesino respectivamente.

Nadie reconoce haberlas puesto. Todos suponen, esperan, desean que sea un juego. Pero todos temen que pueda esconder una macabra realidad.

Mientras, en tierra firme, los otros tres están inmersos en su propia investigación centrada en los antiguos asesinatos de la isla.

Todo apunta a que hay una clara relación entre aquel suceso y la actual presencia en la isla de los integrantes del Club del Misterio. En esto el lector va por delante de lo que puedan pensar los estudiantes, ya que sabe cosas que ellos desconocen. Este recurso de thriller, de saber que hay peligro y no poder avisarles dispara la tensión así que tómenselo con calma y té matcha.

Este primer volumen finaliza con una imagen en picado del interior de una de las habitaciones. Sobre la cama, una persona yace con manchas y salpicaduras de sangre. ¿Primera víctima? ¿Es la puesta en escena de un inocente juego o el cadáver de un elaborado plan de asesinato?

193 páginas que se devoran; un guion argumental basado en la novela del mismo título y del mismo autor Yukito Ayatsuji que presenta unos personajes carismáticos; un entorno ominoso y un pasado muy presente. Una investigación llevada a cabo por genios que debe conducir a elaboradas e interesantes hipótesis desconociendo cual será la acertada.

El dibujo de Hiro Kiyohara es limpio y expresivo y acentúa los rasgos de cada protagonista para que no pueda haber confusión alguna como puede suceder con otros mangas. Este es seinen, o sea para público adulto.

La serie se completa en 5 volúmenes y solo hay que desear que se completen pronto las traducciones y podamos tenerlos todos a disposición (el segundo sale este octubre). Por 8,5 € es un pecado no comprarlo; y si no lo leen el pecado ya es mortal.

miércoles, 27 de julio de 2022

Madriguera de Zidrou y Oriol

Madriguera es la segunda entrega perteneciente a la serie sobre historias de personajes mafiosos espectacularmente iniciada con la inolvidable La Piel del Oso.

Jóvenes a los que el azar (maldito sea) pone su destino y su vida en manos de personajes sin escrúpulos que viven creyendo que sus decisiones son legítimas, inapelables y siempre correctas.

Jóvenes que tienen miedo de rebelarse por las consecuencias que puedan tener sus actos pero que ansían hacerlo para liberarse de la angustia que les produce su inmovilidad.

Una bala. Aún no se ha inventado nada mejor para decir adiós a los secretos que nos atormentan”.

Andrea Montale, quince años, acaba de presenciar, impotente por su condición y atenazado por el miedo, lo que ninguna persona, pero menos alguien de esa edad, debería ver jamás: como se rompe su vida en mil pedazos en unos minutos.

Descubre como la orfandad puede llevar en su condición, el desespero por la vida perdida y la esperanza por una vida nueva. Con la familia Damiani, Andrea va a iniciarse en el proceso de convertirse en adulto. Sexo, amor y violencia van a formar parte de esa transformación y ya no van a abandonarle jamás.

La vida es una sucesión de actos violentos. Lo que sucede es que se adaptan al entorno, conforman la cotidianeidad y se entienden tan necesarios que pasan desapercibidos. Como romper una cascara de almendra para comer su fruto. Una acción inevitable para obtener un fin y que nadie calificaría de cruel.

Andrea Montale va a crecer en ese entorno pero en el lado de los que empuñan la piedra y se comen la almendra, metiéndose, nunca mejor dicho, en la guarida del oso. Vivir en permanente peligro instrumentalizándolo bajo la premisa de que el honor de la familia fue, es y será siempre la prioridad que guie sus pasos y los de los demás.

El estilo narrativo de Zidrou (Benoît Drousie), conciso y elocuente, está compuesto de frases que merecen ser citas. Su argumento lineal va cimentando una trama que se lee en distintos niveles y que encierra varias historias en una, capaz de mostrar lo mejor y lo peor de cada ser humano.

Poco más hay que añadir a alguien con más de setenta guiones publicados con éxito indistintamente del género narrativo o registro donde se aventure.

Oriol, en esta ocasión y a diferencia de la anterior entrega La Piel del Oso, opta por un dibujo que emplea manchas de luz, colores vivos y fuertes, para resaltar las sensaciones que demanda el avance de la trama y recurre a la deformación controlada de rostros para acentuar las expresiones.

Pinceladas de impresionismo y expresionismo ensuciadas con rayones verticales para no olvidar que incluso lo bello conlleva fealdad en su interior.

Una segunda al mismo alto nivel que la primera, por lo que la recomendación es que si pueden leer las dos no se conformen con una. Son de una sensibilidad espeluznante.

viernes, 3 de junio de 2022

Toxic Detective de Claudio Cerdán y Sergio Carrera

La estructura de la novela negra americana al alcance de quien lea este cómic: su inicio, en medio de una historia desconocida, que presenta una situación prácticamente insalvable; el flash-back que permite entender porque se ha llegado a ese punto; el enlace de la trama con el tiempo presente, como despertando de un sueño y chocando con la realidad; y el acelerón final para llegar a la última página sin respirar (sin olvidar que el pez también respira).

Raymond Ray Smith sufre una desesperante enfermedad llamada Sensibilidad Química Múltiple (SQM) y que supone un debilitamiento orgánico, con variedad de síntomas, a cual peor, solo por estar expuesto a la contaminación química ambiental, presente de forma cotidiana en lo que entendemos por normalidad social.

Una enfermedad no reconocida por la OMS, por no poder acotarla a un escenario abordable con ningún fármaco, pero no por ello inexistente.

Cada día nuestra nariz y nuestra piel se exponen a millones de partículas químicas derivadas de productos de limpieza, colonias, perfumes, combustibles, cosméticos, ambientadores… vivir en sociedad comporta un bombardeo incesante de volátiles substancias sin efecto, más allá de la respuesta considerada natural, en la mayoría de personas pero terriblemente agresiva, hasta la muerte, para unas pocas.

Por ese motivo quienes sufren SQM salen poco o nada de casa, ven la vida a través de las ventanas de sus viviendas o de las pantallas de sus aparatos tecnológicos.

Por ese motivo tele trabajan. Por ese motivo sus relaciones suelen ser virtuales. Así es como Ray ha conocido a Sweet, que también padece SQM. Así, cuando ella no se conecta como suele hacerlo habitualmente, es como se da cuenta de que le ha sucedido algo. Así es como, pertrechado con una ropa que cubre el cuerpo y una máscara que filtra todo lo que puede, Ray sale a la calle dispuesto a llegar a casa de Sweet y ayudarla en lo que sea necesario.

La calle, ese enemigo mortal que acecha con todo tipo de armas químicas y lleno de gente intransigente que lo ven como un personaje distópico salido de una mala película de serie B.

Cuando Ray está en su piso logra estar centrado, hacer deporte y tener ideas claras. En la calle, dentro de un local o un metro abarrotado se vuelve inestable, desconcertado y vulnerable. Los efluvios invisibles son su kriptonita.

Claudio Cerdán ha escrito un guion con la estructura y la esencia de la novela negra americana.

En su argumento de perdedores; en sus diálogos peliculeros por trascendentes y en esa voz en off, los pensamientos de Ray, que es la voz de quien reclama dignidad y afea el egoísmo social y la ambición por el dinero.

Describe a Ray como ese antihéroe que cae y vuelve a levantarse; capaz de entregar su propia vida por un acto de amor, en unos tiempos en los que tal vez esté sobrevalorado, y adoptar el rol de justiciero salvador cuando se le requiere.

Sergio Carrera, con su dibujo, ayuda a entender esa mezcla de sentimientos y esa generosidad combinando línea delgada con sombras que asemejan cicatrices y ensuciando viñetas para mostrar la invisible presencia de esos aerosoles que vehiculan la SQM y que aparecen como el acto de exhalación de la respiración urbana.

Un dibujo cargado de ritmo, tintas de thriller, donde incluso los planos pausados tienen movimiento y ese dinamismo hace que la trama mantenga la tensión de forma permanente.

Toxic Detective es un comic que parece distopico y que se postula como de anticipación. Presenta una realidad que solo pensar que pueda ser el futuro provoca escalofríos.

El trabajo de ambos es complementario y el conjunto un trabajo tan destacable como para desear más y al que recomiendo prestéis atención. Las editoriales que no lo hicieron deberían revisar sus criterios de selección.