domingo, 26 de junio de 2022

Moscú de Jesús María Sáez

Moscú es un thriller que golpea como ariete al que no se le resiste obstáculo alguno. Es tenaz en su avance y, como puntito rojo de láser, tiene fijado su objetivo y no desiste hasta alcanzarlo.

La interrumpida apertura rusa, esa representación del sueño americano llamada Perestroika, permitió atisbar una posibilidad de vida nunca sospechada para muchos habitantes de la extinta Unión Soviética. Pero los avispados también vieron una brecha donde medrar y desde entonces la corrupción es desmedida, el poder de los oligarcas incontestable y la honestidad de miembros de la policía y del ejército permanentemente bajo sospecha.

Por eso cuando se constata el alto valor de un potente software ambivalente, como virus y a la vez antídoto, se despierta la ambición de dinero y el poder lo que lo vuelve extremadamente sensible a intereses políticos locales y extranjeros. Por suerte su activación requiere de varias claves de seguridad en posesión de personas desconocidas entre sí; pero por desgracia hay indicios de que la seguridad podría estar comprometida.

A Masha, eficiente activo de los servicios secretos rusos, le encargan la misión de recuperarlo a cualquier coste con licencia para llevar a cabo cualquier acción.

Tantos años parapetados tras el telón de acero han implantado la desconfianza entre quienes ocupan altos cargos y entre quienes cumplen órdenes, ya que cualquier duda, respecto la fidelidad a la Madre Patria, tradicionalmente ha supuesto el fin de una carrera sino posiblemente de la propia vida. Y elegir bando ganador se antoja indispensable y elegir mal altamente peligroso. Masha sabe lo que se juega en esta partida y está dispuesta a ganarla

Con Moscú se cierra la trilogía que, bajo el nombre genérico de La Trilogía del Este, se iniciara con Siberia y continuara con Kazajistán.

En Moscú de nuevo se incluyen esas aportaciones de interés geopolítico que tan bien sabe intercalar su autor y que ayudan a conformar una indispensable percepción de que lo que se está leyendo es una crónica de unos hechos que si no han sucedido bien hubieran podido hacerlo, tal es el grado de veracidad que le imprime.

Y eso es ni más ni menos lo que distingue un buen thriller de espionaje y acción de un remedo, algo que Jesús María Sáez demuestra con un gran control del tempo narrativo, una cuidadosa ambientación local y una dosificada puesta en escena de las distintas secuencias de acción y apariciones de los personajes.

La experiencia lectora de Moscú, y de hecho de toda la trilogía, es equiparable a introducirse en un juego de realidad virtual en el que no solo hay que tomar decisiones en segundos sino que no hay que distraerse ya que el peligro puede salir en cualquier momento de no importa cual grado de los 360 que hay que controlar.

La Trilogía del Este es lectura adecuada siempre pero especialmente en verano. Su periplo argumental por lugares donde el frío es omnipresente, la hacen aconsejable para ayudar a hacer más soportable la canícula pero además su dinámica e interesante trama atrapará los cerebros ayudando a la desconexión laboral tan imprescindible en vacaciones.

Si les gusta la acción sin límites ni concesiones que representan James Bond o Jason Bourne, les va a gustar María Nikoláyevna Ivanova “Masha” y después de leerla solo queda desear que su adaptación al cine sea, por fin, un hecho.


domingo, 19 de junio de 2022

Maldad de Leticia Sierra

Está claro que la maldad forma parte del ADN de los humanos pero también que no se desarrolla ni manifiesta en todos. Por suerte serían solo unos pocos los elegidos para experimentar sus emociones. Por suerte para los demás, porqué si fueran muchos la raza humana desaparecería sin remisión.

La psicopatía nos rodea, está presente en el vecindario, en las tiendas donde se va a comprar, los bares donde se va a beber y los restaurantes donde se come. En el trabajo tal vez sea donde es más fácil de apreciar pero no de demostrar.

Asoma en la tierna infancia y el primer lugar donde se manifiesta es en el ámbito de la enseñanza. Ya en la guardería, aunque no sea aún apreciable o detectable de forma inequívoca, y después en primaria y en la adolescencia florece en toda su malignidad.

A Elsa la están matando ante nuestra atónita mirada y nuestra mente bloqueada. La están matando con saña y no podemos hacer nada para evitarlo. Solo apretar los dientes y pasar página en la lectura para avanzar en el descubrimiento del culpable y hacerle pagar por ello.

Pero no va a resultar fácil. Las relaciones humanas son complejas y como decía Agatha Christie en boca de Poirot, todas las personas esconden algo.

El instituto donde estudia, o mejor estudiaba pues ya está inevitablemente muerta, va a revolucionarse: una alumna sobradamente conocida no puede dejar de existir sin que el mundo cotidiano no sufra una alteración en su metódico girar.

La policía, encabezada por el inspector Agustín Castro, va a hacer tantas horas como haga falta para descubrir quién y porqué. Igual que va a hacer la prensa, con Olivia Marassa al frente. Unos y otros con intereses distintos pero con un mismo fin.

Leticia Sierra, que nos deslumbrara con su anterior novela negra Animal, en Maldad se atreve a bucear por aguas donde la pederastia, el bullying, el maltrato familiar y el egoísmo extremo son los depredadores a quienes temer en esa jungla humana que se llama sociedad.

En la autora destaca su empleo del lenguaje y su facilidad para hilvanar la trama. El ritmo a ritmo constante, ni apresurado ni tampoco da tiempo en los entreactos para relajarse. La tensión se va convirtiendo en compañía durante la lectura y en lugar de querer alejarla hay que asirse a ella como a una dependencia.

Terribles y despreciables todas las maldades tratadas en el argumento, ¡pero que bien enfocadas! ¡que bien llevada la investigación policial en todos los frentes y que magnifico final!. No dejen de leerla.

jueves, 16 de junio de 2022

En la cabeza de Sherlock Holmes de Cyril Lieron y Benoit Dahan

En la cabeza de Sherlock Holmes es el nombre genérico de lo que, ojalá, sea una larga serie de álbumes. Este primero lleva por título El Caso de la Entrada Misteriosa, un misterio tan victoriano como oriental, tan londinense como chino.

Un misterio tan digno de Sherlock Holmes que sorprende que no lo hubiera escrito Arthur Conan Doyle, aunque por suerte Cyril Lieron haya estado ahí para emularlo.

Y que bien que lo ha hecho escribiendo este guion, un pastiche digno de admiración. Hay suspense desde la cubierta, ese troquel premonitorio, y las guardas. Hay suficiente misterio criminal como para convertirlo en un caso pasto de deducciones y seguimiento de pistas tangibles; hay recorridos urbanos con gran puesta en escena de localizaciones diversas y hay exotismo en el modus operandi de quien se persigue. Hay intereses diplomáticos y siempre que eso sucede está Mycroft Holmes presente.

En la madrugada del 7 de noviembre de 1890, fría, húmeda y brumosa, el doctor Herbert Fowler es asistido por la policía en plena calle. Está aturdido, no sabe porque está ahí ni porque su decoro en el vestir es impropio.

Watson lo ampara por ser conocido y Holmes ve en su extraño comportamiento un hilo del que tirar y tal vez conseguir un caso que le ocupe y le distraiga lo suficiente de su adicción, a la que recurre siempre que se aburre.

Holmes da rápida respuesta a ese extraño comportamiento del doctor Fowler, pero lejos de despejar el misterio, la solución comporta más preguntas y el misterio se hace mayor.

Lo que sigue a continuación son 100 páginas de una aventura intrigante, llena de peligros y emociones. Un gran espectáculo de magia capaz de dejar con la boca abierta desde el principio hasta el final.

En la cabeza de Sherlock Holmes es una magnífica obra de una gran complejidad no solo narrativa sino gráfica. El álbum sorprende por su original conceptualización en diseño y contenido. Su atrevimiento, en la desafiante composición de las páginas y en la estructura de las viñetas, es el mismo que dedica a la secuencia de lectura.

Benoit Dahan es un equilibrista que hace malabares con una mano mientras que con la otra alterna dibujo y coloreado. Consiguiendo un efecto sorprendente y fabuloso.

La diferencia más notable sobre el canon es que esta obra nos ofrece, gracias a sus específicos dibujos y esquemas, la posibilidad en primicia de seguir la historia desde fuera, o sea a partir del relato de Watson nunca escrito, por lo que las páginas carecen de cartelas; y desde dentro, accediendo a la mente del genial investigador y contemplando sus procesos cognitivos, su hilo, literalmente, de razonamiento y sus sinapsis neuronales.

Cómprenlo antes de que se agote y no se reimprima o se arrepentirán. No me quedan más elogios.

domingo, 12 de junio de 2022

Falso Testigo de Karin Slaughter

Hay novelas cuya lectura deja mal cuerpo. Y Falso Testigo es una de ellas. Intensa. Su autora, Karin Slaughter ha dibujado unos personajes tan viscerales que nada de lo que hacen puede desvincularse de una sensación de espeluznante realidad.

Todos son adictos: a la humanidad, al trabajo, a la drogodependencia, al robo y trapicheo, a la violencia… todos y cada uno tienen su filia, por elección o por circunstancia y todos y cada uno la llevan al límite.

Y es que Falso Testigo es una novela negra donde los límites están para ser rebasados.

Leig Collier es una prestigiosa abogada que luchó duro por conseguirlo; mantiene una entrañable relación con su exmarido y su hija; y con su hermana, por quien sufre y a quien protege y ayuda todo lo que puede y por quien daría la vida, igual que haría su hermana por ella.

De repente le derivan un caso, proveniente de otra abogada, de abuso sexual con agravantes. Y solo tiene una semana para prepararlo. Debe defender a un posible violador de naturaleza muy violenta.

Leig ha sabido siempre compartimentar su vida social, su faceta de madre, de esposa, de hermana y su vida profesional en distintos espacios aislados para evitar que ninguno contamine al otro. Es su método para mantener el equilibrio emocional que tiene descompensado desde su adolescencia.

Pero esta vez las compuertas no podrán cerrarse y su caso criminal no solo va a contaminar sus otras vidas sino que las va a poner en peligro.

La lectura, decía al principio, es de las que deja mal cuerpo. Y es que todo es tan vivido, tal real, tan visceral, tan violento, tan brutal, que es imposible mantenerse distante. Hay que tomar partido; hay que definirse y eso supone implicarse y sufrir.

Karin Slaughter escribe para suscitar reacciones. Quien no quiera ver su zona de confort contaminada deberá alejarse de esta lectura; por el contrario quien desee vivir al límite encontrará en ella razones para no dudar de su cordura.

viernes, 3 de junio de 2022

Toxic Detective de Claudio Cerdán y Sergio Carrera

La estructura de la novela negra americana al alcance de quien lea este cómic: su inicio, en medio de una historia desconocida, que presenta una situación prácticamente insalvable; el flash-back que permite entender porque se ha llegado a ese punto; el enlace de la trama con el tiempo presente, como despertando de un sueño y chocando con la realidad; y el acelerón final para llegar a la última página sin respirar (sin olvidar que el pez también respira).

Raymond Ray Smith sufre una desesperante enfermedad llamada Sensibilidad Química Múltiple (SQM) y que supone un debilitamiento orgánico, con variedad de síntomas, a cual peor, solo por estar expuesto a la contaminación química ambiental, presente de forma cotidiana en lo que entendemos por normalidad social.

Una enfermedad no reconocida por la OMS, por no poder acotarla a un escenario abordable con ningún fármaco, pero no por ello inexistente.

Cada día nuestra nariz y nuestra piel se exponen a millones de partículas químicas derivadas de productos de limpieza, colonias, perfumes, combustibles, cosméticos, ambientadores… vivir en sociedad comporta un bombardeo incesante de volátiles substancias sin efecto, más allá de la respuesta considerada natural, en la mayoría de personas pero terriblemente agresiva, hasta la muerte, para unas pocas.

Por ese motivo quienes sufren SQM salen poco o nada de casa, ven la vida a través de las ventanas de sus viviendas o de las pantallas de sus aparatos tecnológicos.

Por ese motivo tele trabajan. Por ese motivo sus relaciones suelen ser virtuales. Así es como Ray ha conocido a Sweet, que también padece SQM. Así, cuando ella no se conecta como suele hacerlo habitualmente, es como se da cuenta de que le ha sucedido algo. Así es como, pertrechado con una ropa que cubre el cuerpo y una máscara que filtra todo lo que puede, Ray sale a la calle dispuesto a llegar a casa de Sweet y ayudarla en lo que sea necesario.

La calle, ese enemigo mortal que acecha con todo tipo de armas químicas y lleno de gente intransigente que lo ven como un personaje distópico salido de una mala película de serie B.

Cuando Ray está en su piso logra estar centrado, hacer deporte y tener ideas claras. En la calle, dentro de un local o un metro abarrotado se vuelve inestable, desconcertado y vulnerable. Los efluvios invisibles son su kriptonita.

Claudio Cerdán ha escrito un guion con la estructura y la esencia de la novela negra americana.

En su argumento de perdedores; en sus diálogos peliculeros por trascendentes y en esa voz en off, los pensamientos de Ray, que es la voz de quien reclama dignidad y afea el egoísmo social y la ambición por el dinero.

Describe a Ray como ese antihéroe que cae y vuelve a levantarse; capaz de entregar su propia vida por un acto de amor, en unos tiempos en los que tal vez esté sobrevalorado, y adoptar el rol de justiciero salvador cuando se le requiere.

Sergio Carrera, con su dibujo, ayuda a entender esa mezcla de sentimientos y esa generosidad combinando línea delgada con sombras que asemejan cicatrices y ensuciando viñetas para mostrar la invisible presencia de esos aerosoles que vehiculan la SQM y que aparecen como el acto de exhalación de la respiración urbana.

Un dibujo cargado de ritmo, tintas de thriller, donde incluso los planos pausados tienen movimiento y ese dinamismo hace que la trama mantenga la tensión de forma permanente.

Toxic Detective es un comic que parece distopico y que se postula como de anticipación. Presenta una realidad que solo pensar que pueda ser el futuro provoca escalofríos.

El trabajo de ambos es complementario y el conjunto un trabajo tan destacable como para desear más y al que recomiendo prestéis atención. Las editoriales que no lo hicieron deberían revisar sus criterios de selección.