En la noche de San Esteban de 1863 se comete un doble
crimen en la iglesia rural de Sant Jordi. Mueren asesinados el párroco Joan
Ferrer Ferrer y su criado Antonio Roig Tur. Esto es real. Y a partir de ese
hecho el autor Toni Montserrat construye una ficción, pero tan bien documentada
y relatada que nadie diría que lo es.
Las islas suelen ser lugares olvidados por los gobiernos
que ostentan su posesión, hasta que en ellas se descubren recursos económicos.
Luego pasan a ser la niña de sus ojos. Por eso todo isleño desconfía de los
peninsulares y sabe que si sonríen es que algo quieren, de ahí que tengan un
sentimiento corporativo y sean hoscos con las autoridades y más con la milicia
ya sea militar, guardia civil o del cuerpo de investigación policial.
En las islas muchos bienes deben importarse y el
contrabando es una fuente de suministros, y de dinero, y quienes a ello se
dedican no desean que en el recorte que conforma la silueta de la isla en el
mapa se confundan intereses con asesinatos: malo para todos.
Marc Guasch ha sido enviado a Ibiza para encabezar la
investigación del doble asesinato habida cuenta del tiempo transcurrido desde
que se produjo y los nulos resultados hasta ahora obtenidos. Guasch es un joven
cuyo nombre suena con fuerza en muchos círculos por los éxitos obtenidos como
investigador y su llegada es esperada por el Gobernador con verdadera
expectación y gran entusiasmo.
No hay más inestable para la carrera de un Gobernador isleño
que una isla a la deriva.
Toni Montserrat en esta, su opera prima, se muestra ambicioso en la medida que construye una trama en un tiempo pretérito y por tanto requiere conocimiento del léxico a emplear y de las costumbres en el vestir, comer y modo de relacionarse entre las gentes de intramuros y las de extramuros.
Además, incorpora suficientes personajes como para que haya
voces de todos los registros y armar así un coro que vista al antihéroe que
representa Guasch.
La Isla Negra es una novela policaca histórica que nos sitúa en una época en la que las investigaciones criminales con método empezaban a demostrar su eficacia.
El argumento parte de una premisa real y documentada, pero
Montserrat sabe alejarse de la aséptica crónica oficial para desarrollar una
interesante y emocionante trama policiaca que gira alrededor de la
investigación y no deja que nada se dé por sentado con hábiles giros de guion.
La figura de Marc Guasch se postula como firme candidato a
repetir protagonismo, lo que redundaría en beneficio de la novela negra
histórica que presenta déficit de oferta interesante.