domingo, 6 de noviembre de 2022

Yo no soy Hércules Poirot de Javier Cosnava y Teresa Ortiz-Tagle

El mundo de los homenajes y pastiches está lleno de buenas intenciones y no tan buenos resultados. Quienes se dedican al mundo de la imitación saben que el secreto está en identificar y evidenciar los pequeños detalles sin pasarse de frenada.

Quienes quieran aventurarse por ese camino de la suplantación consentida deberían leer y aprender de esta novela: Yo no soy Hércules Poirot.

Un brillante ejercicio de metaliteratura que se atreve a combinar la ficción y la realidad y que ofrece un repertorio de interesantísimos guiños, adecuando los tonos de voz y los comportamientos para conseguir una obra redonda dentro de lo que se conoce como novela enigma.

Agatha Christie y su obra y su personaje Hércules Poirot participan de una de sus tramas clásicas de crimen en entorno cerrado. Aunque no sea en una habitación sino en una pequeña urbanización y a pesar de que el investigador siendo un detective belga, no sea el orondo Hércules Poirot sino Héracles Amadeus Polrot.

Un apunte conveniente, tal vez innecesario, sea el mencionar que Hércules y Héracles son la misma persona solo que nombrados en latín y griego clásico respectivamente y hacen referencia a un héroe, que no dios, de la mitología griega.

Héracles Polrot ha sido contratado por John Rider, un enfermo terminal, para que descubra que sucedió hace dos años con la desaparición de su hija Lily, de 8 años de edad, mientras vivían en la urbanización Styles Mansions.

Allí coincidirá con Miranda Hartings que ve en él a su héroe literario de incognito y que no duda que el destino lo ha puesto en su camino, ella será su Hastings, para ayudarlo a resolver un caso que desequilibró la armonía vecinal.


Javier Cosnava y Teresa Ortiz-Tagle
han escrito esta novela de apariencia sencilla y que resulta ser una maravilla que encantaría a la mismísima Dama del Crimen y satisfará a todas las personas que la tienen en un altar.

Y es que han conseguido recrear no solo la atmósfera propia del género, que tan bien cultivó la escritora inglesa, sino homenajearla mimetizando sus tics narrativos, su estructura argumental y su desarrollo de la trama sin olvidar ese final, monologo teatral con los sospechosos como convidados de piedra, seña de identidad de Hércules Poirot que copia a la perfección Héracles Polrot.

Huelga decir que quien ame la obra de Agatha Christie debe ineludiblemente leer esta joyita Yo no soy Hércules Poirot, una novela policiaca canónica.

Esta novela es un prometedor inicio de la serie Los casos de Héracles y Agatha que ya cuenta con una segunda entrega titulada Yo no soy Agatha y no puedo resistir tanta curiosidad. Por suerte no soy un gato.

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