miércoles, 18 de diciembre de 2019

Constellation de Frederik Peeters

Durante un vuelo. En plena guerra fría
1957. Un agente secreto regresa en avión después de finalizar una misión. Está inquieto y las dudas sobre la conveniencia de continuar en el servicio están más presentes que nunca. Cambiar la inseguridad, la movilidad y la soledad por un entorno familiar cotidiano, como hace la mayoría de la gente, se le antoja atrayente.

Y piensa ¿para qué estoy hecho? ¿Para lo uno o para lo otro?

A su lado, en ventanilla, una mujer atractiva, joven y aparentemente desinhibida le da conversación y su sonrisa le abre una puerta por donde colar sus pensamientos ¿o son sus deseos? O quizás sus esperanzas…Tal vez haya llegado su momento.

Un tercer personaje, miembro de la tripulación también tiene sus inquietudes y sus obligaciones y se mueve inquieto.

¿Son quienes parecen ser? Es una época, en plena guerra fría, en que la desconfianza salva vidas y la confianza ha supuesto numerosos entierros.

Una trama en lugar cerrado ya que transcurre íntegramente en un avión, durante un vuelo París-Nueva York, en un aparato modelo Constellation, que da nombre al álbum, y que una encrucijada de tres vidas.

Un único relato que tiene la particularidad de repetirse hasta tres veces y ser distinto cada una al ser contada desde el punto de vista de los tres distintos personajes.

Narrada desde la intimidad de sus pensamientos y la autoimpuesta justificación de sus acciones. Tres voces para un solo final.

Constellation parece una cosa y acaba siendo otra. Un comic negro que trascurre en aquella época que los aliados occidentales veían enemigos en las sombras de la Europa del este y donde los gobiernos, de uno y otro bando, atemorizaban solo con mentar ecos de un pasado demasiado reciente y truculento.

Conversación entre vecinos de avión. ¿Trivial o interesada?
Una genialidad que emplea el blanco y negro, la línea post-clara de trazo brusco y la brevedad narrativa. Viñetas cuadradas, planos cortos, primeros planos: el espacio no da para más; diálogos que escuchar y pensamientos para reflexionar de quienes son peones en el tablero de juego de la Historia.

Frederik Peeters acomete esta historia, profundizando en el interior de los personajes, en un momento de sus vidas, mientras a 12.000 metros por debajo nadie tiene constancia de lo que está pasando en el interior de aquel avión.

32 páginas. El argumento no precisa más. Son las precisas y necesarias. La segunda lectura es, si cabe, aún mejor.

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