lunes, 23 de agosto de 2021

La instantánea de Andy Diggle y Jock

Vivir las aventuras de un comic en un comic, leyéndolo, puede resultar excitante pero vivirlas fuera de él, en la vida real, puede ser además tan peligroso como mortal.

Jake Dobson, de camino al trabajo como encargado de una tienda de cómics, se acaba de encontrar un móvil en el suelo. No está dañado y parece de los caros así que igual puede aprovecharlo o sacar una pasta por él.

Ya en la tienda y hurgando en su interior descubre unas fotos que muestran un cadáver. Sorprendido y aterrorizado comprueba además que el móvil está vibrando y de forma automática responde a la llamada.

Ya nada volverá a ser como antes y se va a ver envuelto en una trama criminal que a cada paso que da parece complicarse cada vez más.

La instantánea es un thriller criminal de mucha acción, un guion de Andy Diggle que originariamente era para película noir y que acabó, cosas de la vida, adaptado para cómic, y probablemente la primera hubiera sido mejor decisión ya que los giros en la trama responderían mejor representados en animación que en estático.

Un thriller de manual, de acción incesante y ritmo sostenido que toma una deriva difícil de creer, y a la que le falta consistencia, a tenor de su inicio que presentaba unas posibilidades más interesantes para explorar.

Las persecuciones llegan a colapsar por momentos el ritmo y ciertas escenas no siguen el trazado lógico así como el desenlace, a todas luces precipitado e inadecuado por cómo ha evolucionado la trama.

Una trama a la que cada vez le cuesta más el avance y abusa desesperadamente de golpes de efecto como buscando descolocar a cada momento al lector, algo que el celuloide probablemente hubiera aguantado mejor que el papel.

Jock a los lápices y tinta, tal vez el negro en algunas viñetas pese en exceso, realiza trazos esquivos, líneas inclinadas, ángulos muy marcados, para no dejar que ni la vista ni la mente del lector tenga un minuto de reposo y cumple así la función que el guion le demanda. El resultado grafico acaba siendo mejor que el guion.

Pueden entretenerse con su lectura o pueden buscar otras alternativas; seguro que cualquiera de las dos opciones resulta satisfactoria. 

miércoles, 18 de agosto de 2021

La Rapsodia de la Gata Holmes de Jiro Akagawa

Toda disciplina artística requiere entrega, paciencia y canalización de sentimientos. Importantísimos estos últimos ya que sin ellos el arte se limita a ser un producto manufacturado carente de vida.

En el mundo de la música se aprecia en el modo de tañer las notas ya que puede haber precisión y técnica pero sin pasión las interpretaciones llegan a sonar prácticamente igual.

La rivalidad entre artistas es notoria, aireada por los medios de comunicación que se relamen ante noticias que demuestran que incluso los divinos son humanos. Y un concurso para escoger al mejor violinista entre unos pocos finalistas es un foco de atención brillantemente iluminado y si median amenazas de muerte aún más.

Y si el detective Yoshitarō Katayama es el elegido para compartir el aislamiento al que están sometidos los concursantes y asegurar su protección, en especial de Mari Sakurai, es inevitable pensar que un asesinato, como mínimo, va a tener lugar.

La rapsodia de la gata Holmes es una obra compuesta para violines y no escrita para enamorar sino para asesinar.

Asesinato, sexo y torpezas de comedia vodevilesca son las señas de identidad que acompañan al tímido Katayama, al que la visión de la sangre provoca pavor cuando no desmayo ¿hay mejor plan?

Así pues y con acorde de violines empieza esta emocionante nueva entrega, la tercera traducida y la cuarta secuencial, de la serie protagonizada por el detective Katayama y la gata Holmes con la inestimable ayuda de su hermana Harumi y el novio de ésta, y también detective de policía, Ishidzu.

Quienes hayan leído alguna entrega ya conocen el carácter distendido con el que el autor Jiro Akagawa trata sus argumentos y sus personajes y como es capaz de generar intrigantes misterios criminales que atrapan al lector por su sencillez de exposición y sus hilarantes diálogos.

Verdadero ejemplo de whodunit a la japonesa.

Quienes aún no hayan leído ninguna entrega deberían hacerlo ya y empezar por la primera para conocer el origen de los principales personajes:

1. Los Misterios de la Gata Holmes

2. La Mansión de los Gatos

 

domingo, 15 de agosto de 2021

Mare of Easttwon

Mare of Easttwon es una miniserie policiaca de alto contenido dramático donde las pulsiones emocionales sobrepasan al sentido común con consecuencias devastadoras para propios y ajenos.

Una acción individual acaba convirtiéndose en un torbellino incontrolado que no duda en destrozar las vidas de quienes halla a su paso.

Una serie de profundo calado social, donde las miserias humanas de los habitantes de un pueblo de tamaña mediano, del estado americano de Pensilvania, quedan al descubierto como intestinos salidos de su cavidad abdominal, y nada podrá volver a ocupar su sitio como antes.

Una serie de estructura policiaca con casos simultáneos que resolver.

Todos los protagonistas tienen en su debe acciones o pensamientos censurables que esconder y en eso se apoya la trama, en la gran capacidad que tiene el ser humano para moverse entre apariencias y mentir.

Mare Sheehan es la detective, conocida por todos, que lleva a cabo las investigaciones. Mare resiste por tesón y prurito ya que la vida le está dando duro, por todos lados y por donde más duele.

Vive con su madre con la que no se entiende, con su hija adolescente sumida en un momento de confusión amorosa y pendiente de decidir su carrera estudiantil, con su nieto bajo la espada de Damocles de que su madre, en rehabilitación, pida la custodia y se lo lleve, con la incomprensión por el suicidio de su hijo mayor y casi con su ex-marido, a punto de casarse de nuevo, por ser vecino de patio.

Vive con el rechazo de vecinos que creen que no ha hecho suficiente para localizar a una chica desaparecida, hija de una de sus amigas, y ahora tiene el asesinato de una adolescente que solivianta los ánimos ya de por si encendidos.

Siete episodios para desarrollar esos caracteres y para mostrar sus miserias humanas como intestinos al aire. Sin pudor, sin paños calientes, mostrando un absoluto respeto por la madurez de la audiencia.

Por eso es una serie con mucha personalidad, muy en el estilo de las miniseries de la BBC, Happy Valley por ejemplo, donde los personajes son la trama.

Kate Winslet es la actriz motor, esplendida en ese papel de vulnerabilidad ambivalente, que mueve el resto de engranajes. Su papel como Mare es brutalmente sincero y no esconde ni sus inseguridades, ni sus fallos ni sus dudas, como policía y como mujer. Y como madre y abuela y ex y amiga y pareja. Un personaje realista hasta más allá de la realidad.

La serie es un ejemplo de calidad conjunta: imágenes, montaje, interpretación, diálogos, de los mejores oídos en mucho tiempo, y dirección.

No duden a disfrutarla y no se avergüencen si sueltan lágrimas: va con el lote.


lunes, 9 de agosto de 2021

Los crímenes de Saint-Malo de Jean-Luc Bannalec

Cuando las postales dominaban la correspondencia veraniega, los puestos de venta rebosaban de dispensadores giratorios que ofrecían una amplia selección de imágenes a todo color. Para coleccionistas de souvenirs se vendían unos packs que enlazaban a modo de acordeón una selección de ellas que pretendía agrupar los aspectos más relevante: edificios, calles, esculturas, platos de típica gastronomía, vestuario particular...

Si las novelas de la serie del comisario Dupin que transcurren en la Bretaña son de ya de por si postales, la presente, Los crímenes de Saint-Malo, es uno de esos acordeones.

El comisario Dupin se encuentra en un seminario de temática policial en Saint Malo cuando paseando, y comprando quesos en un mercado callejero, se encuentra persiguiendo a quien acaba de cometer un asesinato.

El seminario queda en segundo plano ante la identidad de la víctima y los asistentes se agrupan para participar de la investigación, aunando esfuerzos, tácticas y conocimientos en un reto propuesto por sus superiores para materializar la intención del encuentro que no es otra que buscar la colaboración interdepartamental dentro de la misma región.

Y trabajo van a tener ya que no solo habrá un crimen a investigar como claramente indica el título de la novela: Los crímenes de Saint-Malo.

Dupin, acostumbrado a trabajar a su aire, consigue adaptarse a este nuevo método aunque eche en falta a su equipo que colabora como puede desde la distancia.

La trama criminal es de las más flojitas de las hasta ahora publicadas en la serie, sin embargo en la parte pintoresca y turística tal vez sea probablemente la más completa y estimulante. Especialmente por lo que a gastronomía se refiere: no la lean en ayunas ya que pueden desfallecer.

Las novelas de Dupin son un viaje de placer por esa región francesa que, a tenor de lo leído, rebosa en todo lo que precisa el mejor destino turístico posible: paisajes, playas, rincones, cielos, luz, colores, bebida, especialmente comida, leyendas…

Dupin es todo pasión, aunque su comportamiento poco social no lo sugiera, y su hedonismo ha encontrado en esa esquina noroeste de Francia el lugar donde vivirlo expansivamente.

Una novela de corte policiaco al estilo polar francés donde el costumbrismo tiene casi tanto peso como la trama criminal y que Jean-Luc Bannalec consigue reflejar a la perfección.

Ahora en verano es el momento óptimo para leer esta novela, y a la que el COVID permita los desplazamientos seguros y sosegados, la Bretaña es sin duda uno de los lugares a visitar. Sin prisas, para saborear cada rincón y cada bocado.

Las novelas del comisario Dupin se han ido reseñando en este blog:

El misterio de Pont-Aven

Muerte en las islas

Un crimen bretón

Un cadáver en Port duBélon

Desaparición en Trégastel

El Caso del Castillo de Comper

Asesinato en Concarneau


lunes, 2 de agosto de 2021

Siempre hay alguien a quien matar de Guillermo Orsi

Celia, la hermana de Tamara, avisa a Francisco, quien fuera una circunstancial pero más que especial pareja de Tamara, de que ésta ha muerto. Francisco se desplaza hasta un lugar lejano y recóndito para manifestar su duelo sin saber muy bien si la decisión responde a una necesidad vivencial o a una obligación moral.

Una deuda con ella o consigo mismo. La búsqueda de un reencuentro aunque sea con un cuerpo sin vida.

A su llegada se encuentra una población, con unas cabezas visibles, que parece ser carne de obra de teatro. Y su condición de escritor le hace formular preguntas de las que no solo no obtiene respuestas sino que generan dudas y más preguntas que confunden la trama como si Kafka estuviera moviendo los hilos detrás de la tramoya.

Poco a poco se irá involucrando en un asunto turbio y complejo donde se irán descubriendo aspectos que, ligados a nuevas muertes, van a ir fijando los tablones para que el lector avance pisando firme y no caiga, desorientado, al vacío.

No, no es de esas novelas negras donde todo se da hecho y solo hay que seguir las miguitas de pan. Es negra si, pero absolutamente desquiciante. Muy crítica con el poder, lo ejerza quien lo ejerza, y con sus circunstancias y consecuencias.

Quien se vale de él queda preso en su influencia gravitatoria lo que le impide alejarse. Los favores recibidos son favores debidos. Y el poder devora a sus mandatarios como Saturno a sus hijos.

El autor ha empleado la figura del hombre solo, Francisco, Paco, turista obligacional, extranjero en su tierra y desconocido en el lugar, para vertebrar una historia de desesperanza a nivel nacional donde la corrupción campa como la mala hierba; y de afianzamiento individual, donde el desconcierto aúpa las malas decisiones condicionando el futuro. Aunque como el gato de Schrödinger hasta el final no se sabe si se está con vida o no.

La obra de Guillermo Orsi está impregnada de la historia reciente de esa Argentina que siempre asemeja ser un barco a la deriva y a cada envite con la tormenta pierde parte de su carcasa pero mantiene intacta su fe en superar el siguiente y acabar navegando en aguas tranquilas y con destino bien trazado.

Por eso en Siempre hay alguien en quien matar se palpa, en cada párrafo, esa sensación de angustiosa desesperanza pero sin llegar a lanzar la toalla, luchando mientras queden fuerzas. Se perderá por puntos pero no por KO, aunque sea cabeza de turco.