viernes, 20 de enero de 2017

Como escribir novela negra

Adiós a la letra dibujada
Hay muchos manuales, guías, talleres y seminarios para aprender a escribir novela negra pero ninguno contempla que sea un dummie quien lo haga. Bienvenidos a la master class para dummies que quieren escribir una novela negra de éxito.

En primer lugar, y con esto empezamos, tome nota, es necesario saber escribir. Lo que viene a ser trazar una serie de arabescos mediante tinta sobre un papel.

Pero… pero, no se alarme, eso era antes; por suerte hoy en día no es preciso ser dibujante como paso previo a la escritura (de hecho en EEUU se están planteando no enseñar a escribir a mano a los niños) ya que existen unos programas llamados tratamiento de textos operativos desde pc, tablet o smartphone  (haga el curso Informática para dummies antes de seguir si no comprende lo antedicho) que suplen la plumilla, pluma o bolígrafo y papel y consiguen no solo igual sino mejor resultado ya que llevan incorporado un sistema de autocorrección que evita tener que haber aprobado en su día la asignatura de lengua y que como se explicará más adelante juega un papel fundamental en el proceso.

Cortar y pegar
Dispone además de otras útiles herramientas pero de momento aléjese de la opción cortar y pegar ya que suele dar resultados, conocidos en el gremio como quintanadas, que se prestan a confusión de autoría del resultado final.

Abra ese tratamiento de texto desde el dispositivo que prefiera y seleccione el color en que desee escribir. Ese es el momento crucial que definirá, por ejemplo, que su novela sea una novela rosa de contenido romántico o una novela verde de contenido para adultos. En nuestro caso para escribir una novela negra deben seleccionar el color negro.

Empiece pulsando  teclas al azar (no tema: las musas siempre guían aunque no se muestren, lo que disgusta a más de uno de imaginación calenturienta) y observe como la pantalla se llena de gusanitos y palitos. Eso son letras.

Las letras se dividen en dos familias: consonantes y vocales. Las vocales son solo cinco y las conoce por la canción Borriquito como tú. Las consonantes son todas las otras.

Las letras pueden escribirse en mayúsculas o minúsculas, que en el fondo solo se distinguen por ser grandes o pequeñas pero que sirven para lo mismo. No se preocupe en como las escriba, todas grandes o pequeñas o mezcladas, el texto dirá lo mismo y solo servirá para que críticos avispados le traten elogiosamente de transgresor.

Escribir tiene premio
Si en cambio es importante que después de una vocal ponga una consonante y mantenga ese alterne (en la pantalla; no es necesario ir a ningún local) ya que así conseguirá palabras (que son la suma de varias letras) que es lo que da sentido a un texto (que es un conjunto de palabras).

Hay excepciones, claro está, como por ejemplo que pueden ir dos consonantes seguidas pero no se preocupe por ello: si son excepciones es porque se usan poco. Una vez más, si no las emplea será considerado como rasgo identificativo de alguien con altas dosis de creatividad literaria y de ahí a obtener un premio ya solo media un paso.

O sea que ya lo ve, se trata de juntar (también vale ajuntar y reajuntar) letras y dejar que el corrector automático vaya corrigiendo y adecuando para que el texto vaya cogiendo cuerpo y acabaran apareciendo las keywords más adecuadas (gracias a las musas y al señor Google), lo que viene a conformar la trama que no es más que el desarrollo del argumento, que es la idea.

Confundir al lector enmarañando
No memorice lo anterior, son solo expresiones que usan los críticos de blogs para dárselas de entendidos cuando no saben que decir si las editoriales no les han pasado el dossier de prensa. Estos críticos aprecian confundir enmarañándolo todo en la medida que esto les permite esconder su ineptitud.

Se nota cuando varios blogs repiten las mismas inexactitudes evidenciando su total desconocimiento sobre lo que escriben.

No se olvide cada cuatro o cinco líneas de texto, darle a la tecla return que es la que sirve para saltar una línea en blanco. Eso conforma una agrupación conocida por párrafo y que sirve para que quien lea la novela pueda respirar y no morir por ahogamiento.

Hay otros elementos tipográficos conocidos como punto, coma, punto y coma, signo de exclamación e interrogación, guión… póngalos allí donde su instinto los reclame o donde conjunten mejor (los punto y coma se van a llevar mucho esta primavera). Vienen a ser como los cuñados y sirven para todo.

Y habrá erratas, perfecto, es el toque genuino de lo artesano y hoy en día se lleva hasta en las mejores editoriales. No hay novela que no contenga una por lo menos. Ningún lector que se precie compraría un libro sin erratas: vaya vulgaridad!

Una vez haya concluido (la primera vez no pase de noventa y cuatro  páginas; la ilegibilidad tiene un límite) le faltará la confirmación de su calidad como escritor y para eso hay que darlo a leer a familiares, amigos y subalternos: es la forma de garantizar aplausos, vítores y palmeos en la espalda necesarios para salir a la jungla con confianza.

Busquen una editorial
Algún cuñado suyo o de alguien cercano seguro que trabaja en una editorial o conoce a alguien que si lo hace y si no busque en Google y contacte. Si le rechazan es que no entienden. Busque otra y en las conversaciones deje caer, al bies, que es pariente lejano de John Kennedy Toole (nunca falla).

De ahí a la publicación y la fama solo media un paso.

Cuando menos sentido tenga la novela más intelectual e innovadora parecerá, más rompedora y más sesudos análisis, profundos estudios y encendidos debates recabará.

Lo que supone altas posibilidades de ser tratada en algún espacio radiofónico o televisivo o mejor aún caer en las manos de un cazador de talentos que suelte aquello tan manido de nena tu vales mucho que viene a ser el tú sí que vales, de ahora (obsérvese el desempleo sexista de la frase).

Prepárese para asistir a semanas negras y otros eventos de género para explicar que sienten sus personajes y como es su día a día como escritor. Ejercite su mano para poder resistir sesiones de firma maratonianas y eduque su estómago para aguantar trasiego alcohólico: son los daños colaterales de su nuevo oficio.

La fama cuesta y hay que aprender a sufrir.

2 comentarios:

  1. Leído el post,he puesto a la venta el diccionario de María Moliner,Lecciones de ortografía de Miranda Podadera y Curso de escritura de Silvia Cohen.Intento bajarme El borriquito de Manolo escobar (el disco ,claro)
    Esta vez me animo a escribir.Gracias.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Optando a Nobel 👍
      PD: El borriquito es de Peret 😂

      Eliminar