Como el propio autor, Sebastià Bennasar, reconoce, la novela Mateu el President (Matad al Presidente) tiene su origen tanto en la controversia pública entre el entonces presidente del FC Barcelona Jan Laporta y los seguidores radicales del Barça de tendencia neo nazi que acabó con estos sin poder entrar al campo y con la fachada de la vivienda del presidente pintarrajeada y airadas amenazas de muerte; como con la coincidencia de ambos, autor y presidente, en una manifestación a favor del derecho a decidir y también con el hallazgo de una agenda de tapas negras olvidada en un pupitre de la Universitat Pompeu Fabra.
Mezclados los ingredientes dan esta novela protagonizada por el inspector Jaume Fuster (¿de que nos sonará este nombre?, nada que no caigo... ;-) de origen mallorquín (como el autor) que acaba de regresar a Barcelona para instalarse con su hija universitaria e incorporarse al Grupo de Homicidios de los Mossos d’Esquadra después de una estancia en Valencia como miembro de la Policía Nacional.
Mezclados los ingredientes dan esta novela protagonizada por el inspector Jaume Fuster (¿de que nos sonará este nombre?, nada que no caigo... ;-) de origen mallorquín (como el autor) que acaba de regresar a Barcelona para instalarse con su hija universitaria e incorporarse al Grupo de Homicidios de los Mossos d’Esquadra después de una estancia en Valencia como miembro de la Policía Nacional.
El asesinato de un dominicano en un locutorio junto al mercado de Santa Caterina le va a llevar hasta conspiraciones de altos vuelos y bajos instintos, de Barcelona a la románica Vall de Bohí y vuelta.
La subinspectora Carme Llinàs y los agentes Guillermo Martínez y Damià Carmona conforman un equipo en el que se puede confiar ciegamente. Su nuevo equipo. Sus compañeros.
Y una vez presentado el inicio, la trama va adquiriendo velocidad a un ritmo vertiginoso de descenso sin frenos: se suceden pensamientos, retazos oídos de conversaciones, descripciones y diálogos con una estructura de frases encadenadas separadas solamente por humildes comas atemorizadas ante la incontinencia verbal que se les echa encima.
Es una forma de escribir, no diría que frecuente pero si que he encontrado más a menudo en textos en catalán que en castellano, la escritura es cultura y cada pueblo tiene la suya. La escritura es lenguaje escrito y cada pueblo tiene su forma de expresarse y de comunicarse.
Es una forma de escribir que aspira al lector como si se hubiera puesto en el ojo de un tornado y después de darle unas sacudidas lo escupe para que pueda tomar aire antes de volverlo a engullir. Trepidante.
El resultado es una novela negra muy, muy entretenida, con asesinatos e investigaciones, que habla de crisis de valores, de conspiraciones, de corrupciones y, anticipándose a los tiempos y por tanto ahora en el epicentro mediático (sepan que fue publicada en 2009) de una burguesía poderosa que teme que la, más que probable y más tarde que nunca parafraseando a Allende, independencia de Catalunya les mengüe poder y les releve de su posición clave en la mesa del tea party de la derecha española.
Si, como dice el autor, la novela negra es el notario de la transformación social, no hay ninguna duda de que Sebastià Bennasar es su pasante.
Este hombre, además, ha sido uno de los culpables de que Tiana, población del Maresme, haya estrenado el primer Festival de Novel·la Negra Catalana Tiana Negra los días 25 y 26 de este mes de enero. Y que sea por muchos años.
Este hombre, además, ha sido uno de los culpables de que Tiana, población del Maresme, haya estrenado el primer Festival de Novel·la Negra Catalana Tiana Negra los días 25 y 26 de este mes de enero. Y que sea por muchos años.
Moltes moltes gràcies!!!
ResponderEliminarA tu per escriure i per actuar en defensa de la novel·la negra i la nostre llengua.
EliminarÀnim!