lunes, 18 de mayo de 2015

El vástago de la muerte de Carlos Venegas

Arder en el infierno
El thriller es un género con buenas tragaderas, soporta casi todo lo que le echen y como que lo que no mata engorda, casi todo le va bien para llenar una montaña de páginas.

Pero hay thrillers y thrillers y son más lo que caen en el cliché que no los que se esfuerzan por ofrecer algo más y El vástago de la muerte es uno de esos: distinto en su planteamiento y evolución al presentar un consistente argumento del que no da pista alguna hasta llevar leídas bastantes páginas y aún y así sigue sorprendiendo.

Sorprende su inicio, con el que marea la perdiz apuntando hacia un lado para acabar disparando al otro. Y a pesar de algún altibajo de ritmo y más que algún exceso corregible en detalle explicativo de vestimenta y decoración, se las compone lo suficientemente bien como para mantener e incluso incrementar la sorpresa hasta un final donde la inevitable previsibilidad en el desenlace vuelve a ser sorprendida con algunos toques imaginativos de electrizante acción.

El asesinato, aparentemente profesional, de una pareja en la cama en pleno éxtasis sexual, borrachos de un deseo interrumpido por una Beretta, es el punto de partida de una acción que va adquiriendo complejidad bien construida a partir de las entradas de distintos personajes que conforman un elenco variopinto y donde la gratuidad de gestos brilla, afortunadamente, por su ausencia.

María José Sagasta, Mery para sus amigos, es la protagonista y víctima involuntaria de un enredo criminal desencadenado por su ambicioso marido Miguel.

No quieran saber más. No lean nada en ningún otro blog, ni el del autor ya que destripado el argumento tal vez les induzca a creer que no ya no merece su atención.

La trama va asomando detrás del filo de cada página al tiempo que aumenta el ambiente tenso y angustioso propiciado por un personaje, Guadaña, que en el apodo lleva escrita su intencionalidad y que con sus excéntricos excesos carga en sus espaldas con la parte de acción de la novela.

Un Guadaña que ejerce de asesino a sueldo con lo que satisface su necesidad de matar, cobrando. Un macabro, no podía ser de otra manera, asesino en serie que ha convertido su pasión en su profesión.

Carlos Venegas aúna distintos enfoques y aunque cede en algunas frases hechas y se nota en el redactado el recargo propio de la premura novel, ha compuesto un mix con elementos de novela negra que se lee con ligereza y de principio a fin.

La cubierta, del mismo autor, polifacético en materia creativa, ya es toda una premonición de su contenido. Como el algodón, no engaña.

5 comentarios:

  1. Apuntado queda, ¿dónde se puede adquirir?
    Un placer leerte como siempre, Jordi.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Roberto aquí http://elvastagodelamuerte.es/puntos-de-venta/ puedes encontrar los puntos de venta, físicos y online donde está puesto a la venta. Un abrazo!

      Eliminar
  2. Muchísimas gracias Jordi por tus palabras, mucho más sabiendo que vienen de un lector del género con tantos titulos a sus espaldas. Ha sido todo un orgullo que hayas dedicado parte de tu tiempo a leer las líneas de este humilde novato.

    Apunto con cariño los consejos y espero corregirlos para la próxima. Un abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Recuerda que cada lector tiene su opinión y que solo valen uno; es la suma de muchos lo que puede conformar un patrón y aun y así estar equivocado.
      Espero que esa próxima no sea tardía y tener la ocasión de ser de los primeros en leerla.
      Saludos!

      Eliminar