Novela negra y humor negro |
La llegada de la vejez
(¿a que edad se es viejo?) supone para muchas personas una angustiosa situación
que hay que gestionar sin disponer ni de la preparación adecuada ni de las
herramientas precisas por lo que cada cual la afronta como puede y con
resultado dispar.
Llegar a la vejez,
superarla con nota y no morir en el intento ya es de por si el argumento de una
novela negra de humor negro.
Y por eso Ingrid Noll
ha elegido para protagonizar su novela Como una dama a un par de amigas
septuagenarias con sentido del humor que han decidido vivir juntas en esa etapa
de la vida que para muchos es la antesala de la salida y para menos es la
oportunidad de entusiasmarse con cada nueva situación, que tal vez pueda ser la
última, ya que no conviene desaprovecharlas.
Son dos mujeres normales
y corrientes, de ahí su facilidad por empatizar con los lectores, y aunque
ahora están sin marido, Lore enviudó de forma natural y Anneliese tal vez
ayudase a la naturaleza con un empujoncito, siguen teniendo apetitosos deseos
cuando un buen galán les ronda aunque prime comportarse Como una dama.
En esta novela negra, y
al parecer es común en las obras de esta autora, lo negro está en la esencia
del comportamiento de sus protagonistas, preferentemente femeninas, con su
propio sentido de la ética, su propio sentido del humor negro y absolutamente amorales y no por instinto sino
porqué en la edad en la que se encuentran le dan valor a lo que lo tiene y se
lo quitan a lo que no importa.
A pesar de este
comportamiento sin asomo de culpabilidad, que podría llegar a escandalizar a
muchos, la autora no trata a sus protagonistas con dureza sino todo lo
contrario lo hace con ternura, cariño y complicidad. No las castiga sino que las
anima a seguir viviendo en armonía con su estilo y su forma de ser y pensar. A
que sigan siendo como son. Total si solo se vive una vez ¿a que tantos remilgos?
Son traviesas y pueden ser incluso malas pero no son
malvadas y pueden ser irresponsables pero no catastróficas.
A partir de cierta edad
todo es relativo. Y eso que hoy tal vez nos cueste asimilar si llegamos a su
edad tal vez nos resulte más fácil de comprender y tal vez nos podamos permitir
ciertos lujos hasta entonces vedados.
Ingrid Noll |
Por encima de la crítica y opinión sobre su obra, rinde homenaje a los de su propia edad y consigue con unos guiones de apariencia simples evidenciar que la vida, se tenga la edad que se tenga, se puede seguir viviendo y disfrutando y que los límites los marca cada uno.
Y lo escribe en negro sobre blanco con fondo negro o sea humor negro sobre argumento, aparentemente, blanco, pero de negro contenido.
Una poco habitual forma de abordar la novela negra, donde el criminal es el protagonista, lo que nos lleva a recordar el estilo de Patricia Highsmith aunque sin su angustia vital, en el que si algo brilla por su ausencia son los juicios morales sobre los actos de sus protagonistas y por extensión la inexistente aplicación de la justicia judicial.
Ingrid Noll crea adición. A su lectura y a las infusiones con, depende cuales, hierbas. Otra tacita por favor.
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