Un vestido de novia también puede ser una bella mortaja |
Impredecibles resultan
las consecuencias de los actos realizados sin ser conscientes de ellos y por
eso mismo, si son violentos, pueden resultar aterradoras al conocerse.
Si la locura se alcanza
paso a paso, Sophie, que ya llevaba bastante andado del camino, acaba de avanzar
dando un salto.
Una mañana más Sophie se despierta
con lágrimas en los ojos y con la cotidiana y desagradable sensación de haber
sido vapuleada por un ejército de pesadillas, pero desconoce que las pesadillas
no solo viven agazapadas en el sueño y ahora lo va a comprobar.
Un inicio desconcertante,
magníficamente descrito, con el que se topa la protagonista y que el autor
consigue transferir al lector de forma magistral para que experimente las
mismas sensaciones de inseguridad y desconcierto que aterrorizan a Sophie y que
dan pie a una sucesión de vertiginosas situaciones a cual más angustiosa.
Todo dispuesto para sentir
en primera persona esa sensación de abandono, de miedo, de obsesión; esa
necesidad de ser minucioso en todo y con todos. Esa enconada lucha por
sobrevivir y por mantenerse dentro de los límites de la racionalidad.
Vestido de novia es ese thriller negro que juega con los recursos
del subconsciente cuando este toma el control y el consciente vive
incómodamente entre desconcertantes episodios de realidades y sospechas. Los
recuerdos se confunden y es difícil discernir entre lo vivido y lo imaginado.
Un thriller que presenta
momentos de brillantez y otros de acomodada convencionalidad. Que combina elementos
de novela negra con otros de terror psicológico.
La angustia e intriga generadas
y tan bien desarrolladas durante el primer cuarto de novela acaban perdiendo
fuerza por un giro narrativo, uno de los varios que sacuden la trama, que la
aleja de la originalidad inicial para acercarse peligrosamente al tópico.
A partir de aquí el
argumento, a velocidad ralentizada cuando no insoportablemente lenta,
evoluciona de forma previsible, cae en situaciones improbables, hace encaje de
bolillos para cuadrar al milímetro, tira de manual y aunque sorprende
agradablemente en más de una ocasión, el balance final se queda en poco ante el
despliegue inicial de expectativas.
Pierre Lemaitre un autor creativo |
Pierre Lemaitre ofrece un thriller negro que acumula tensión, bien
dosificada, a partir de una construcción de trama compuesta por capas con
distintos narradores y distintos puntos de vista, y con un final, que aunque
intenta salvar con una última pirueta, termina siendo apresurado y recurrente aunque no llega a empañar la particular visión que del thriller ofrece este creativo autor y de mérito sobradamente reconocido.
Pierre
Lemaitre estará en una mesa redonda de BCNegra 2016, consulten el programa para saber dónde y cuándo.
Me ha gustado mucho pongo un enlace y si te apetece algo de mi blog hazme un enlace. Buenas Noches
ResponderEliminarGracias! así lo haré.
EliminarSaludos
Buena pinta, sí señor.
ResponderEliminar¡Un placer leerte como siempre, Jordi!
Un abrazo Roberto!
EliminarMe gustó mucho esta novela, aunque estoy de acuerdo contigo en lo que expresas de sus comienzos potentes y el pequeño decaimiento (yo creo que a mí me gustó más que a ti, también el final)
ResponderEliminarSaludos
No es que no me haya gustado, es un sentimiento como de traición, culpa mía probablemente, por generar unas expectativas insatisfechas.
EliminarSaludos Marian!
En la mayoría de los blogs se la pasan idolatrando a este autor que, siendo este el primer libro suyo que leo, me ha decepcionado bastante. Coincido que el libro comenzó con una trama dinámica y atrapante para ir decayendo hasta el punto en que en un momento no veía la hora de terminarlo. Por momentos, demasiado inverosímil. Mas alla del final, no lo recomendaria ante tanta oferta de excelente libros para leer.
ResponderEliminarAl parecer sus obras posteriores son mejores. Mi fallo es que intento conocer a un autor desde el principio y a veces estos son titubeantes por decirlo amablemente. Yo si que, más adelante, leeré más cosas suyas.
EliminarSaludos!