De lo que se trata es de leer un cómic, un tebeo, una novela gráfica, en un lugar público a la vista de todo el que pase.
Cualquier lugar es válido mientras sea visible por los demás: sala de embarque de un aeropuerto, hall de un hotel, autobús, metro, playa, piscina, restaurante, bar, escaleras de un edificio reconocido, banco de un parque o jardín...
Lo importante es que la gente vea que lo que está leyendo es una obra de arte secuencial. Y que lo está haciendo en pleno uso de sus facultades mentales y que lo está disfrutando.
Todo el mundo está acostumbrado a ver gente leyendo libros, revistas y periódicos de forma habitual ¿pero cuantas veces se ve a alguien leyendo un cómic?
¿Seguimos con la vieja idea de que los cómics o son para niños o son para frikis que leen en la intimidad de su habitación? ¡Vamos a darle un empujón al cambio de mentalidad!.
Salgan a pasear con un cómic bajo el brazo. O mejor lleven dos, quien sabe, igual hacen una nueva amistad. También pueden llevarse ese que ya no quieren y regalarlo.

Tómense una foto mientras lo leen y exhíbanla con satisfacción en su facebook, o manden un tweet o súbanla a su álbum Picassa o flick-r o mándela a sus amigos por correo electrónico. Servirá para demostrar que usted ese día fue militante de una buena causa cultural.
Desde este blog interrobang les proponemos sacar a luz del día y exponer a la opinión pública un cómic de serie negra, serie policial, de detectives, en fin ya saben: serie interrobang

Coincide, y no por casualidad, con el aniversario de Jack Kirby (28.08.1917–06.02.1994), para los que no lo conozcan decirles que su influencia en el mundo del cómic es como la de Spielberg en el cine.
El 28 es también el aniversario de mi hijo Nil. Cumplirá 12 y dibuja cómics. Que quieren, es pasión de padre.