Un adarve es un pasaje estrecho a menudo angosto, umbrío
y sinuoso que serpentea entre muros ocasionalmente a cobijo de parapetos y que suele
no tener salida lo que obliga a recorrerlo a la inversa; y que junto con otros
hermanos llegan a configurar un entramado laberíntico propio de una medina
árabe.
El rencor es el recuerdo angustioso que queda por
sufrimientos vividos, por penalidades sufridas; es un impulso eléctrico en la
memoria que activa una alerta cuando alguna de esas causas está a punto de
reaparecer. El rencor es mal compañero de viaje pero a veces es el único que no
engaña.
Los árabes sabían de esas penurias y de ahí que para
llegar a sus casas recorrieran adarves por donde esperaban que el rencor se
adhiriera en las paredes desorientado por los requiebros y no les acompañara al
domicilio donde esperaba su familia y que allí solo anidara el júbilo.
De ahí los adarves de rencor.
Adarves de rencor es una novela negra que serpentea entre
sentimientos parapetados bajo corazas de rencor y que no ofrece más alternativa
que afrontar lo desagradable para limpiar los recuerdos.
Granada, Albaicín. octubre 2003. en La Taberna de Baco
(donde se degusta un tiradito de corvina con pisto de frutas de los más
sabroso) está Josué Garrigues cuando recibe la llamada de su compañera Amalia
que se encuentra junto al sargento de la guardia civil Gaspar Hernández velando
un cadáver
.
El cuerpo lleva más de un día muerto; parece una muerte
accidental. Los forenses Marcos y Alba están en ello.
Y a partir de aqui se abre un caso en donde la
colaboración entre policía nacional y benemérita es necesaria aunque nadie ha
dicho que sea fácil.
En donde los forenses tienen mucho más que contar y no
solo del muerto.
En donde la relación profesional entre la policia y el
poder judicial puede verse afectada por cierta relación extra-profesional.
En donde la adolescencia regresa para marcar el presente,
o tal vez no se había ido nunca y esperaba, agazapada, en un adarve, para
mostrarse en el momento oportuno a la persona adecuada.
En donde un caso paralelo con narcos es el revulsivo para
nuevos despertares.
Xaro Cortés ha escrito una novela negra donde la muerte da pie a una
investigación que sirve para afrontar un enfrentamiento físico y psíquico de
miedos, rechazos y responsabilidades.
Una novela que entretiene sin pretensiones. Que se lee
con facilidad y agradecimiento y que disfruta de un argumento y de unos
personajes bien definidos y con personalidades suficientemente complejas y con
vida propia fuera del trabajo para dar cabida a la veracidad de lo que se
cuenta.
Una vez dentro del adarve es preciso seguir. Impele a
continuar para saber a donde conduce. La trama de la novela construida sobre
adarves consigue atrapar al lector en su laberinto y recorrerla para conocer el
final.