Podría ser que la primera víctima de un atentado terrorista no fuera humana |
La primera víctima es un thriller de política ficción que
sustentado sobre datos reales y contrastables extraídos de fuentes públicas elabora una teoría conspiratoria para dar otra explicación, al margen de la oficial,
de lo sucedido el 11 de marzo de 2004 en Atocha, Madrid, en lo que ha sido
hasta ahora el mayor atentado terrorista en España.
¿Por qué una explicación alternativa a la comunicada
oficialmente?
Todo acto terrorista del que se desconoce la autoría o no
se capturan con vida los sospechosos de haberlo cometido, como es el caso del
11-M, deja además del reguero de victimas otro de dudas y preguntas que tal vez
jamás obtengan respuesta.
Siempre hay mentiras, información distorsionada inclinada
a beneficiar a unos y perjudicar a otros, hechos sospechosos no investigados y
otros reinterpretados.
El inspector del Cuerpo Nacional de Policía Roberto
Alonso, doctor en Criminología y Derecho, se encuentra a través de un caso
aparentemente rutinario con un hilo del que tirar que lo conduce hasta el
atentado del 11-M
Y empieza una investigación que molesta a muchos y que lo
deja sin saber en quien confiar y con quien que si que puede debe alejarse para
no ponerlo en peligro. Todo es confuso pero no hay humo sin fuego.
Su responsabilidad profesional, un enaltecido sentido del
deber y tristes motivos personales le lleva a investigar más allá de lo que unos
poderes en la sombra, unos activos de las cloacas, están dispuestos a permitir
y a partir de ese momento la tranquila vida del inspector se va a ver envuelta
en una frenética concatenación de acciones que van a ir desde la entrega a un
apasionado amor hasta persecuciones, seguimientos encubiertos e intento de
asesinato.
Teodoro L. Basterra |
Teodoro L. Basterra ha realizado un brillante ejercicio
de investigación para escribir un thriller que entremezcla la ambición de los
distintos poderes sociales componiendo un estremecedor relato tanto por lo que
se refiere a la indefensión que tenemos los ciudadanos ante la posibilidad de
ser las víctimas de un atentado como por la sensación de desamparo y fácil
manipulación a las que nos encontramos expuestos por la clase política, el poder
judicial y las fuerzas del orden.
El autor ha enfocado el hecho de forma seria y directa a
diferencia de cómo lo haría un medio sensacionalista; ha elegido un personaje
central y otros secundarios para que sirvieran de puente entre hechos y
suposiciones y así conjuntar brillantemente realidad y ficción consiguiendo
escribir una historia interesante en su argumento, bien redactada y con una
composición narrativa de alternancia de protagonismo en los capítulos que
mejora el ritmo y aumenta la tensión.
La fatalidad pone esta lectura a mi alcance a poco de
producirse los atentados de París que también están ofreciendo puntos oscuros
en su investigación. Parece que efectivamente, tal como indica la novela, la
primera víctima de un atentado no sea una persona.
Pero tarde o temprano las cosas se saben. Remordimientos
de conciencia, prescripción de un delito, sentido de la ciudadanía,
arrepentimiento por próxima muerte del poseedor de información, instigación de
los medios de comunicación o cualquier otro motivo o razón suelen ser la causa
de que quien escondía un secreto lo libere y lo dé a conocer.
Falsa Bandera |
En
esta web de El Robot Pescador se
relacionan 42 ataques terroristas que se vendieron a la opinión pública
falseando la realidad, Falsa Bandera, culpabilizando al enemigo deseado para conseguir fines
ilícitos.
Como pueden ver con estos ejemplos, tal vez lo que piensa el inspector Roberto Alonso no sea tan absurdo. Teodoro L. Basterra consigue su proposito de hacernos pensar y cuestionar las verdades oficiales a través de una emocionante y trepidante lectura.