|
Sangre en los estantes viene a ser una
guía de guías de novela negra y criminal. |
Cuando empecé con esto de leer novela de género no
existían blogs, claro que tampoco existía internet, ni la televisión en color
ni por supuesto los móviles. La oferta era escasa, traducida con
criterios provincianos y mal editada.
Cada novela descubierta en librería de viejo o de nuevo, era
saludada con entusiasmo y con un aquí te pillo aquí te leo despachada febrilmente.
Se leía todo lo que encontraba mezclando subgéneros y autores (ni idea de
los seudónimos) y saltando cualquier orden establecido (la mayoría de
editoriales decidían la secuencia de lectura por intereses mercantiles que no
culturales; vamos como ahora: en eso y en elegir cubiertas prefabricadas que
dan pena, no han cambiado)
Se aprendía asistiendo a alguna charla casi clandestina
(qué tiempos aquellos! los peligrosos éramos los lectores; bueno la cultura
siempre ha sido un peligro para los totalitarios) y lectura de
libros lazarillo como por ejemplo: Historia del relato policial de Julián
Symons; La novela criminal donde Román Gubern agrupa reflexiones sobre el
género de Gramsci, Eisenstein, Chesterton, Poe y Narcejac; y ya más tarde
Diccionari de la novel·la negra nord-americana de Xavier Coma.
|
Guías de lectura de novela policiaca y negra de hace unos años y aún hoy imprescindibles |
No sé cuantas más habrá pero la que hoy aquí se reseña, Sangre en los estantes viene a ser como
una guía de guías; una excelsa carta de vinos. Los hay de distintas añadas, de
distintas denominaciones de origen, de distintas bodegas, de distintas
variedades pero todos, sin excepción, sumamente apetecibles y más si el somelierlibrero
es capaz de explicarte las excelencias de cada uno de esa forma tan sencilla
pero tan erudita que tiene Paco de decir las cosas.
Sangre
en los estantes no es una historia del género, que lo es; ni
una guía de lectura, que lo es; ni un diccionario de autores, que lo es; ni una selección ecléctica, que lo es; ni
reflexiones de un librero, que lo son, ni una recopilación de anécdotas, que las
tiene; ni una novela negra que efectivamente no lo es.
A los lectores va especialmente dirigida esta obra, pero también
a profesores, tertulianos, periodistas, editores y sobretodo a libreros que sufrirán por
intentar encontrar títulos inencontrables o descatalogados (recuerden, y para
nada es publicidad interesada, que SomNegra envía a domicilio, con descuento y
sin gastos de envío, y si puede incluso con dedicatoria) y es que
contextualizando en la época a la que alude preferentemente Paco, este libro da unas ganas de leeeerrrrrr.
|
Postal de la Librería Negra y Criminal
(facilitada para este post por María Albert) |
El libro toca todos los palos que estaban presentes en la Librería Negra y Criminal, es de kilómetro 0 y hasta
tiene erratas, habitual en los tiempos que corren viene a confirmar que es
ecológico y que no ha sido tratado con productos químicos, por lo que es apto
tanto para omnívoros como para veganos; tanto para lectores habituales de género como
para recién iniciados y además es para todos los públicos de cualquier edad o
condición y de cualquier país ¿a qué esperan para traducirlo?
No está en la intención de la obra la visión crítica,
Paco se cuida mucho de dejar claro que no es un crítico sino un librero y ha
elegido cuidadosamente lo que le gusta aunque se le note cuando hay pasión y cuando información.
Y si acaso se permite alguna observación contraria lo hace
con sutil ironía manteniendo la elegancia. Cuando se resalta tanto y tan bueno,
la crítica viene implicita en la omisión y no hace falta verter sangre.
Un blog no lo es sino saca el
lápiz rojo y por eso hay que reivindicar a la novela criminal japonesa gran ausente de este compendio. Una novela que vamos conociendo en cuenta gotas pero que cada vez gana más adeptos, entre los que me incluyo. Tal vez Paco
se acerque por el blog y nos pueda comentar porque no ha tenido espacio en su obra para ella: sería interesante
conocer su opinión.
A Sangre en los
estantes se la lee de un tirón, con ansia por buscar eco a opiniones
propias, por recordar lecturas ya olvidadas, por descubrir desconocidos y por
ampliar miras y satisface todas las expectativas y ahora hay que retomarla y
empezar a leerla de nuevo con pausas para ir tomando notas y volver a releer
algunos de los más antiguos de los estantes (eso es lo que tiene Paco que
transmite pasión hasta para releer) y empezar a buscar los que faltan.
|
Paco Camarasa y Montse Clavé
librero y librera |
Paco
Camarasa con la inestimable colaboración de Montse Clavé, ofrecen un álbum de cromos; hay que rellenarlo con los que faltan. Y buscar con quien
intercambiar, que no gusta todo ni a todos ni por igual: tengui falti.
Pídanlo a los reyes, a los de verdad, a los magos, los
otros no reciben, para ustedes o si ya lo tienen que sea para regalar a sus familiares, amigos,
compañeros de trabajo, vecinos y votantes.
Sangre
en los estantes es como una feria repleta de atracciones,
con luces, música y paneles pintados de llamativos colores; un imán hasta que
una vez todo visto llega la pregunta que da la salida: ¿por cuál empezamos?