miércoles, 2 de marzo de 2016

Cadáver exquisito de Pénélope Bagieu

Un cómic goloso de repostería
Cadáver exquisito (Cadavre exquis) es el nombre de una técnica de escritura secuencial entre varios participantes sin conocimiento del texto anterior con lo que al no tener una lógica continuidad el resultado viene a ser un sinsentido pretendido de antemano. Fueron los surrealistas los que la pusieron sobre el tapete en 1925.

El cómic Cadáver exquisito parece coger la esencia de este juego ya que a partir de un inicio de historia trivial va extrayendo consecuencias a partir de la toma de decisiones que van conduciendo la evolución de la trama por una sucesión de insospechados giros culminando en un final absolutamente sorprendente e inesperado si recordamos dónde y cómo empezó todo.

Zoe, la protagonista, una joven de veintidós años, trabaja como azafata de eventos para sobrevivir. No se siente satisfecha ni realizada profesionalmente, como mujer se siente utilizada y ninguneada por su novio y como persona denota poca capacidad para imponer su presencia, por ejemplo en el metro, por lo que a resultas de una conversación existencial con sus compañeras de trabajo decide tomar la iniciativa a la deriva que está tomando su vida y para su sorpresa se ve contactando con enorme desparpajo con un completo desconocido.

Lenguaje corporal, mohines y expresiones que valen más que mil palabras

El trazo del dibujo es limpio y preciso, heredero de la escuela franco-belga de línea clara y capaz de comunicar perfectamente todos los estados de ánimo del ser humano valiéndose con habilidad del lenguaje corporal y en especial las facciones de los rostros: sus miradas, mohines y expresivas muecas, que sumados valen más que mil palabras.

Juega con la ingenuidad naïf y emplea colores del todo acertados, que complementan perfectamente las emociones que transmiten los dibujos, utilizando una paleta de tonos y semitonos claros e incluso la cuidada elección de la fuente de texto, de escritura manual de Querido diario, es totalmente acorde con el conjunto de la obra.

Pénélope Bagieu c'est une artiste
Pénélope Bagieu, la guionista y dibujante, expone, bajo la apariencia de una inocente concesión a la chic lit, una sátira social que pone de relieve el impacto que tienen en el comportamiento humano las necesidades insatisfechas, sean reales o inducidas, básicas o caprichosas. Y reprocha a la masculinidad la necesidad de engrandecer su ego persiguiendo el éxito y critica no saber gestionar los fracasos como oportunidades, escondiéndose dentro de un caparazón.

Trata con humor cáustico al mundo editorial, los premios literarios, los lectores y fans atraídos por la fama y el pánico del escritor a la hoja en blanco.

Es también una comedia romántica donde se pretende ser querido por lo que se es y no por lo que se pueda ofrecer, buscando relaciones basadas en el mutuo respeto que son las únicas capaces de sacar lo mejor de cada uno.

Y por último es una trama con intriga y suspense soterrados en donde Zoe representa la antítesis del prototipo de femme fatale y por ese motivo, siendo la excepción que confirma la regla, ofrece una reinvención del género negro muy particular e irónica.

Con tantas temáticas, Cadáver exquisito, parece una historia escrita por los surrealistas ya que empieza siendo una cosa y acaba siendo otra completamente distinta, pero contiene tantos retazos de realidad que evidencia estar construida a partir de situaciones y anécdotas vividas y, no se engañen, transmite perfectamente su mensaje.

Pénélope Bagieu es sin duda una artista que seguirá dando muchas más satisfacciones y este cómic, verdadera obra de repostería, es una lectura imprescindible que no se pueden perder.

Visiten su blog que, aunque se actualiza irregularmente, contiene gratas evidencias de su facilidad para comunicar y detalles de su capacidad creativa.

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