Clavos por cuya herida se desangra la vida. |
Los clavos en el
corazón del comandante Maxime Revel son temas no resueltos; temas que
permanecen clavados como espinas y con su dolor recuerdan su inquietante estado.
Por causa de su oficio son casos criminales abiertos a los que no ha podido dar carpetazo
por falta de pistas o por falta de pruebas; y por su situación familiar, uno de
esos clavos corresponde a la desaparición nunca aclarada de su mujer. Una noche
de diciembre, hace ya diez años.
Por eso vive como vive,
muriendo, literalmente, en vida, ya que no cuida lo muchísimo que fuma, lo
bastante que bebe, lo poco y mal que come y lo menos que duerme; sin contar la
desastrosa relación que mantiene con su hija Léa, adolescente que sufriendo también la
ausencia de su madre lo somatiza siendo anoréxica en un intento desesperado de
no seguir creciendo esperando que ella vuelva y poder reanudar la relación
desde la infancia truncada.
Sea lo que fuere que
llevara a su esposa Marieke a desaparecer tuvo como resultado que se rompiera el puente,
en realidad Marieke era el puente, que unía a padre e hija. Y ahora mantener un
dialogo a gritos desde una a otra orilla no es forma de comunicarse.
El dramático hecho de su
desaparición coincidió en tiempo y lugar con el asesinato a cuchilladas de un
matrimonio anciano, los Porte, que regentaba un bar, Les Furieux; caso que
tampoco se resolvió. Y este crimen es el segundo clavo que conforma el plural:
Clavos en el corazón.
El comandante Maxime
Revel vuelve recurrentemente a esos dos sucesos con la esperanza de encontrar
algo que, pasado por alto, le de luz en su oscuridad. Mientras tanto la vida
sigue y ahora tiene entre manos el asesinato de un famoso, una vieja estrella
del rock, que ha de resolver antes que los periodistas los desborden y los
medios revuelvan en la basura.
Por suerte en la
comisaría cuenta con un buen equipo, como profesionales comprometidos, como
compañeros solidarios y como personas empáticas que están a su lado para lo que
haga falta. Y en ese lo que haga falta, se incluye todo. Es una lástima
que siendo la novela tan corta y habiendo tantos personajes no de tiempo a desarrollarlos
con mayor detalle, tal vez en entregas ulteriores tengamos esa suerte.
Danielle Thiéry |
Danielle Thiéry sabe de lo que escribe ya que es a lo que ha
dedicado su vida profesional: alcanzando el cargo de Comisario de División, y
lo narra con toda rigurosidad sin dejar resquicio para la duda o el debate pero
en ese estilo que caracterizara Simenon donde se excluye la pasión y se
ralentiza el ritmo, lo que se traduce en una lectura interesada por conocer el
desenlace pero poco interesante en su concepción.
Clavos en el corazón ha
sido Premio Quai des Orfèvres 2013.
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