Donde la justicia no quiere llegar, alguien tendrá que hacerlo. |
Cuando el
clima social es convulso se puede esperar cualquier tipo de reacción ante la
mofa y burla que supone que unos pocos no solo se crean con privilegios para
delinquir sino que encima los ejerzan. Con total desfachatez. Amparados por
unos poderes que no es que hagan la vista gorda sino que, formando parte del
clan, están ciegos para lo que no quieren ver.
La corrupción
es una lacra que el gobierno debe combatir. Pero cuando el gobierno es corrupto
¿Quién queda? Cuando todo parece derrumbarse a nuestro alrededor ¿en quién se
puede confiar?
La crisis
económica mundial ha servido para evidenciar muchas cosas, entre ellas la
magnitud de culpa de los gobiernos, los bancos, las bolsas, las
multinacionales: el establishment que
domina las decisiones y que nunca tiene en cuenta las personas más allá de
fuerza de producción.
Y ha servido
para que florezca una corriente de thriller político y que en este país sean
muchos los llamados a seguirla y pocos los elegidos a despuntar. BAC sigue esa corriente y saca la
cabeza para no ahogarse.
España es un
ejemplo lamentable de nepotismo, discriminación social y corrupción. Y vamos a
dejarlo aquí ya que esto es una reseña y no una enciclopedia.
En esa España
tuya, esa España suya, esa España vuestra los ricos lo son cada vez más y los
pobres los son cada vez más y cada vez son más. Las causas criminales generan
gruesos legajos que luego se queman o desaparecen, son pocos los políticos y
ex-políticos encausados encarcelados y menos aun los que devuelven lo que se
llevaron. Aunque solo podrían devolver dinero ya que las ilusiones, incluso
vidas, que también robaron, esas no volverán.
En medio de
todo este despropósito aparece el cadáver de alguien que fue y que sigue siendo:
Julio Castro ex-tesorero del Partido Popular y ex-ministro de Hacienda. Alguien
con quince causas judiciales pendientes. Alguien que vive a costa de los que
robó. Alguien que vive, perdón vivía, muy bien.
El
ensañamiento con su cuerpo denota pasión y venganza y también busca ser un
aviso a navegantes: si la justicia no actúa, lo haremos nosotros.
Y eso se desprende
ya que en el cuerpo se lee Corrupto. Alguien
ha querido quitar trabajo a la fiscalía y al poder judicial. Alguien se está
tomando la justicia por su mano. Y ese alguien firma BAC. Y no parece que vaya
a detenerse con solo una muerte.
Así empieza BAC, este thriller político de tanta
actualidad que parece sacado de la realidad. Un thriller que protagoniza
personal experto y seleccionado de cada cuerpo policial: Eva Morales capitán de
la Guardia Civil, Diego González inspector de los Mossos d’Esquadra, Álvaro
Pons inspector de la Policia Nacional y Sabino Muguruza inspector de la
Ertzaintza.
Segismundo Yojarranza |
Un grupo de
elegidos, Los 4 Fantásticos, porqué el Ministerio del Interior quiere resolver
el asesinato cuanto antes y sin ruido, ¿Por qué será?, y porqué estando todos los
cuerpos representados se aseguran colaboración y a la vez control sobre la
investigación.
Segismundo Yojarranza toma claramente partido y ejerce
denuncia, esa denuncia que antes ejercían los mass media y que ahora se han vendido a los denunciados y solo lo
intentan los menos media o algunos
escritores con alma de periodista. Yojarranza,
un juego semántico, prueben a leerlo al revés, es claro indicio.
Compré la novela tras leer el comentario y la verdad es que es buenísima. Tiene algunos detalles que necesita pulir, pero la trama y la forma en que está escrito el libro enganchan, no hay duda. Este libro va para best seller...
ResponderEliminarLos thrillers tienen eso: o enganchan o no son thrillers.
EliminarSaludos!