domingo, 16 de septiembre de 2018

Baker Street de Pierre Veys y Nicolas Barral


All you need is Holmes
Baker Street es el título genérico que da nombre a una serie humorística de cómics que parodia las aventuras del inefable detective britanico Sherlock Holmes y su amigo Watson recogida en cinco álbumes y creada por el guionista Pierre Veys y el dibujante Nicolas Barral.

Una parodia que muestra la parte más humana de los protagonistas habituales de las aventuras del inmortal detective británico y que transmite un preciso toque costumbrista de los lugares donde transcurren los casos que conforman la serie,

Los títulos de la colección, no traducida al castellano, son:

   01. Sherlock Holmes n’a pas peur
   02. Sherlock Holmes et le Club des sports dangereux
   03. Sherlock Holmes et les hommes de Camellia
   04. Sherlock Holmes et l’ombre du M
   05. Le cheval qui murmurait à l’oreille de Sherlock Holmes

La serie está concebida, como tantas otras existentes en el mercado europeo y que incomprensiblemente no llegan nunca al nuestro, para satirizar la perfección y mostrar el lado humano, lleno de errores, meteduras de pata y situaciones ridículas, de grandes héroes de la literatura o directamente del mundo del cómic.

En estos cómics Sherlock Holmes se muestra pretencioso y endiosado con un ego superior a su inteligencia que ya es decir; Watson presto a desacreditar a quien lo ningunea y esclaviza, o sea Sherlock, riéndose de sus desaciertos y Lestrade, siempre a dos niveles de inteligencia por debajo del maestro de detectives, intenta resaltar en medio de la mediocridad intelectual que ofrecen el resto de figurantes, incluida la señora Hudson y su más que afición por la bebida.

El primer álbum es un compendio de historietas cortas lo que ofrece irregularidad en la calidad, luego siguen aventuras largas donde se desarrollan ampliamente las virtudes y defectos de los protagonistas, con más páginas se ofrecen tramas más complejas y por ello más llamativas.

No obstante, el vasto conocimiento del universo holmesiano que prodigan Veys y Barral está a nivel de matrícula y al resto de mortales nos toca remar a contra viento.

Ambos autores dotan a las historietas de un dinamismo tal que los gags se encadenan a una velocidad inaudita aunque a veces su sentido del humor se nos escape por modismos locales; del mismo modo que hay guiños, bromas e ironías que solo se pillan otorgando a los cómics una segunda e incluso tercera lectura (y aun y así vayan ustedes a saber cuántos se escapan).

De todas formas las historietas son de libre factura, utilizan los personajes icónicos de la serie pero ejercen el derecho a la libertad de expresión para crear nuevas aventuras siempre buscando el giro humorístico, aunque a veces este resulte desesperadamente simplón.

Este tipo de obras siempre resulta hilarante para algunos y en cambio soso y desconcertante para otros: es lo que tiene la parodia, nunca se sabe con cuanto de serio o cuanto de broma hay que encararla.

Obra curiosa que es aconsejable conocer. Y si son fans de Sherlock aun con más motivo: todo lo que hace referencia al peculiar detective de Baker Street merece atención y análisis concienzudo.

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